El Gobierno cubano responde a las críticas por la subida de las tarifas de Internet y dice estar abierto al diálogo
Empresa estatal aumenta tarifas de internet móvil; estudiantes protestan y gobierno promete diálogo y transparencia
Por: Gabriel Vera Lopes
En medio de un delicado contexto de crisis social y económica, el pasado viernes 30, la empresa estatal de telecomunicaciones ETECSA anunció un fuerte y sorpresivo aumento en las tarifas de los servicios de internet móvil. El anuncio, inesperado, generó preocupación en distintos sectores y desató una serie de críticas públicas por su alcance y el momento en que fue realizado.
A partir de los cambios anunciados, se estableció un límite de hasta 6 GB de datos móviles que pueden adquirirse bajo el actual sistema de subsidios. Una vez alcanzado ese límite —con un costo de 360 pesos cubanos, equivalentes a 3 dólares en el mercado oficial y 1,5 en el informal—, el precio aumenta considerablemente, pasando a oscilar entre 3.360 pesos (por 3 GB) y 11.760 pesos cubanos (por 15 GB), lo que vuelve estos montos inaccesibles para una parte considerable de la población.
De forma inmediata, el incremento de las tarifas —así como el carácter intempestivo del anuncio— provocó fuertes críticas entre la población. El primer sector en manifestarse públicamente fue el de los estudiantes universitarios. A través de una carta publicada al día siguiente, el sábado 31, por la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de cinco facultades, expresaron su “inconformidad con el modo en que fueron implementadas las medidas”, asegurando que estas “limitan de manera significativa el acceso a internet para la población estudiantil y el conjunto de la ciudadanía”.
A partir de entonces, facultades de todo el país se pronunciaron contra las medidas, exigiendo mesas de diálogo con las autoridades de la empresa y del gobierno para “la búsqueda de alternativas que permitan solucionar los inconvenientes”. Poco después, la empresa anunció una primera serie de modificaciones destinadas a facilitar un mayor acceso a datos móviles por parte de los estudiantes.
Sin embargo, la mayoría las rechazó por considerar que “no satisfacen las demandas”, al no incorporar soluciones para el “conjunto del pueblo”. Con diferentes posturas y énfasis, desde entonces las facultades han sostenido diversas rondas de diálogo con las autoridades —tanto de la empresa como del gobierno— en busca de posibles soluciones.
Respuestas gubernamentales
El jueves 5, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel abordó el tema en su podcast semanal, bajo el título “Medidas de ETECSA: análisis crítico”. Junto a autoridades del Ministerio de Comunicaciones y de ETECSA, ofrecieron una extensa reflexión sobre las razones que motivaron la decisión, así como su encuadre dentro de las prioridades actuales del país.
Asimismo, el mandatario —haciéndose eco de las protestas de la población— formuló también algunas críticas sobre la forma en que se tomó y se comunicó la medida. Al iniciar su intervención, Díaz-Canel aseguró que, “por respeto al pueblo”, el gobierno debe reconocer “en qué se ha fallado” al diseñar o comunicar las medidas, y se comprometió a “informar con absoluta transparencia las decisiones tomadas y los ajustes posibles a esas medidas”.
Explicó que el sistema nacional de telecomunicaciones atraviesa una situación delicada y que, de no realizarse ajustes en los ingresos, se pondría en riesgo la sostenibilidad del servicio. “Renunciar a implementar las medidas sería renunciar a ingresos, sin los cuales estaríamos acelerando el ya inminente desplome del servicio”, señaló.
Los anuncios se producen poco tiempo después de que Cuba estableciera como una de sus prioridades avanzar en una mayor conectividad para la sociedad. En el marco del proceso de informatización del país, en los últimos cinco años el tráfico de datos en la isla ha crecido de manera exponencial.
Se ha pasado de una situación en la que prácticamente no existía conectividad móvil a un consumo promedio actual de 9 GB por persona. Al mismo tiempo, este vertiginoso crecimiento se produjo casi en paralelo con una abrupta caída del precio —en dólares— del servicio desde el año 2021, producto de los distintos tipos de cambio que existen en el país.
El mecanismo de ajuste que se implementó -por el que se recibe muchas de las críticas- busca disminuir el consumo de datos móviles de la población. Al mismo tiempo que es un mecanismo de captación de dólares desde el exterior -incentivando la compra de paquetes de datos desde el exterior del país-.
