Argentina | La Justicia habilitó a Cristina Fernández de Kirchner a “salir a su balcón”

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El balcón volvió a ser el nexo de CFK con su gente

Por Irina Hauser y Raúl Kollmann

Cristina Fernández de Kirchner puede «en principio» salir al balcón, dijo el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2). La aclaración «en principio» es una amenaza que indica que la situación podría cambiar si «perturba» la «tranquilidad» del barrio. Un párrafo más abajo, la resolución dispuso que la expresidenta deberá utilizar una tobillera electrónica, de la que están eximidos, por ejemplo, la mayoría de los 498 represores que cumplen condenas en prisión domiciliaria. El trámite para colocársela se hizo en tiempo record: a la mañana hubo una evaluación técnica y al atardecer la expresidenta ya tenía en su casa al personal de la Dirección de Asistencia a Personas Bajo Vigilancia Electrónica del Ministerio de Seguridad Nacional listo para dejarle puesto el dispositivo de control, que en su caso no tiene razón de ser. Es la forma de humillación buscada después de la enorme movilización del miércoles que, además, disuadió a los jueces del plan original de dejar a CFK detenida unas horas o días.

Después de ser notificada por el TOF2 y ya con la tobillera puesta, Cristina salió al balcón mientras una multitud coreaba «¡Vamos a volver, a volver, vamos a volver!» Con un toque de humor e ingenio popular circulaban por la zona mujeres que lucían tobilleras adornadas con flores.

Todas las resoluciones judiciales relacionadas con la situación de detención de la dos veces presidenta, es ostensible, apuntan también a silenciarla: buscan limitarle la actividad política, el contacto con la militancia y con la gente que quiere darle apoyo. En la misma línea está la restricción de las visitas, algo que no se suele aplicar quienes cumplen prisión domiciliaria. En este punto el tribunal estableció que le tienen que pedir permiso quienes no están en la lista solicitada de integrantes del círculo más cercano a CFK, además de médicos y abogados.

Las medidas que se toman desde tribunales van al compás de las quejas de los medios y comunicadores afines al macrismo y al gobierno, y las del poder económico. Primero fue la sentencia de la Corte Suprema, también en tiempo record y con la finalidad de proscribirla después que anunció su candidatura en la tercera sección electoral bonaerense, y luego comenzaron las disposiciones para el cumplimento de la pena. Todo esto sin contar la historia de persecución a CFK desde hace doce años, y más, con causas judiciales. Uno de los abogados de Cristina, Carlos Beraldi, dijo que apelarán el cepo a las visitas y la decisión de que lleve una tobillera electrónica.

Otra cuota de ensañamiento fue volcada sobre otro de los condenados por la Corte. Se trata del extitular de Vialidad Nelson Periotti, un hombre que está por cumplir 80 años y tiene un complejo cuadro de salud, como informó Página/12. Después de presentarse en Comodoro Py, estuvo detenido en la Unidad 28, en el subsuelo del Palacio de Justicia de la calle Talcahuano donde hay calabozos, hasta que este jueves le hizo una evaluación el Cuerpo Médico Forense. Pero como entregaría los resultados recién el lunes, la decisión fue mandar al exfuncionario a la cárcel de Ezeiza sin siquiera darle una domiciliaria provisoria como les suelen conceder a los genocidas mayores de 70 años con algunas dolencias. Periotti tiene deterioro cognitivo, un tumor en la cara que le deben extirpar pronto, problemas en la cadera, una prótesis de rodilla, fracturas de varias costillas a raíz de una caída y otros problemas de salud propios de su edad. Los otros condenados fueron enviados también a la cárcel de Ezeiza, a otros sectores.

El balcón 
Cuando el TOF2 concedió la prisión domiciliaria a Cristina Kirchner, señaló entre las reglas de conducta una que describió así: «Deberá abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes». Como era obvio la traducción de esa frase tan difusa podía ser que no debía salir al balcón, momento que sus simpatizantes esperaban en los últimos días para expresarle respaldo y afecto y por el que los grandes medios se quejaban. Eso motivó que su defensa pidiera una aclaración a los jueces, para que dijeran qué es exactamente lo que puede hacer y lo que no. La respuesta que dieron parece redactada para evitar el enojo de quienes claman por las peores condiciones para su detención.

«A fin de despejar cualquier duda sobre el alcance de la referida norma de conducta impuesta, debemos recordar (aunque resulte ocioso) que el tribunal no ha vedado a la Sra. Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, en principio, el uso y goce de ningún espacio específico de la arquitectura del inmueble en el que habita», señala la decisión que firman Jorge Gorini –el juez a cargo de la ejecución de la pena– y su compañero de tribunal Rodrigo Giménez Uriburu. En cuanto «al comportamiento que se le exige», sostuvieron, «se espera de la solicitante el criterio, la prudencia y el sentido común suficientes para discernir en qué contexto el uso del balcón resultará una acción inocua y en cuál podrá implicar una perturbación para la tranquilidad y la convivencia pacífica del vecindario y sus habitantes (única y exclusiva situación que se pretende proteger con la regla de conducta en cuestión)». Así las cosas, puede salir al balcón. Pero ¿cabe que salude, baile, cante o hable o dirán que eso genera molestias en el barrio?

