Mueren al menos 73 gazatíes por disparos israelíes en puntos de reparto de comida en medio de un creciente riesgo de hambruna
Los fallecidos por hambre desde que comenzó la guerra ascienden a 86, de los que 76 son niños, según el Gobierno de Hamás. El ejército israelí abre un nuevo frente con órdenes de evacuación en Deir al Balah.
Los ataques del ejército israelí se mantienen en toda la franja de Gaza mientras sigue sin haber noticias de una posible tregua y la desnutrición consecuencia del bloqueo de Israel a la ayuda alcanza niveles nunca vistos. Al menos 130 personas han muerto en las últimas 24 horas, de las que 73 han perdido la vida este domingo cuando iban a recoger comida. El incidente más grave, con 67 fallecidos, ha tenido lugar cerca de Beit Lahia, en el extremo noroeste de la Franja, denuncian las autoridades del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás. El grupo islamista palestino califica los hechos de “matanza” por parte de soldados israelíes, que siguen empleando el hambre como arma para “matar civiles”.
El ejército israelí confirma que realizó “disparos de advertencia para eliminar una amenaza inmediata para las tropas” en esa zona de Beit Lahia (junto a la frontera con Israel) donde, añaden, había miles de personas, según explicaciones publicada en medios locales. Como cada vez que tiene lugar una matanza de este tipo, los portavoces castrenses han informado de que se ha abierto una investigación. Desde el lugar del ataque llegan imágenes de víctimas, muertos y heridos, siendo evacuados en carros tirados por burros, en coches o en bicicletas. Dentro y fuera de los hospitales, se han ido apilando decenas de cadáveres.
Horas antes, el ejército había anunciado nuevas órdenes de evacuación forzosa contra la población y que son ilegales, según el derecho internacional humanitario. Los militares han lanzado panfletos y publicado a través de redes sociales amenazas contra habitantes de algunas zonas de la localidad de Deir al Balah, en el centro de la Franja. El ejército afirma que prepara una operación terrestre sobre Deir al Balah, que sería la primera incursión en esta ciudad desde el inicio de la guerra.
El ejército de Israel “continúa operando con gran fuerza para destruir las capacidades del enemigo y la infraestructura terrorista en la zona, mientras expande sus actividades a una zona donde no han operado antes”, ha advertido el portavoz castrense en árabe, Avichay Adraee. Deir al Balah es la mayor población del enclave mediterráneo palestino en la que las tropas israelíes no han entrado a sangre y fuego en los 21 meses de guerra.
De forma paralela, Israel ha anunciado que suspende la renovación del visado a uno de los funcionarios más críticos de la ONU durante la contienda. “Cada día que pasa, Gaza se convierte en una escena del crimen cada vez más grande”, denunció a finales de mayo Jonathan Whittall, jefe de la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA) para los Territorios Palestinos Ocupados. Ahora no podrá seguir trabajando sobre el terreno si el Gobierno del Estado judío no da marcha atrás. El anuncio lo ha hecho el ministro de Exteriores, Gideon Saar, que le acusa de “comportamiento sesgado” antiisraelí.
Uno de los aspectos sobre los que Whittall centra sus críticas es el bloqueo a la comida y la consecuente hambruna. Estos días, las imágenes de menores muertos o en estado crítico, con sus cuerpos cadavéricos por falta de alimentación en Gaza se han multiplicado. Son víctimas inocentes de la guerra con nombres y apellidos: Yahya Fadi al Najjar, un niño de tres meses; Sanaa Al Lahham, una niña de año y medio; Razan Abu Zaher, una niña de cuatro años; Jawad Al Anqar, un niño de un mes… todos han muerto en las últimas horas por falta de alimento o complicaciones derivadas de la malnutrición.
