Petróleo: sube la sobreoferta, bajan los precios
El exceso de petróleo provocado tanto por el bombeo de los nuevos productores y la agresiva política extractiva que desarrolla el gobierno de Donald Trump, dentro y fuera de Estados Unidos, está derribando los precios del barril, causando el despido de trabajadores y debilitando las acciones de la Opep para alcanzar un equilibrio que favorezca a todos los actores del mercado.
La agencia Bloomberg revela que los bombeos de Brasil, Guyana y Argentina, como nuevos oferentes del mercado petrolero, desafían a la Opep en medio de un mercado rebosante de inventarios y dominado por una oferta que supera a la demanda presente y esperada.
“En un entorno donde la demanda crece lentamente y los inventarios ya están en niveles históricamente altos, los barriles latinoamericanos se convertirán en una fuerte presión hacia la baja de los precios del barril”, dice.
El análisis de la agencia se basa en un informe de la firma de inversiones JP Morgan, el cual indica que Brasil, Guyana y Argentina aportarán volúmenes significativos al crecimiento global de la oferta de los productores no miembros de la Opep, con incrementos combinados que podrían rondar entre 750.000 y un millón de barriles diarios.
“Este escenario se convierte en un desafío directo para la estabilidad del mercado, especialmente si no hay recortes de producción adicionales por parte de la Opep”, afirma JP Morgan. “Esto podría empujar los precios del petróleo Brent hacia la zona de los 50 dólares por barril”.
JP Morgan vaticina que la producción de los países no Opep superará a los de la Opep en 2026 y que EEUU, Canadá, Guyana, Argentina y Noruega aportarán 1,44 millones de barriles diarios el próximo año.
Para el banco, el problema es que la demanda crece lentamente frente a una oferta que avanza a mayor velocidad. Prevé que mientras la primera demandará 0,9 millones de barriles diarios, la segunda ofrecerá 1,3 millones, un desbalance que derriba precios y favorece el crecimiento de inventarios, sobre todo los de EEUU y China.
La otra variable que altera el mercado y genera despidos de trabajadores y afectaciones ambientales es la agresiva política de Trump para producir más petróleo.
La web swissinfo.ch recoge la declaración del mandatario durante su toma de posesión, en la cual expresa: “Vamos a perforar. We will drill, baby, drill (Perforar, cariño, perforar). Volveremos a ser una nación rica, y es ese oro líquido bajo nuestros pies el que nos ayudará a conseguirlo”.
La web afirma que EEUU es ya el principal productor de petróleo del mundo y el presidente espera “aumentar la producción para llenar las reservas estratégicas y exportar petróleo estadounidense a todo el mundo”.
La Agencia Internacional de Energía prevé que EEUU producirá 13,5 millones de barriles diarios en 2025, empujado por la producción del petróleo esquisto, la cual se siente amenazada por los bajos precios del barril frente a sus mayores costos de producción, en medio de una sobreoferta que dibuja un escenario preocupante para las grandes industrias del hidrocarburo.
De hecho, hacia los adentros de las industrias, ante la debilidad de los precios del petróleo han optado por la búsqueda de ganancias a través la reducción de costos, reacomodos estructurales y fusiones, cuyas evidencias más palpables son los despidos de trabajadores.
El portal World Energy relata que en los últimos meses, las grandes petroleras estadounidenses y europeas, así como los productores independientes, los actores más pequeños y principales proveedores de servicios del mundo, han anunciado – ya sea públicamente o mediante memorandos internos – que inician procesos para eliminar puestos de trabajo basados en oficinas y el número de contratistas.
Denuncia que Chevron, Exxon Mobil, Conoco Phillips, BP, Shell, Equinor, Harbour Energy, APA Corp, OMV, la filial canadiense de Exxon Imperial Oil, Halliburton y SLB han comenzado despidos en ciertas regiones y mercados, de acuerdo con una instantánea de los recortes de empleo en el sector del petróleo y el gas compilada por Reuters.
“Los esfuerzos para recortar costos en medio de precios más bajos y reajustes de estrategia, como es el caso de la británica BP, para enfocarse en el negocio central de petróleo y gas, también están impulsando a las compañías a reducir los números de fuerza laboral”.
En datos, la Exxon Mobil, Chevron, Conoco Phillips y BP han anunciado miles de recortes de empleos, con algunas de estas empresas planeando reducir su fuerza laboral hasta en 25% para fines de 2027.
BP ya ha reducido el número de contratistas en 3.200, y espera que otros 1.200 contratistas salgan para fines de 2025, dijo la directora financiera, Kate Thomson, en la llamada de resultados del segundo trimestre en agosto.
Además, BP espera que su transformación organizacional en curso vea 6.200 roles impactados para fines de 2025, de una fuerza laboral basada en oficina de 40.000 empleados.
Relata que Chevron, tras haber comprado Hess Corporation por 53.000 millones de dólares, ha dicho que reduciría su fuerza laboral en 20% para fines de 2026 como parte de amplios recortes de costos. Esto incluye 800 empleos en el Pérmico.
Conoco Phillips, que adquirió Marathon Oil Corporation el año pasado, planea reducir los números de fuerza laboral hasta en 25% en todas las funciones y geografías para simplificar la organización y reducir costos.
La firma de servicios petroleros SLB está reduciendo el número de empleos en una reorganización más amplia, mientras que Halliburton también está recortando puestos en las últimas semanas, después de despedir a casi 300 empleados en Argentina a principios de este año.
El contexto petrolero mundial muestra que la agresiva política de búsqueda y extracción de petróleo en cualquier lugar del planeta, desarrollada por Trump, eleva la tasa de despidos, atenta contra la Opep y causa daños ambientales.
La caída de precios está afectando el barril venezolano. Tras haber cerrado 2024 en 64,7 dólares, el pasado 27 de septiembre la cesta de crudos se ubicaba en 54,60 dólares y el precio promedio de 2025 en 55,41 dólares. El pasado viernes 5 de diciembre cerró la semana en 47,3 dólares y el promedio bajó a 54.
