Presidenta Sheinbaum reafirma soberanía de México ante amenaza de intervención de Trump
Recientemente, el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, mencionó la posibilidad de extender las operaciones militares antidrogas a países como Colombia y México.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó la soberanía nacional este miércoles 10 de diciembre, al rechazar la idea de una intervención militar en territorio mexicano planteada previamente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum enfatizó que México es un país soberano que «nunca aceptaría una intervención extranjera» y que la acción militar no es necesaria. «No se va a dar», puntualizó la mandataria, asegurando que ya se tiene un entendimiento con la Unión Americana en materia de seguridad.
Las declaraciones de Trump, que mencionó la posibilidad de extender las operaciones militares antidrogas a países como Colombia y México, han generado preocupación, especialmente en el contexto de la intensificación militar de Estados Unidos en el mar Caribe y el Pacífico, bajo el pretexto de lucha antidrogas.
Estas operaciones militares de Estados Unidos han incluido el despliegue de una fuerza significativa y la realización de operativos letales contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes. Sin embargo, estas acciones han sido condenadas por organismos internacionales y otros Gobiernos de la región.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la propia Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos han señalado que Venezuela, uno de los países acusados por Washington, no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más del 80 por ciento de las drogas utilizan la ruta del Pacífico.
Por otra parte, la Jefa de Estado informó sobre el avance de las negociaciones con Estados Unidos en el marco del Tratado de Aguas de 1944. La premisa fundamental de México, según Sheinbaum, es cumplir con el tratado sin comprometer el abasto indispensable para el consumo humano ni el volumen que requieren los agricultores mexicanos.
Sheinbaum destacó que, aunque México opera bajo el principio de respetar los acuerdos, la garantía del agua para la población es una prioridad ineludible. El pasado martes, 20 de diciembre, inicio la quinta reunión binacional virtual del año entre ambos Gobiernos para dar seguimiento a las entregas de agua y realizar las evaluaciones técnicas pertinentes.
La presidenta detalló que ha habido un intercambio de ofertas, con una primera propuesta mexicana seguida de una respuesta estadounidense y una contrapropuesta enviada por la noche.
Postura unificada y marco legal
Un punto crucial resaltado por la mandataria es la coordinación permanente con los gobernadores de los estados de la frontera norte (Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua y Coahuila). El objetivo es asegurar una postura unificada que evite conflictos internos y presente un esquema justo a Estados Unidos que refleje la disponibilidad real del recurso hídrico en cada región.
Sheinbaum aclaró que no se requiere una renegociación total del Tratado de 1944, el cual consideró favorable para México. La presidenta expresó su confianza en alcanzar un acuerdo benéfico que se hará público una vez finalizado, reiterando el compromiso de que el cumplimiento se realizará de acuerdo con el ciclo de lluvias y la disponibilidad real, sin poner en riesgo la seguridad hídrica de los mexicanos.
Donald Trump, escaló la tensión bilateral al amenazar con imponer un arancel del 5 por ciento a México si no entrega los volúmenes de agua que, según Washington, adeuda bajo el Tratado de Aguas de 1944. La advertencia del mandatario, emitida el pasado lunes 8 de diciembre, establece como fecha límite el 31 de diciembre para que México libere los 246.6 millones de metros cúbicos que supuestamente faltan en el ciclo actual.
El inquilino de la Casa Blanca señaló que la deuda total acumulada por México en los últimos cinco años supera los 986.4 millones de metros cúbicos y advirtió que el incumplimiento del acuerdo seguirá causando daños económicos a los agricultores y ganaderos estadounidenses.
En esta línea, Sheinbaum reiteró que el acuerdo binacional es «muy claro» al establecer que, en caso de enfrentar un periodo de cinco años de sequía, la obligación de entrega de agua a Estados Unidos debe reponerse en el ciclo quinquenal subsiguiente.
