Agricultura de Nueva Fase
Por Matías Strasorier y Maria Rizzo*
La producción agrícola en esta nueva fase del sistema capitalista acelera los resultados del sistema social de producción dominante: concentración y desigualdades.
La producción agrícola dio un salto extraordinario en materia de I+D, en la unión de lo Real, lo Virtual y lo Biológico una triada que logra eficiencia productiva, reducción de impacto ambiental y menor necesidad de esfuerzo físico de seres humanos. Es decir, que los resultados esperados para el conjunto de la humanidad deberían ser menos desnutrición, menos contaminación y ausencia de trabajos esclavos.
Las nuevas tecnologías agrícolas hacen que la agricultura de nueva fase tenga la característica de alta precisión intensiva en conocimiento, lo cual se logra por medio de la conjugación de los saberes históricos del conjunto de productores de la diversidad de civilizaciones y territorios, a lo largo de la historia de la humanidad. La Inteligencia Artificial (IA) es el nuevo medio de producción que aparece con centralidad sumándose a la robótica, nano y biotecnología, StartUpp, Blockchain, etc.
La IA logra la conjugación de la totalidad de aportes en conocimiento que, en la historia de la humanidad, seres humanos organizados socialmente para interaccionar con la naturaleza a fin de satisfacer las necesidades y contingencias que su presente histórico le presentaba. Los saberes de civilizaciones nativas originarias, de inmigración europea, de los esclavos africanos, de los pueblos orientales, el desarrollo científico tecnológico de grupos profesionales de universidades y empresas, el relevamiento de información y datos de productores, etc.
Esta agricultura de nueva fase en el presente es “una actividad dominada por grandes corporaciones de excepcional productividad, encabezada por EE.UU, en la que 1% de las compañías ocupan más de 65% de las tierras agrícolas, y en la que sólo 12 cosechas y 5 especies animales proveen más de 75% de los alimentos del sistema global” (Castro, Clarín Rural septiembre 2025).
Esta agricultura de nueva fase es parte de la nueva fase del sistema capitalista (Aguilera 2023), y, por lo tanto, dominado y determinado por el mismo. Persigue el mismo fin, la apropiación de la plusvalía por parte de los capitalistas. El resultado sobre la humanidad es el mismo, pero acelerado.
Concentración de la riqueza socialmente producida en el 0.001%
El 10 de diciembre de 2025 se dio a conocer un nuevo informe del World Inequality Lab, el centro de investigación global dependiente de la Escuela de Economía de París, que estudia la desigualdad económica. Afirman que la concentración de riqueza en la nueva fase del capitalismo es del 0,001% más rico de la humanidad y triplica el patrimonio de la mitad restante. Apenas 56.000 personas conforman este grupo que ostenta un umbral de acceso fijado en 254 millones de euros en activos.
El informe sostine que la tendencia a la concentración de riquezas se mantuvo en crecimiento constante desde la pandemia de COVID-19, la bisagra catalizadora del proceso de transformación de la Nueva Fase del Capitalismo, caracterizada por la digitalización, informatización y virtualización.
“El fenómeno de la Pandemia Mundial del Covid-19 puso en evidencia las tendencias que venían desarrollándose. Lo que en apariencia fue una “parálisis total”, en realidad actuó como catalizador de la nueva fase en el modo de producción capitalista, basada en lo digital-virtual-intangible de “energías limpias” con mayor socialización de la producción, pero con aún mayor apropiación privada de la riqueza socialmente producida” (NODAL anuario 2024).
Miseria y hambre para las mayorías
En contraposición, casi 800 millones de seres humanos sobreviven en condiciones de pobreza extrema (menos de $2.15/día), y una gran parte de la población con ingresos muy bajos (menos de $5.50/día). 1.100 millones de personas del mundo son pobres y 887 millones, o sea 8 de cada 10 seres humanos, viven en situación de pobreza multidimensional y “están directamente expuestas a amenazas climáticas como las temperaturas elevadas, las inundaciones, las sequías o la contaminación atmosférica”, según el informe de octubre de 2025 que publicó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Oxford Poverty and Human Initiative (OPHI) de la Universidad de Oxford, sobre el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) global de 2025, titulado “Penurias simultáneas: pobreza y amenazas climáticas”.
