Cómo fueron los complots para asesinar a Fidel
Por Sacha Llorenti*
Fabián Escalante Font es probablemente la persona más adecuada para escribir sobre el tema. Él fue fundador de los servicios de inteligencia de Cuba, una de las organizaciones de ese carácter que más respeto genera en el mundo. Después de múltiples tareas alcanzó los grados de General de División de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y dirigió el Centro de Estudios para Asuntos de la Seguridad Nacional de Cuba.
En “10 complots para asesinar a Fidel Castro”, publicado por la Editorial Ocean Sur, Escalante nos lleva a un mundo cuyos detalles no son del todo conocidos. Se ha repetido en muchas ocasiones que se planificaron más de 600 atentados contra la vida del líder histórico de la Revolución Cubana. Sin embargo, a veces sucede que las cifras, expresadas en pocas sílabas, no representan la magnitud de lo que se dice.
Considerando el tiempo en el que Fidel estuvo, ya sea como Primer Ministro o Presidente, se organizaron, en promedio, 1,7 atentados por cada mes en el que estuvo al mando del gobierno de la Revolución Cubana.
En este libro, Fabián Escalante nos presenta los detalles de 10 de esos atentados. Esta podría ser tanto una antología de los fracasos de quienes intentaron acabar con la vida de Fidel y con la Revolución, como una antología de los éxitos de los servicios de seguridad de esa revolución.
El marco temporal en el que se ejecutaron esos complots también es revelador: van desde 1959 hasta el año 2000. Es decir, no es solo la denominada Guerra Fría la que marca las actividades imperiales asesinas.
El libro tiene una peculiaridad que puede ser atractiva al lector: además de estar muy bien documentado, con archivos estadounidenses y cubanos, el estilo de escritura de Escalante nos acerca al género de la no ficción usado fundamentalmente para describir las imaginadas conversaciones de los complotados.
El libro también es uno de viajes por muchas ciudades: La Habana, Washington, Nueva York, Miami, México, Madrid, Barcelona, Praga, París, Copenhage, Estocolmo y Moscú son algunas de las ciudades que el libro describe como escenarios del más grande y largo esquema de intentos de asesinato jamás elaborados contra ninguna persona en toda la historia de la humanidad.
También desfilan por las páginas de este extraordinario trabajo personajes de toda índole. Altas autoridades estadounidenses, agentes de la CIA, funcionarios de embajadas, meseros de hoteles, miembros de la mafia o terroristas asentados en Miami, traidores y arrepentidos.
El libro podría leerse como uno de pasajes del género de espionaje o policiaco. En él se describen las actividades de inteligencia, contrainteligencia, sabotajes y propaganda. Desde el uso de bazucas hasta batidos de chocolate, pasando por los consabidos tabacos en los que se intentó poner veneno, explosivos, sustancias depilatorias para que la mítica barba cayera u otras para desorientarlo antes de que pronunciase un importante discurso.
Todo lector sabe que ninguno de esos complots tuvo éxito. Sin embargo, ahí está el mayor atractivo del libro, en saber cómo se organizaron esos atentados, quién los hizo y por qué fracasaron.
Pero el libro no es uno anecdótico. Es un libro de mucha importancia, nos habla de geopolítica, del orden de cosas en el mundo, de la ausencia de escrúpulos y de principios de quienes ostentan el poder imperial, de lo que están dispuestos a hacer para acabar con los líderes revolucionarios. También describe los detalles de esos atentados que con seguridad llevarán al lector a tener una idea más clara de acontecimientos más cercanos como el de la muerte del comandante Hugo Chávez.
10 complots para asesinar a Fidel Castro, de Fabián Escalante, es un necesario testimonio que permite entender la magnitud y relevancia histórica de la figura de Fidel y de la Revolución Cubana. Es un libro que con seguridad gustará a quienes quieren conocer más sobre la historia de los pueblos que luchan por su emancipación.
*Sacha Llorenti, expresidente del Consejo de Seguridad de la ONU.