Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Julio Schiappa*
Peñico la nueva joya arqueológica, de 3,800 años de antigüedad, descubierto por la Dra. Ruth Shady y su equipo de arqueólogos peruanos, ratifica el rol fundacional de la cultura peruana. Una de las 6 culturas más importantes de la tierra.
Peñico ratifica que las relaciones económicas y comerciales estaban establecidas en un esquema vertical de integración de pisos ecológicos, descrita por el antropólogo John Murra hace 60 años. En Peñico esta integración incluye productos de la selva, siendo un centro comercial de intercambio de productos de las 3 regiones naturales. Una regionalización que también practicaron los incas, gestando un imperio modelo por la calidad de su alimentación y explotación de recursos naturales. Y que, para el geógrafo Andrés Pulgar Vidal, es la vía más lógica para descentralizar el Perú.
Esta noticia también nos recuerda los peligros denunciados por Shady, la mayor arqueóloga peruana del siglo XXI, con la invasión del crimen organizado en Caral. Grupos que invaden las áreas aledañas y las propias ruinas, para vender terrenos Además de lanzar amenazas de muerte contra la descubridora de la civilización Caral.
Shady contó a medios de prensa que las autoridades policiales de Supe, distrito donde están ubicados los restos de esta cultura fundacional, declaraban “no tener personal para defender la ciudadela”. ¡No era prioridad la seguridad personal de nuestra más grande arqueóloga y de uno de los sitios más antiguos de la historia de la humanidad¡
Shady también insinuó, que el Ministerio de Cultura no colaboraba con proteger el patrimonio arqueológico del país. Menos a Caral, y a su fascinante hijito menor, de nombre sonoro y bonito, Peñico.
La ignorancia, la falta de cultura, de los gobernantes, unidos a la ineptitud burocrática del MINCUL reflejan la falta de un buen gobierno de los temas culturales del estado. El MINCUL vive pendiente de la taquilla de los sitios arqueológicos. Carece de estrategia y valor para protegerlos.
El colmo de los colmos de esta historia del coraje de una mujer contra la desidia, fue su anuncio hace pocos días que “iban a tener que contratar seguridad privada” para cuidar Caral.
El estado no le ofrecía respaldo ni seguridad para proteger las gloriosas ruinas donde se fundó el Perú y la cultura andina. Nadie más que la heroica Shady hace lobbies por Caral. Inaudito que los arqueólogos deban desviar fondos privados, que reciben de la cooperación internacional o universidades, para proteger un bien público.
*Periodista y sociólogo, exasesor de Dina Boluarte