Hasta el momento, durante la actual guerra, hasta 76 niños y 10 adultos han muerto por desnutrición, según datos del Ministerio de Sanidad de Gaza, que califica el dato de “masacre silenciosa” en un comunicado de este domingo. La vida de hasta 600.000 niños menores de 10 años corre peligro debido a la desnutrición, incluyendo 60.000 bebés privados de fórmula infantil y, además, hay 60.000 mujeres embarazadas desnutridas, según esa misma institución. El Estado judío lleva meses empleando el hambre como arma de guerra y la Franja “está experimentando las peores etapas de la hambruna, alcanzando niveles catastróficos, en medio de un silencio internacional sin precedentes”, denuncia el ministerio. Las autoridades gazatíes exigen “la apertura inmediata de los pasos fronterizos para permitir la llegada de alimentos y medicamentos”.
Naciones Unidas asegura que dispone de comida almacenada para toda la población de Gaza durante un periodo superior a tres meses pero que el bloqueo israelí impide su llegada y reparto, según un comunicado de este viernes de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, según sus siglas en inglés). “Abran las puertas. Levanten el bloqueo”, exigen. Esta agencia, vetada por el Estado judío, es el pilar fundamental en la asistencia de la población de la Franja tanto por experiencia como por número de empleados. Entre las víctimas calculan que hay más de un millón de niños.
La desnutrición entre los niños de Gaza ha aumentado en medio de una grave escasez de suministros nutricionales, alerta la UNRWA. Uno de cada diez niños examinados en sus centros de la Franja sufre desnutrición, un fenómeno, añade esa agencia de la ONU, que era poco frecuente en ese territorio antes de la guerra. “Ahora está diseñado y efectuado por el hombre”, lamentan.
Organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) con una amplia experiencia en el terreno, denuncian también situaciones de extrema gravedad. Las clínicas de esta ONG en Al Mawasi (sur) y Ciudad de Gaza (norte) registran un récord de casos de desnutrición. “Es la primera vez que presenciamos esta magnitud de casos de desnutrición en Gaza”, denuncia Mohammed Abu Mughaisib, coordinador médico adjunto de MSF en el enclave palestino, según palabras recogidas en un comunicado el viernes. “Por la desnutrición en mujeres embarazadas, muchos bebés nacen prematuramente. Nuestra UCI neonatal está saturada, hay hasta cuatro o cinco bebés compartiendo incubadora. Es mi tercera vez en Gaza y nunca había visto algo así”, señala por su parte Joanne Perry, médica de esta organización.
Israel veta a la ONU y a las organizaciones humanitarias que llevan décadas trabajando sobre el terreno en la distribución de ayuda porque, afirma el Gobierno que encabeza el primer ministro Benjamín Netanyahu, la ayuda acaba en manos de Hamás. Por eso, desde finales de mayo el Estado judío, junto con Estados Unidos, ha impuesto un mecanismo de reparto gestionado con mercenarios extranjeros armados que denominan Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, según sus siglas en inglés). En los últimos dos meses, al menos 870 gazatíes han muerto por los constantes tiroteos en los lugares de distribución de ayuda, según la ONU. Para las autoridades sanitarias locales la cifra supera los 900 y los heridos 6.000. El diario israelí Haaretz denunció que militares israelíes están recibiendo órdenes de disparar a civiles desarmados que van a por comida a puntos de la GHF.
El elevado número de víctimas “ha aumentado la presión sobre el debilitado sistema de salud”, señala el comunicado del Ministerio de Sanidad palestino. Los llamamientos para que se done sangre han resultado “ineficaces”, además del “agravamiento de los casos de desnutrición, anemia y fatiga severa, un peligroso indicador que presagia un futuro aún peor”, añade el texto. Los muertos en el enclave palestino durante la actual contienda ascienden a más de 58.800 personas, la mayoría mujeres y menores.
El Papa reitera su llamamiento al alto el fuego en Gaza mientras Israel pide evacuar el centro del enclave
León XIV ha pedido a la comunidad internacional que respete el derecho internacional y proteja a los gazatíes, al tiempo que Tel Aviv advierte de una invasión terrestre en el centro del territorio palestino, donde se encuentra una instalación de la ONU.
