Argentina | El 38° Encuentro Plurinacional en Corrientes reafirmó la potencia colectiva del feminismo – Por Alejandra Rizzo

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Argentina | El 38° Encuentro Plurinacional en Corrientes reafirmó la potencia colectiva del feminismo 

El 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersex y No Binaries convocó este fin de semana en Corrientes a unas 70 mil mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, intersex y no binaries, en un contexto nacional marcado por el ajuste económico, el desmantelamiento de políticas públicas y la expansión de discursos fascistas que buscan reinstalar un orden social basado en la desigualdad y la subordinación. 

En ese escenario, la masividad y el espesor político de la convocatoria no solo reafirmaron la vigencia del movimiento feminista argentino, sino también su capacidad para producir diagnósticos colectivos, sostener prácticas comunitarias y proyectar estrategias frente al disciplinamiento estatal.

Desde el inicio, la ciudad se convirtió en un territorio de debate y organización. Al concluir el encuentro, y mediante la modalidad de votación por aplausos, se determinó que el próximo año la marea feminista tendrá como sede a la provincia de Córdoba

Cómo cada año, la jornada inaugural, el sábado 22 de noviembre, comenzó con una Ceremonia Ancestral que dio marco al carácter plurinacional del Encuentro, expresando la diversidad de identidades y culturas que lo componen. Luego comenzaron los talleres, que se extendieron hasta el domingo a la tarde, donde se discutieron problemáticas como la precarización laboral, las violencias, el extractivismo, el racismo, los derechos sexuales y reproductivos, la justicia ambiental, el trabajo sexual, las identidades trans, las masculinidades, la reforma judicial feminista y el asedio norteamericano a la paz regional a partir del despliegue militar y los ataques a civiles qué viene cometiendo en el Mar Caribe.  

Además, en esta edición ocurrió un hecho histórico: por primera vez, la causa palestina ingresó de manera formal a la grilla de talleres bajo el título Resistencia palestina como causa transfeminista. Una incorporación que amplió el mapa político del Encuentro y subrayó la vocación internacionalista de los feminismos populares.

Por la tarde de la primera jornada, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto convocó a un pañuelazo en el Parque Camba Cuá para exigir la plena implementación de la Ley 27.610 de aborto legal, seguro y gratuito. La acción precedió a la Marcha contra los Lesbicidios, Transfemicidios y Travesticidios, que reclamó la protección de la vida y la dignidad de mujeres, lesbianas, travestis y trans. La jornada cerró con una agenda cultural en el playón principal, un espacio de encuentro artístico y político.

El domingo tuvo uno de los momentos más significativos con la realización de “La Plaza Cristina Libre” en la playa Arazaty. Miles de mujeres participaron de la actividad, que incluyó un audio enviado por Cristina Fernández de Kirchner. En su mensaje, la ex presidenta vinculó la privación de derechos con las formas contemporáneas de disciplinamiento social. Su lectura, al describir su propia experiencia judicial como metáfora de un país donde muchas personas están privadas de libertad por deudas, precariedad o falta de derechos, dialogó directamente con los debates del Encuentro. Fue una intervención que llamó a sostener la organización desde las bases y a no resignar la dignidad como horizonte político.

También se presentó la intervención performática “Estamos Acá”, del colectivo federal de jóvenes La Neurona Rebelde, que denunció las violencias del fascismo, el negacionismo, la ocupación de territorios, el genocidio del pueblo palestino y el intento de golpe de Estado en Venezuela, señalando además los intereses injerencistas de actores globales como Elon Musk.

La postal final, con una columna de más de 20 cuadras bordeando la costanera correntina, sintetizó la persistencia del movimiento feminista en las calles pese al avance de las políticas regresivas. “A pesar de todo, les hicimos el Encuentro”, cantaron miles al caer la tarde. La movilización puso en primer plano reclamos urgentes como la aparición de Loan, el niño desaparecido hace ya 18 meses en Corrientes y la responsabilidad estatal frente a las redes de trata. También reafirmó el carácter internacionalista del movimiento con la presencia articulada de expresiones de apoyo al pueblo palestino. Esa convergencia entre lo territorial y lo global volvió a situar al feminismo como actor político con mirada estratégica regional y mundial.

La elección de Córdoba como próxima sede inscribe una continuidad histórica y política: tras Corrientes, que ya había sido anfitriona en 1994, trasladar el Encuentro a una provincia atravesada por memorias obreras, estudiantiles y populares implica disputar la agenda pública en un territorio clave para la correlación de fuerzas y la recomposición del lazo social en tiempos de retrocesos programados.

El balance político del 38° Encuentro es contundente. A pesar de la ofensiva gubernamental contra las políticas de género, del avance de discursos antifeministas y del incremento de las desigualdades, el movimiento feminista sostuvo su masividad, fortaleció espacios de formación, consolidó redes comunitarias frente al vaciamiento estatal y reafirmó su lugar como actor capaz de producir lecturas colectivas del presente. No fue un gesto defensivo: se expresó una voluntad clara de reorganización y disputa.

El Encuentro dejó planteado un diagnóstico común y una agenda de trabajo concreta. Frente a un escenario de retrocesos estructurales, el feminismo sigue siendo una de las principales fuerzas de organización democrática y popular del país. Lo que ocurrió en Corrientes es  parte de una disputa más amplia por el presente y el futuro: una vez más, el feminismo se posiciona como protagonista central de ese proceso.

*Alejandra Rizzo, militante feminista argentina e integrante de la Colectiva Aquelarre Feminista en la provincia de San Luis, Argentina. Analista de NODAL.

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