Uruguay: balance de un quinquenio neoliberal y los desafíos del movimiento sindical ante el nuevo escenario político
Álvaro Crespo y Nicolás Laesprella
El gobierno de Luis Lacalle Pou dejó una marca clara: reformas regresivas, deterioro de derechos laborales y un aumento de la desigualdad. Bajo una lógica neoliberal, se impulsaron cambios estructurales que impactaron en la clase trabajadora, mientras que el movimiento sindical sostuvo una resistencia constante, aunque sin poder revertir la ofensiva.
Con la victoria del Frente Amplio en 2024, el escenario cambió. Ahora, el reto para el movimiento sindical es pasar de la defensiva a la ofensiva, construyendo una agenda transformadora.
El quinquenio neoliberal: reformas regresivas y resistencia popular
La ofensiva contra los derechos laborales, el salario y la seguridad social
Uno de los pilares del quinquenio fue la reforma de la seguridad social, que elevó la edad jubilatoria de 60 a 65 años y consolidó el rol de las AFAP, profundizando la lógica privatizadora. La medida fue ampliamente rechazada y motivó un plebiscito, que no logró su objetivo.
Además, la Ley de Urgente Consideración (LUC) introdujo flexibilizaciones laborales y debilitó la negociación colectiva. ¿El resultado? más precarización. Entre 2019 y 2023, el porcentaje de trabajadores que ganan menos de $25.000 (menos de 600 dólares) mensuales creció del 28,1% al 32,6%, uno de cada tres.
En paralelo, el país vivió la mayor caída del salario real en dos décadas. Con ajustes salariales por debajo de la inflación y la pobreza se profundizó. La informalidad y la tercerización crecieron, incluso en sectores históricamente estables.
Pérdida de soberanía en sectores estratégicos
Durante el quinquenio neoliberal también se profundizó un proceso de entrega de sectores estratégicos a capitales multinacionales:
- Telecomunicaciones: La estatal ANTEL fue debilitada mientras Claro y Movistar accedieron a la posibilidad de usar la Fibra Óptica instalada por el estado. Asimismo, se firmaron contratos millonarios con medios privados, en detrimento de los medios públicos y comunitarios.
Puerto de Montevideo: El contrato con Katoen Natie por 80 años entregó el control logístico a la firma Belga. - Agua:
Proyecto Kahirós: Planta de hidrógeno verde, financiada por el Grupo Santander sin priorizar la soberanía energética.
Proyecto Neptuno: Construcción de una planta potabilizadora en el Departamento de San José, con un costo superior a 890 millones de dólares. El proyecto presenta serias dudas de viabilidad técnica porque como el Río de la Plata un estuario, existen períodos de elevada salinidad en el agua, limitando la posibilidad de potabilización de manera efectiva. Implica además una privatización parcial del servicio público de abastecimiento de agua. Que debe ser pública según la constitución uruguaya.
La resistencia del movimiento sindical y la Intersocial
Frente a este escenario, el PIT-CNT (única central sindical en Uruguay) jugó un rol central en la articulación de la resistencia, junto a organizaciones sociales, cooperativas, estudiantes y movimientos feministas agrupados en la Intersocial. Esto permitió:
La recolección de firmas contra la LUC y la reforma jubilatoria.
El impulso de ollas populares en barrios afectados por la pobreza.
Movilizaciones masivas en defensa de los derechos laborales y de las empresas públicas.
Sin embargo, estos años fueron de «resistencia defensiva», sin avances significativos en la mejora de las condiciones de vida.
Los desafíos del movimiento sindical en la nueva etapa
Revertir las reformas neoliberales y recuperar derechos
Con el cambio de gobierno, el campo popular, tiene la oportunidad de impulsar una agenda de recuperación de derechos:
- Derogar la reforma jubilatoria y eliminar las AFAP.
Recuperar el diálogo social tripartito, con participación real de los trabajadores.
Aumentar los salarios y combatir la precarización, en especial en los sectores de menores ingresos.
Además, se plantea la necesidad de impulsar un modelo de desarrollo con el trabajo como eje central:
- Reindustrialización y la generación de empleo de calidad.
Políticas de formación para las nuevas tecnologías sin pérdida de derechos laborales.
La reducción de la jornada laboral sin pérdida salarial.
La inversión pública en sectores estratégicos: energía, vivienda, transporte.
El movimiento sindical ante los cambios en el mundo del trabajo
El Congreso del PIT-CNT en 2025 será clave para adaptarse a las nuevas realidades laborales:
- Organizar a trabajadores de plataformas digitales como Uber o Pedidos Ya y teletrabajadores.
Incorporar a trabajadores precarizados y tercerizados a la negociación colectiva
Fortalecer las bases sindicales tras años de retrocesos.
De la resistencia a la construcción de alternativas
El quinquenio de Lacalle Pou dejó un saldo negativo para la clase trabajadora, pero también demostraron la capacidad de lucha del movimiento sindical y popular. Ahora, con un nuevo escenario político, el desafío es pasar de la defensa a la propuesta, construyendo un modelo de desarrollo que priorice el trabajo digno, la justicia social y la soberanía económica.
El Frente Amplio tendrá la responsabilidad de escuchar estas demandas sociales. Pero el movimiento sindical no puede conformarse con gestionar lo posible: debe exigir transformaciones profundas que sienten las bases para un Uruguay más justo.
*Por Álvaro Crespo, Secretario Nacional de Comunicación de AFFUR y por Nicolás Laesprella, Secretario Nacional de Organización de AFFUR.