Bolivia: Runasur se pronuncia en defensa de la madre tierra y a favor de la libertad de Cristina Fernández- Por Solange Martínez
Por Solange Martínez*
En un contexto regional marcado por la fragmentación política, Bolivia acaba de dar una señal clara: los pueblos pueden construir una agenda propia. El Encuentro Internacional RUNASUR, realizado el 2 y 3 de agosto en Ivirgarzama, Cochabamba, reunió a organizaciones sociales de más de diez países y relanzó un proyecto de integración continental con anclaje popular, plurinacional y soberano para los pueblos Latinoamericanos.
Participaron delegaciones de Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela, Colombia, Chile, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Uruguay y Paraguay con delegaciones conformadas por movimientos sociales, estudiantiles, sindicales y de pueblos originarios, entre otros.
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A diferencia de los foros diplomáticos tradicionales, RUNASUR se fundó en 2021 como una propuesta de integración disruptiva: construir una América Latina articulada desde sus pueblos, no desde los gobiernos. La plataforma, impulsada por el ex presidente Evo Morales, refuerza una idea cada vez más extendida entre los movimientos sociales: no hay justicia social sin soberanía, ni integración sin participación popular. Una unión y articulación popular desde las bases hacia las cúpulas de los estados. Se busca así una integración que trascienda la coyuntura política y que fortalezca la unidad de los movimientos sociales, indígenas y sindicales latinoamericanos que aspiran a un objetivo en común: soberanía política, económica y cultural de los pueblos.
Durante el encuentro se aprobaron once ejes estratégicos. Entre ellos, la defensa de la Madre Tierra, la ciudadanía universal, la desmilitarización del continente y la garantía de servicios públicos como derecho humano. Desde el bloque se anunció también la creación del Movimiento Intercontinental Anticolonial (MIA), un espacio que busca articular resistencias globales frente al imperialismo y a la concentración de poder económico y mediático.
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La declaración final denuncia el bloqueo a países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, y cuestiona abiertamente la vigencia de la Doctrina Monroe, que desde hace dos siglos sostiene la injerencia de Estados Unidos en la región. En contraposición, RUNASUR propone un nuevo horizonte: Estados plurinacionales que garanticen inclusión, redistribución y autonomía frente a las potencias globales.
El acto de apertura, que coincidió con el Bicentenario del Estado Plurinacional de Bolivia, y los festejos por el día de la Pachamama estuvo precedido por un festival de culturas originarias. Allí, más de treinta agrupaciones de sikuris, qhonqotas y agrupaciones de danzas milenarias reforzaron el carácter simbólico del encuentro: la integración no se construye sólo desde lo político, sino también desde lo cultural y lo ancestral, entendiendo la cultura como un territorio en disputa y un vector de colonialismo.
La región pide por la libertad de Cristina Fernández de Kirchner
Uno de los anuncios que más repercusión generó fue el lanzamiento del Comité Internacional “Cristina Libre”. Esta iniciativa, ya activa en México y Brasil, denuncia la persecución judicial contra la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y la posiciona como símbolo continental de la resistencia al lawfare. También se condenó la persecución de múltiples referentes sociales, luchadores populares y políticos como Rafael Correa y Evo Morales.
“La criminalización de la protesta social, la persecución por odio y el encarcelamiento no son actos de legalidad, sino mecanismos de lawfare diseñados por las elites y sus aliados transnacionales para deslegitimar la lucha de los pueblos”, señala la declaración final del encuentro.
Durante el encuentro Morales afirmó: “Aunque me detengan… ojalá que Lucho Arce no me mate”.
El evento ocurrió en un contexto electoral tenso para Bolivia. Por resolución judicial Evo Morales fue proscrito para participar del proceso electoral presidencial; el MAS, sello que lo llevó a la presidencia, quedó en manos de la fracción que acompaña al presidente Luis Arce, luego de atravesar una ruptura. Mientras, Arce es profundamente cuestionado por no dar respuesta a las demandas populares, por inclinarse por medidas reformistas y por avalar la estructura que persigue y criminaliza a Evo Morales. Por su parte, Andrónico Rodríguez, joven dirigente cocalero, inició su campaña política. En las últimas semanas las opciones de derecha como Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga, se han mostrado en la cabecera de las siempre cuestionables encuestas, mientras comienza a crecer la opción del voto nulo.
Más allá del clima político interno, el encuentro de Ivirgarzama deja tres señales importantes. Primero, que los movimientos sociales siguen siendo actores clave en la construcción regional. Segundo, que existe una agenda común en torno a la soberanía, la desmilitarización y la justicia ambiental. Y tercero, que la idea de plurinacionalidad, hasta hace poco limitada a Bolivia y Ecuador, comienza a consolidarse como alternativa regional frente al modelo republicano liberal.
La apuesta no es menor. RUNASUR se presenta como contrapeso a las formas institucionales tradicionales de integración. A diferencia de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), impulsada desde los Estados, RUNASUR surge desde las bases. Su legitimidad no radica en tratados ni cumbres presidenciales, sino en la representatividad de sectores históricamente marginados: campesinos, indígenas, mujeres, jóvenes y trabajadores.
En su declaración final el bloque ambién expresó su solidaridad con el pueblo Palestino, y un enérgico rechazo a la política de exterminio y genocidio llevada adelante por el gobierno israelí, denunciando a Benjamin Nennayahu y a Donal Trump como criminales de guerra.
El desafío será sostener esta articulación más allá de la efervescencia del evento. La construcción de ejes programáticos comunes y de una agenda programada, requiere continuidad, recursos y capacidad de incidencia. Pero lo cierto es que el mensaje está dado: América Latina no sólo resiste, también propone. Y lo hace desde abajo.
*Solange Martínez es docente investigadora de la Universidad Nacional de Lanús (Instituto de Asuntos Internacionales y Estudios Políticos Manuel Ugarte). Conductora de Esquina América (radio UNLa) y de NODAL Se Prende. Analista de NODAL y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).