Centroamérica: 204 años de independencia, la lucha continúa
Por Nidia Díaz*
La invasión napoleónica a España en 1808 provocó la caída del rey Fernando VII, sustituido por José Bonaparte, en 1812 se decreta la Constitución de Cádiz, dicho documento presenta la primera experiencia de autonomía y representación para América. En 1814, con el retorno del rey, se abolió la Constitución, las reacciones en las colonias se dan por los movimientos independentistas. En Centroamérica, estos fueron organizados y planificados por los criollos, la campaña proindependentista se realizó por los periódicos: El Editor Constitucional dirigido por Pedro Molina y El Amigo de la Patria, por José Cecilio del Valle.
En Centroamérica, las élites criollas y las autoridades españolas proclamaron la independencia el 15 de septiembre de 1821, en aras de evitar una insurrección popular que arriesgara sus intereses, influenciados por los ideales de libertad, igualdad y fraternidad de la Revolución francesa.
La anexión de Centroamérica, aceptada por la mayoría de ayuntamientos de la región, al Imperio mexicano se realizó el 5 de enero de 1822, bajo la esperanza de un desarrollo y solución de conflictos heredados, este acto reflejó la lucha de intereses entre conservadores y liberales y enfrento oposición militar en El Salvador. Posterior el opositor hondureño José Cecilio del Valle gestiona en México la separación y lo logra, la noticia llega a Guatemala el 1 de julio de 1823 y se emite el Decreto de Independencia Absoluta de las Provincias del Centro de América, así nacen las Provincias Unidas del Centro de América (1823-1824) que después se transformó en la República Federal de Centroamérica (1824-1841).
Esta independencia absoluta de Centroamérica, se da en un contexto también del surgimiento de la Doctrina Monroe, que ve en América su zona de interés y quiere América para los estadounidense, contraponiéndose a los sueños de nuestros libertadores empezando por Simón Bolívar, José Martí, Francisco Morazán, que soñaban por la patria Grande..
En las primeras elecciones presidenciales de 1826 el general y prócer salvadoreño Manuel José Arce y Fagoaga se convierte en el primer presidente federal, apoyado por la élite criolla conservadora le arrebata el triunfo a José Cecilio del Valle. En 1825, surge la lucha de intereses entre conservadores y liberales. En 1827, Francisco Morazán participa en la batalla de La Trinidad y venciendo al también hondureño José Justo Milla, surgiendo como un amante de la unión y la estabilidad centroamericana.
Al ser elegido como presidente de la República Federal de Centroamérica Francisco Morazán, tuvo la fortaleza que su esposa María Josefa Lastiri , estuviera a su lado cuando tomó posesión de ese alto cargo en la ciudad de Guatemala el 16 de septiembre de 1830. Estando como presidente Federal, desde 1830 hasta 1839, leal a su pensamiento, impulsó el Estado liberal, garantizó los derechos inalienables, promovió la educación liberadora y popular ─laica, pública y gratuita─, impulsó la libertad de culto y religión, así como la eliminación del pago del diezmo, la libertad de expresión y de conciencia. Promovió la formación de la ciudadanía para dictar las leyes, dirigir los asuntos estatales, resolver las tareas domésticas y defender la integridad y la libertad de la nación. Se propuso transformar a Centroamérica en una nación grande y progresista.
La situación de la República Federal en 1837 era crítica y para 1839 estaba disuelta por la entonces élite política y religiosa. Morazán viajó al exilio, posteriormente, en 1842 se instaló en Costa Rica y asumió la jefatura de Estado, como efecto, los demás países centroamericanos, contrarios a su ideal de nación y liderazgo, formaron la unión militar Confederación de Guatemala. Desatando el 11 de septiembre un movimiento contra su Gobierno, tras la traición del costarricense Pedro Mayorga, Francisco Morazán fue capturado y fusilado el 15 de septiembre de 1842 en San José, Costa Rica, 21 años después de la independencia de Centroamérica de España. Antes de morir dejo un testamento, que viene hacer un legado para las juventudes de todos los tiempos y pidió ser enterrado en El Salvador, donde sus restos descansan junto a los de su esposa.
En el 183 aniversario de su asesinato lo recordamos a través de su exhortación política plasmada en su testamento:
Declaro que mi amor a Centroamérica muere conmigo. Excito a la juventud, que es la llamada a dar vida a este país que dejo con sentimiento por quedar anarquizado, y deseo que imite mi ejemplo de morir con firmeza antes de dejarlo abandonado al desorden en que desgraciadamente hoy se encuentra.
A 204 años de la independencia, Centroamérica aun no completa su verdadera independencia con soberanía y autodeterminación, ni la unión ni la integración entre los pueblos de la región ni en toda nuestra América. Las generaciones de ahora tienen el reto de seguir luchando por los sueños de Bolívar, Morazán, Martí y por todos los patriotas que lucharon y luchan por la patria grande.
En la actualidad, felicito al gobierno de Honduras presidido por la primera mujer presidenta Xiomara Castro, que siguiendo los ideales morazánicos impulsa la refundación de la patria, con justicia y democracia , impulsando la enseñanza, a todos los niveles, de la Cátedra Morazánica para fomentar la creatividad intelectual y práctica en el estudio de su vida, obra y pensamiento, promoviendo en la niñez, la juventud y la población en general los valores cívicos y la lucha por un presente equitativo y próspero.
Cerramos estas reflexiones con un fragmento de Morazán vigila de Pablo Neruda: «Alta es la noche y Morazán vigila / ¿Es hoy, ayer, mañana? Tú lo sabes».
*Nidia Diaz es fundadora y militante histórica del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de El salvador. Dialogante, negociadora, firmante de acuerdos de paz en El Salvador.