Repudio a Rosenkrantz en México | Emilio Recanatini Méndez: “en Argentina el nombramiento de los jueces sigue siendo una potestad casi monárquica”

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Emilio Recanatini Méndez, integrante del  colectivo de extranjeros en el exterior, capítulo México: “en la Argentina el nombramiento de los jueces todavía sigue siendo una potestad casi monárquica”

Emilio Recanatini Méndez es periodista, consultor, docente e integrante del  colectivo de Extranjeros en el exterior, capítulo México. En diálogo con NODAL informó sobre la concentración que se realizó en el hotel Marquis Reforma ubicado en Ciudad de México, el pasado 15 de junio donde se alojó Carlos Rosenkrantz, miembro de la Corte Suprema de Justicia argentina. El periodista señaló que fue una protesta que incumbía no sólo a argentinos, sino que también tocaba los intereses de mexicanos y mexicanas.

¿Por qué la iniciativa de concentrarse en el hotel Marquis Reforma? 

La iniciativa fue porque teníamos información de que allí se iba a celebrar un encuentro de juristas a nivel americano que se llama CELA 2025 donde iba a estar participando, no como ponente, o al menos no estaba anunciando en la poca información disponible, pero sí como invitado uno de los tres jueces de la Corte Suprema de la República Argentina, Carlos Rosenkrantz. Uno de los autores de la proscripción política y la condena a seis años de prisión sin ninguna prueba de la ex presidenta Cristina Fernadez de Kirchner

 

¿Quién es Rosenkrantz y por qué está hoy en México?

Carlos Rosenkrantz es un abogado que históricamente pertenecía a un buffet que tenía grandes empresas multinacionales entre sus clientes, una de ellas, Clarín. Rosenkrantz fue nombrado por decreto durante el gobierno del expresidente argentino Mauricio Macri en su gobierno neoliberal. Él fue uno de los teóricos del llamado “2×1”, que era una proposición de conmutar las penas por delitos de lesa humanidad de los genocidas argentinos que están cumpliendo cárcel efectiva y común, para que pudiesen salir en libertad. Esto tuvo una resistencia popular muy grande y gracias a ello se pudo  detener la iniciativa. En el camino, Carlos Rosenkrantz aceptó ser nombrado por decreto, cosa que es completamente inconstitucional, y tomó cartas en el asunto en muchas causas. En la última, más resonante, con un voto y una posición en duda hasta último momento. En forma misteriosa, 48 horas después de una operación de prensa conjunta de casi todos los grandes medios del país, cambió su voto o definió su voto en tiempo récord. Gracias a su posición, Cristina Fernandez fue condenada en la llamada “Causa vialidad” que es una causa que todos los juristas no tendenciosos directamente tachan de “papelón”.

¿Qué pueden decir de lo que está atravesando Cristina Fernández en Argentina bajo el contexto de Lawfare? 

La situación que está atravesando Cristina Fernández de Kirchner, en primer lugar, es una detención totalmente arbitraria con una causa armada, en la cual, en todo el expediente ella no aparece nombrada en ningún momento, ni siquiera aparece vinculada con algunos de los imputados en el caso. De hecho, el fiscal Luciani, quien impulsa la acusación, en su alegato final dice “no tengo pruebas pero tengo sentido común”. Y que sepamos en el Código Penal todavía el sentido común no aparece y lo que son contundentes y deben ser contundentes son las pruebas. Eso nos da a pauta de la situación que se está viviendo en términos judiciales en la Argentina. Recordemos que durante el gobierno de Mauricio Macri le quedó a éste por una situación casi fortuita, la potestad de nombrar una gran cantidad de jueces e incluso jueces de la Corte que por edad o por diversas situaciones de salud iban renunciando, con lo cual Macri completó la Corte con dos nombramientos, llevándolo a tres. La de Argentina es la única Corte en el mundo que funciona con tres personas, y en este caso con una animosidad contra Cristina Fernández de Kirchner muy grande, entre otros motivos, porque ella impulsó en el año 2014-2015 una reforma judicial, una democratización de la justicia similar, no sé si tan profunda, pero similar a la que se implementó en México y al no tratarse de una elección popular como fue en el caso de México, el propio sistema judicial la rechazó. Por supuesto, la Corte Suprema fue la primera que declaró la inconstitucionalidad de la reforma judicial.

¿Qué piensan de está situación como colectivo de argentinxs en el exterior? 

El colectivo de extranjeros en el exterior, hablo por el capítulo México, estamos sensibilizados con esta situación porque demolieron el Estado de Derecho, con lo cual cualquier juez, cualquier jueza puede disponer de la libertad o de los bienes de cualquier argentino. Incumpliendo absolutamente todo el código procesal y todo el código penal, sin chances de apelación, con procesos totalmente viciados y que sin ninguna variante siempre resuelven a favor de los poderes fácticos, sean los económicos o los intereses multinacionales.

¿Qué contexto atraviesa México y cuáles son las diferencias con Argentina?

El primero de junio, se votaron por primera vez y se eligieron popularmente los jueces y las juezas en gran parte de la República. Esto es diametralmente opuesto a lo que estamos viviendo en la Argentina, donde el nombramiento de los jueces todavía sigue siendo una potestad casi monárquica, porque es el rey que nombra a su corte, con la única salvedad que debe pasar el filtro o el acuerdo del Senado y la Cámara de Diputados. El Senado, y lo que nos lega ya desde hace muchísimas décadas en el caso argentino, es una justicia totalmente clasista, al margen de las necesidades de la población, con una capacidad de remoción de los jueces ínfima, donde se conforma lo que se llama la familia judicial. Es decir, tienen la potestad de nombrar a sus familiares y a su entorno cercano dentro de los juzgados, los cargos son vitalicios, con sueldos exorbitantes, ellos mismos se arrogaron la facultad de eximirse una cantidad importante de impuestos, de una serie de prebendas que no tiene ninguno de los otros dos poderes del Estado. Y básicamente es el único poder que no es elegido y es muy difícil que sea removido. Todo lo contrario de lo que está pasando en México.

¿Por qué tuvo tanto impacto la iniciativa?

Esto fue por la particularidad de este encuentro, del señalamiento de la presencia casi subrepticia del juez Rosencrantz después de condenar a Cristina y proscribir y prohibirle a 50 millones de argentinos que la voten, siendo hoy por hoy la líder más importante que tiene el país. En el encuentro no solamente se tocaba como temario la situación de lo que estaba sucediendo en la Argentina con la legislación, sino que además, off the record, tuvimos acceso al conocimiento de que uno de los ejes sobre los cuales iban a trabajar la mayoría de los juristas que vinieron, muchos argentinos, pero había chilenos, había brasileños, había canadienses, era encontrar el resquicio legal, teórico legal, para poder frustrar la asunción de los jueces que fueron elegidos o eventualmente y truncar los fallos que emanen de los juzgados que asuman los nuevos jueces elegidos por el pueblo mexicano. Este encuentro fue auspiciado por la Universidad de Yale y cerrado solamente para abogados doctorados en Yale, por eso había tan poca información e incluso información confusa. Lo que estaban trabajando durante los tres días que duró el encuentro, en el fondo, era analizar la situación argentina donde la Corte Suprema prácticamente asume el poder ejecutivo y el caso de México la argucia legal o la teoría que pudiese respaldar el desconocimiento de la elección de los magistrados y las magistradas. Con lo cual, no solamente fue una acción o una protesta que incumbía a los argentinos, sino que también toca los intereses directamente de los mexicanos y las mexicanas y por eso el grupo tuvo tanto apoyo entre la población mexicana.


 

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