Díaz-Canel calificó la actual decisión de la empresa como un “repliegue táctico”, con el fin de “seguir avanzando en la transformación digital” del país. Durante su intervención, indicó además que se ha instruido a las instituciones competentes a evaluar propuestas alternativas y mantenerse abiertas a sugerencias y observaciones de la ciudadanía. El objetivo, dijo, es continuar haciendo “correcciones” y “buscando soluciones” frente a las inconformidades surgidas en los últimos días, especialmente entre estudiantes universitarios.
Díaz-Canel definió la actitud que deben asumir los miembros del gobierno socialista como la de asumir “la responsabilidad que tenemos todos como servidores públicos”. En ese sentido, sostuvo que los funcionarios deben “servir, atender, tener sensibilidad con los problemas de la población” y subrayó que “una de las bases” del concepto cubano de “poder popular” es garantizar que “la población participe en la toma de decisiones”.
Reafirmó también el compromiso con la transparencia en la gestión de los recursos obtenidos a través de estas medidas, y aseguró que se rendirán cuentas claras sobre su utilización. “Queremos informar con absoluta claridad las decisiones tomadas y los ajustes posibles, y explicar hasta la saciedad qué se hace, en qué se invierte y cuáles son los beneficios”, agregó. Asimismo, afirmó que los ingresos recaudados se destinarán a saldar compromisos pendientes en materia de infraestructura tecnológica y a sostener inversiones clave para la continuidad del servicio.
Por su parte, la presidenta de ETECSA, Tania Velázquez, ofreció disculpas públicas por el impacto de las nuevas tarifas. Insistiendo en la necesidad de la medida, afirmó: “Este paso no lo deseábamos, pero había que darlo”.
“Sabemos que estas medidas han generado molestias y afectaciones, especialmente entre los jóvenes y estudiantes. Les pedimos disculpas y estamos abiertos a escuchar sus propuestas”, aseguró.
Protestas estudiantiles
Mientras los anuncios del presidente aún se analizaban, el viernes (6), representantes estudiantiles se reunieron con el ministro de Educación y propusieron la creación de un Grupo de Trabajo Multidisciplinario, con el objetivo de encontrar soluciones a la crisis generada por las nuevas tarifas.
En entrevista con Brasil de Fato , José Almeida, secretario de la coordinación de la FEU en La Habana, defendió la participación activa de los estudiantes y el debate público, destacando que la participación popular es uno de los pilares de la cultura política de la Revolución.
“En Cuba contamos con una institucionalidad construida y moldeada por una larga tradición de participación popular. Todo lo que tenemos ha sido forjado junto al pueblo, un pueblo que, desde hace más de sesenta años, ha sido protagonista de su Revolución. Esa es nuestra herencia: una tradición orientada a garantizar espacios para el diálogo y la participación”, aseguró.
De manera autocrítica, añadió: “Todo es perfectible, y es nuestra responsabilidad —sobre todo la de los jóvenes— no conformarnos y trabajar para mejorar aquello que lo requiera. Esa es la tradición que reivindicamos: la tradición de la Revolución, que debemos defender y preservar”.
Las intervenciones y reflexiones impulsadas por los jóvenes —quienes han asumido un rol protagónico— no se limitan a la cuestión de las tarifas de datos móviles. El debate trasciende lo económico y abre paso a discusiones colectivas sobre el significado de la empresa estatal socialista —como lo es ETECSA—, el pacto social y los derechos sobre los que se sustenta la Revolución. Así como los mecanismos de participación y crítica en las decisiones.
Desde que se anunciaron los aumentos, asegura Almeida, el compromiso de los estudiantes “ha sido siempre el de buscar soluciones”, expresando “con claridad” sus “inconformidades y reclamos”.
“Desde entonces, se han abierto diversos canales de diálogo y concertación, donde existe la voluntad de avanzar en la búsqueda de respuestas que atiendan nuestras demandas y necesidades. Sin embargo, alcanzar consensos no es un proceso sencillo: requiere comprensión y, sobre todo, tiempo”, reflexiona.
Durante esta semana, entre los estudiantes ha habido una diversidad de posturas. A través de cartas elaboradas en distintas facultades, se manifestaron opiniones y se propusieron espacios de debate sobre cómo continuar con los reclamos.
“Es natural que existan opiniones diversas sobre cuál es la mejor forma de seguir adelante”, señala Almeida, y agrega que quienes tienen responsabilidades de representación estudiantil “debemos escuchar todas las voces”.
“Trabajamos para alcanzar consensos entre los estudiantes o, en su defecto, para que se respete la decisión de la mayoría”, subraya. Al mismo tiempo, advierte sobre las campañas de “desinformación y manipulación” que, según afirma, buscan distorsionar todo lo que ocurre en Cuba.