Los abogados de Cristina habían señalado que se había generado «un debate de carácter público, tal como lo reflejan los distintos medios de comunicación del país» por las salidas al balcón. En mal tono, los jueces respondieron que una «aclaratoria» solo está destinada a que un tribunal «subsane deficiencias de orden material o conceptual» o supla «omisiones» y que en este caso no hay «conceptos oscuros u omisiones que impidan su correcta comprensión y ejecución». Además dijeron que su función «no es zanjar supuestos debates públicos y mediáticos sobre temas de interés general (aunque estos temas tengan relación indirecta con el proceso)». Es una paradoja cuando las decisiones judiciales sobre este y otros temas han respondido en distintas instancias a presiones mediáticas.

La tobillera 
En la mañana del jueves la Dirección de Asistencia a Personas Bajo Vigilancia Electrónica, que depende de la Subsecretaría de Asuntos penitenciarios del ministerio a cargo de Patricia Bullrich mandó personal a la vivienda de Cristina, en San José 1111, en Constitución, a verificar si estaban dadas las condiciones técnicas para colocarle la tobillera electrónica. Fueron a ver si funcionaba bien la señal que transmite con un código de identificación y el GPS, y si se producían errores como la activación accidental de la alarma que está asociada.

Según había argumentado el tribunal, la ley de Ejecución Penal dispone que la tobillera sea colocada a las/os detenidos en prisión domiciliaria sí o sí. Es una  interpretación que surge de una modificación que se hizo con la llamada «Ley Petri», que fue impulsada por el actual ministro de Defensa Luis Petri, para establecer modos de endurecimiento en cumplimiento de penas. Los jueces del TOF2 alegaron que el criterio de ellos es colocarla y que no importa si no hay peligros procesales, como el de fuga, que es el que se intentó sugerir insólitamente sobre CFK, como si fuera a huir a Cuba.

Abogados penalistas consultados por este diario remarcaron que la tobillera no es la regla en las domiciliarias y que incluso como hay pocas su colocación a veces demora de tres a cuatro meses. Hay personas a las que las controlan simplemente con un llamado cada quince días. La dirigente del Frente de Izquierda Myriam Bregman, publicó en la red «X» que en el caso de los genocidas que están en su casas cumpliendo detención (que son 498 contra 110 que están en unidades penales) sólo el 16% tiene tobillera.

La tobillera tiene un «micro transmisor de radio de alta frecuencia y baja potencia, que transmite un código de identificación único» a una «Unidad de Rastreadora». Esta monitorea el desplazamiento de una persona fuera de su domicilio e incluso se puede programar con una agenda de horarios y zonas. También detecta si se la intenta manipular o violentar. Existe una estación central de monitoreo que informa datos, horarios y posiciones. El dispostivo es hermético: no le entra polvo ni agua.

Para CFK la tobillera electrónica llegó en cuestión de horas. El TOF2 dejó sentado en su resolución que había recibido un informe con «conclusiones favorables» y ordenó que le fueran a poner el dispositivo. Así, el mensaje fue: no le prohibimos salir al balcón pero de la tobillera no se salva, pese a que sus abogados habían planteado que era innecesaria, y lo van a reiterar. La revisión deberá hacerla la Cámara de Casación. En el caso Vialidad los jueces que intervinieron Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña. Los dos primeros fueron visitantes habituales de Mauricio Macri –cuyo gobierno fue denunciante en este caso– durante su presidencia.

Es evidente que la tobillera o pulsera electrónica es una herramienta que tiene lógica cuando hay peligro de que alguien se escape –como sí ha ocurrido con represores que se han profugado– pero en este caso es muy evidente solo sirve para el show y generar idea y clima de humillación mientras a CFK se la ve calma y con total entereza.

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Carlos Beraldi recurrirá la imposición de la tobillera electrónica a Cristina Kirchner

El abogado de Cristina Kirchner, Carlos Beraldi, informó este jueves que recurrirá ante la Justicia la imposición de la tobillera electrónica que dispuso la justicia luego de que aceptara que la ex mandataria cumpla su condena a seis años de prisión e inhabilitación especial perpetua para ocupar cargos públicos bajo el beneficio de la prisión domiciliaria.
En diálogo con los periodistas apostados afuera de la casa de Cristina Kirchner en San José 1111, en el barrio porteño de Constitución, Berladi aseguró que a lo largo de esta mañana «pasaron para hacer un informe técnico y ya se retiraron».

El informe técnico busca determinar si están dadas las condiciones necesarias para que se le pueda imponer el uso de una tobillera electrónica a la ex mandataria mientras cumple con su pena.

Según explicó Beraldi, se realizó el informe técnico sobre el cálculo de las emisiones de las señales que «ahora se va a mandar al Tribunal que resolverá si efectiviza o no» el uso de la tobillera electrónica.

Sobre esta posibilidad el letrado aseguró que «nosotros creemos que eso es una imposición que no corresponde es totalmente innecesaria, y la vamos a recurrir».

Esta mañana la Dirección de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica que depende del Servicio Penitenciario Federal comenzó a elaborar los informes técnicos de viabilidad para colocarle la tobillera electrónica a Cristina tal como ordenó el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2).

Se trata de informes técnicos de viabilidad solicitados por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2, “en el marco del procedimiento habitual que se aplica ante este tipo de requerimientos judiciales”, informaron fuentes oficiales. Los técnicos tomaron las medidas y dimensiones del departamento de San José 1111 para poner los dispositivos que detectarán si la ex presidenta sale del edificio.

Una vez finalizado, el informe “será remitido oportunamente al Tribunal, que es la autoridad competente para evaluar su contenido y resolver lo que en derecho corresponda», es decir: la colocación o no del dispositivo electrónico.

MINUTO UNO


 

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