El Papa ha reiterado este domingo su llamamiento a un alto el fuego inmediato en Gaza, pidiendo a la comunidad internacional que respete las leyes internacionales y la obligación de proteger a los civiles del enclave palestino. «Una vez más pido el fin inmediato de la barbarie de esta guerra y una resolución pacífica del conflicto», ha dicho el pontífice al final de su oración dominical del Ángelus desde su retiro estival en Castel Gandolfo.
León XIV también ha expresado también su «profundo dolor» por el ataque israelí del jueves contra la única iglesia católica de la franja de Gaza, en el que murieron tres personas y otras 10 resultaron heridas, entre ellas el párroco con el que el difunto Papa Francisco se comunicaba a diario. «Hago un llamamiento a la comunidad internacional para que respete el derecho humanitario y la obligación de proteger a los civiles, así como la prohibición de los castigos colectivos, el uso indiscriminado de la fuerza y el desplazamiento forzado de poblaciones», ha añadido.
El bombardeo de la Sagrada Familia de Gaza también dañó el recinto eclesiástico, donde cientos de palestinos se han refugiado de la guerra entre Israel y Hamás, que ya ha cumplido 21 meses. Israel ha expresado su pesar por lo que describió como «un accidente», con sus portavoces gubernamentales asegurando estar investigando los hechos. «Tenemos que dialogar y abandonar las armas», ha dicho el pontífice tras presidir una misa en la cercana catedral de Albano. «El mundo ya no tolera la guerra», ha añadido ante los periodistas que le esperaban fuera de la catedral.
Decenas de muertos este domingo tras otro bombardeo israelí a zonas de entrega humanitaria
Dentro de la franja de Gaza, al menos 73 personas han muerto mientras el Papa impartía su homilía desde su residencia de verano mientras intentaban acceder a puestos de ayuda humanitaria en varios puntos de la franja, según ha informado el Ministerio de Sanidad del territorio palestino, dirigido por Hamás.
El Ejército israelí dice que sus soldados dispararon contra una concentración de miles de palestinos en el norte del enclave que «suponían una amenaza» y que tiene constancia de «algunas víctimas», rechazando las cifras dadas por las autoridades gazatíes.
El mayor número de muertos, según el ministerio y los pocos hospitales que quedan en pie, se produjo en el norte del territorio, donde al menos 67 palestinos han muerto mientras intentaban conseguir la ayuda que entraba en el norte de Gaza a través del paso fronterizo de Zikim con Israel. Varios testigos aseguran que el Ejército israelí disparó contra la multitud.
La ONU reclama saber si sus instalaciones están incluidas en la orden de evacuación
Mientras tanto, el Ejército israelí ha publicado este domingo nuevas advertencias de evacuación para zonas del centro de Gaza, en una de las pocas áreas donde el Ejército rara vez ha operado con tropas terrestres. La evacuación cortaría el acceso entre la ciudad de Deir al-Balah y las ciudades meridionales de Rafah y Jan Yunis.
Naciones Unidas se ha puesto en contacto con las autoridades israelíes para aclarar si las instalaciones de la ONU en el suroeste de Deir al-Balah están incluidas en la orden de evacuación, según un funcionario de la ONU bajo condición de anonimato. Este funcionario afirma que, en ocasiones anteriores, las instalaciones de la ONU se habían librado de dichas órdenes. El anuncio abarca un área que se extiende desde una zona previamente evacuada hasta la costa y dificultará gravemente la circulación de los grupos de ayuda y los civiles en Gaza.
El portavoz militar Avichay Adraee advierte de que el Ejército atacará «con intensidad» a los militantes y ha exigido a los residentes, incluidos los que se refugian en tiendas de campaña, que se dirigieran a la zona de Muwasi, un campamento improvisado en la costa sur de Gaza que el Ejército israelí ha designado como zona humanitaria.
El anuncio se produce en un momento en que Israel y Hamás han estado celebrando conversaciones de alto el fuego en Qatar, pero los mediadores internacionales afirman que no se han producido avances. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha insistido repetidamente en que la ampliación de las operaciones militares de Israel en Gaza presionará a Hamás para que negocie, pero las conversaciones llevan meses estancadas. A principios de mes, el Ejército israelí declaró que controlaba más del 65% de la Franja de Gaza.