La concentración de la riqueza socialmente producida es inversamente proporcional a las desigualdades sociales que genera. La opulencia y el despilfarro, la ostentación y grandilocuencia de un puñado de ricos capitalistas, apenas el 0.001%, se contrapone con el hambre y la muerte de millones de seres humanos, mayormente niños. Entre 40 y 45 millones de niños y niñas sufren desnutrición extrema cada año, mientras que casi 150 millones sufren retardo en el crecimiento y desarrollo por falta crónica de nutrientes esenciales.
Padece hambre más del 8% de la población mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “se estima que el 8,2 % de la población mundial -es decir, unos 673 millones de personas-, padecían hambre en 2024”.
Sin embargo, se desperdicia casi el 40% del uso total de energía en el sistema agroalimentario mundial. Según Trishita Deb, editora senior de Market.us Media, “Aproximadamente el 14% de los alimentos producidos en todo el mundo se pierde entre la cosecha y la venta minorista. Se estima que se desperdicia un 17% de la producción mundial total de alimentos: un 11% en los hogares, un 5% en la industria de servicios de alimentación y un 2% en el comercio minorista. La pérdida y el desperdicio de alimentos representan el 38% del uso total de energía en el sistema alimentario mundial”.
Este es el resultado del sistema social de producción dominante, el capitalismo, que no solo acumula desigualdades históricas, sino que agudizó las mismas en los últimos 5 años. Resulta increíble que los avances científicos y tecnológicos lejos de mejorar la vida de los seres humanos en su conjunto generen el resultado contrario.
¿Hasta qué punto la mayoría de la humanidad tolerará vivir como viven, mientras las minorías viven como viven?
Para los especialistas del del World Inequality Lab “solo una respuesta estatal decidida podría modificar la tendencia observada”. La propuesta del organismo francés es que el Estado Burgués revierta el rumbo “con políticas exitosas de redistribución, como la introducción de impuestos progresivos y el fortalecimiento de sistemas de bienestar social en la segunda mitad del siglo XX”. Algo que en Latinoamérica se implementó con los gobiernos populares y democráticos de la primera década del siglo XX, pero que el avance de gobiernos neoliberales y neofascista destruyeron a partir de 2016.
Curiosamente la misma forma organizativa que consolidó al sistema capitalista, un estado burgués que ordena a la sociedad en diferentes “castas” que ocupan algunos lugares de conducción institucional y excluyen a quienes trabajan a un rol de conducidos. De esta manera ocultan la lucha de las dos clases de seres humanos, los que trabajan y los que viven de los que trabajan, en palabras de Juan Domingo Perón.
Cual es realmente la salida ante un Estado Burgués que sufre una crisis orgánica de la estructura, en la cual absolutamente la totalidad de las instituciones se encuentran en crisis, sin lograr responder las necesidades de la humanidad. Al parecer la propuesta del World Inequality Lab responde a un sector que le dio direccionalidad al rumbo del capitalismo durante el siglo XX pero quedó obsoleto en el siglo XXI.
Es posible que sea “La Hora de los Pueblos” y la conformación de un nuevo ESTADO que responda a las necesidades de las mayorías.
Bibliografía y citas:
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Oxford Poverty and Human Initiative (OPHI) de la Universidad de Oxford, sobre el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) global de 2025, titulado Overlapping Hardships: Poverty and Climate Hazards (Penurias simultáneas: pobreza y amenazas climáticas).
UNICEF.
GRUNDISSE, KARL MARX, Ed Siglo XXI
Jorge Castro, Clarin Rural, 13 de septiembre 2025
Nodal, anuario 2024.
Programa Mundial de Alimentos, WFP.
Organización Mundial de la Salud, OMS.
La Hora de los Pueblos, J.D. Perón.
*Strasorier es Director del Centro de Estudios Agrarios, Argentina. Maestrando en Estudios Sociales Agrarios (FLACSO) y Analista agropecuario. Rizzo es co-Directora del Centro de Estudios Agrarios, Médica Veterinaria, maestranda en Desarrollo Regional y Políticas Públicas de FLACSO.
