Kjeld Jacobsen: una visión para el sindicalismo que sigue vigente – Por Alvaro Orsatti

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Kjeld Jacobsen: una visión para el sindicalismo que sigue vigente –

Por Alvaro Orsatti

A veinte años de la histórica reunión “No al ALCA”, el legado de Kjeld Jakobs en sigue vigente. Su proyecto y su visión de un sindicalismo latinoamericano fortalecido nos recuerdan la necesidad de integración, cooperación Sur-Sur y defensa de los derechos de los trabajadores en toda la región.

En nuestra larga participación como asesores en la Organización Regional Interamericana de Trabajadores (ORIT) y en la Confederación Sindical de las Américas (CSA) conocimos a Kjeld Jacobsen, el “vikingo tropical”, como lo llamaban cariñosamente en Brasil (nació en Dinamarca en 1955).

Ello sucedió en distintos momentos  de su ciclo de vida. Primero, como secretario de relaciones internacionales de la CUT Brasil, con responsabilidades en las actividades de planeamiento de la ORIT (a la que su central se había incorporado  en 1993).Su papel, no exento de discusiones, por los matices propios de la perspectiva brasileña, se sostenía en su notable capacidad intelectual, que combinaba un tono tranquilo con una fuerza inquisitiva e incluso cierta ironía.

En ese período también participó en un grupo de trabajo de ORIT-CIOSL (La Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres) que funcionaba mediante conferencias telefónicas colectivas. Allí, Kjeld destacaba por su manejo del tema OMC (Organización Mundial de Comercio), en el contexto de la Ronda de Doha y el debate sobre una cláusula social  que redujera el dumping social, dos categorías sobre las cuales giraba el debate Norte/Sur  desde los años ochenta. Más adelante, las relaciones se consolidaron durante su presidencia del Instituto Observatorio Social (IOS), con foco en la responsabilidad social de las empresas multinacionales. Este trabajo se insertaba en nuevo escenario, con los primeros acuerdos marco internacionales promovidos por la CIOSL y las federaciones sindicales internacionales, acompañados también por la ORIT.

Ya en los años en que, tras el fallecimiento de Luis Anderson, Víctor Báez, asumió como secretario general, Kjeldc olaboró en la instalación del tema “desarrollo”. En verdad, este eje ya  había ingresado a la plataforma sociopolítica de la ORIT  en el Congreso de Santo Domingo (1997),su impulso derivó en la Plataforma Laboral de las Américas (PLA), presentada en la Cumbre de las Américas (Mar del Plata, Argentina, 2005), enfrentando la iniciativa ALCA, que no prosperógracias a la oposición combinada de Brasil, Venezuela y Argentina, junto a otros países.

Más adelante, Kjeld se reconvirtió en consultor de cooperación internacional al desarrollo, colaborando con la Confederación Sindical Internacional (CSI),  el área laboral de la Fundación Friedrich Ebert (FES),  sindicatos nacionales como la FNV (Países Bajos) y la DGB (Alemania), además de la OIT, en espacios internos la Universidad Global del Trabajo (GLU, por sus siglas en inglés) y la sección de actividades de los trabajadores de la Organización Internacional del Trabajo (ACTRAV), en especial en el tema emergente del “futuro del trabajo”.

Pero aquí queremos recordar un momento rutilante del aporte intelectual de Kjeld al sindicalismo regional, en los primeros años de la nueva CSA (2011).

Vale retroceder a un episodio previo, en 2002, sobre el que no tenemos documentación, aunque sí un registro personal directo. En ese año, la CUT —con el acompañamiento de la ORIT y en las vísperas de la llegada de Lula al gobierno brasileño—  presentó la candidatura de Kjeld al cargo de secretario adjunto de la CIOSL. Ello auguraba una mayor presencia latinoamericana, alineada al protagonismo del nuevo gobierno de su país. La CUT, a través de Keld,  había tejido relaciones estratégicas amplias con otros sindicalismos, principalmente en Corea y Sudáfrica, lo que lo que prometía ampliarla presencia de la compleja periferia sindical. Tal vez fue ese doble potencial  lo que llevo a que el sindicalismo de los países industrializados no acompañara la candidatura.

El segundo episodio si cuenta con un doble registro: presencial y documental.

La CSA propuso, en una reunión del Ejecutivo preparatoria del Congreso de 2012, la creación de una estructura dirigida a fortalecer el proyecto de la PLA y el Instituto para el Desarrollo de las Américas (IDEAM).

El proyecto  tenía avanzado un diseño en varios planos: el estatuto, sede (San Pablo), director (Kjeld), y un preacuerdo con fuentes de financiamiento español, a través de la UGT y una fundación. Este diseño fue aprobado, aunque no sin resquemores de organizaciones que desconfiaban de la fuerte centralidad que asumiría el sindicalismo brasileño, un debate ya presente en 2005se eligió la sede paulista, en vez de ciudad de Panamá, que contaba el apoyo de la mitad de las organizaciones con voto.

Finalmente, el IDEAM no se concretó por dos razones concurrentes. Primero,  la caída del compromiso de financiamiento español durante el gobierno conservador del PP, situación que pronto se repetiría con la cooperación internacional de ese país para la segunda fase del programa de auto reforma sindical, ejecutado desde la OIT con el apoyo de las centrales españolas CCOO y UGT. Segundo, las dificultades burocráticas para que el gobierno brasileño aprobara el proyecto debido a su componente internacional. Este obstáculo persiguió a la CSA, que nunca logró obtener la extraterritorialidad de su sede, lo que a la larga llevóa la medida precautoria de trasladarse a Montevideo durante el bolsonarismo.

La finalidad del IDEAM era fortalecer la participación sindical en la cooperación internacional, formular una visión sindical latinoamericana sobre desarrollo, apoyar la cooperación Sur-Sur y triangular, y promover la formación de dirigentes sindicales. Estaba dotada con capacidad para elaborar proyectos, investigaciones, alianzas con universidades, ONGs y organismos multilaterales, además de representar a la CSA en foros internacionales.

Desde la creación de la Red Eurolatinoamericana de Análisis de Trabajo y Sindicalismo (RELATS) en 2015, Kjeld acompañó su desarrollo, autorizando la reproducción de sus trabajos anteriores, y enviando nuevas contribuciones.

A los cinco años del fallecimiento de Kjeld (diciembre 2020), y en el vigésimo aniversario de la reunión “No al ALCA”, resulta valioso recordar  el proyecto de Kjel que “no fue”, y reivindicarlo en su carácter de intelectual orgánico del sindicalismo regional.

Ctaa

*Coordinador de la Red Eurolatinoamericana de Análisis de Trabajo y Sindicalismo (RELATS)


 

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