Tether Holdings, la Casa Blanca y la subordinación nacional
Por Marcelo yaquet
La compra del 70% de Adecoagro y el 40% de Profertil por parte del gigante cripto marca un nuevo capítulo en la concentración extranjera de la producción de alimentos y fertilizantes. Una jugada geopolítica que profundiza la dependencia.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, dirigió durante 30 años la firma de servicios financieros Cantor Fitzgerald. La empresa gestiona la mayoría de los activos de Tether Limited, la compañía de criptomonedas con sede en El Salvador que hoy mueve más de 144.000 millones de dólares en tokens en circulación y declara tener 400 millones de usuarios. Desde abril de este año, Thther Limited pasó a ser accionista mayoritaria —con el 70%— de uno de los complejos agroindustriales más destacado de la Argentina: Adecoagro.
AdecoAgro
Adecoagro fue fundada en 2002 en la Argentina, con un patrimonio inicial de 70 mil hectáreas agrícolas y ganaderas. En 2004 amplió su presencia regional con la adquisición de tierras en Brasil y Uruguay para producción agrícola. La corporación está constituida como sociedad anónima bajo las leyes del Gran Ducado de Luxemburgo y, desde 2011, cotiza en la Bolsa de Nueva York. Su actual CEO es Mariano Bosch, cofundador de la firma. Su primer financiamiento vino de la mano del multimillonario George Soros.
Sus unidades de negocio se organizan en cuatro grandes áreas.
Azúcar, Etanol y Energía: desarrollan sus operaciones en los estados brasileños de Mato Grosso do Sul y Minas Gerais, con una superficie plantada de más de 200 mil hectáreas.
Cultivos (soja, maíz, trigo, maní y girasol): se producen en Argentina y Uruguay, también sobre más de 200 mil hectáreas, con una capacidad total que supera las 800 mil toneladas anuales.
Arroz: cuentan con 60 mil hectáreas entre Argentina y Uruguay, controlan toda la cadena de valor y comercializan —tanto en el mercado externo como interno— sus propias marcas (Molinos Ala, Apóstoles, 53 y Mucho Gusto).
Lácteos (leche fluida y en polvo, quesos): gestionan más de 14.500 vacas lecheras en la región centro de la Argentina (Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires), además de comprar leche a terceros. Comercializan el producto final en el mercado interno y externo con sus marcas Las Tres Niñas, Apóstoles y Angelita.
Al mismo tiempo, venden electricidad a la red eléctrica a partir de la combustión de biogás de sus instalaciones lecheras.
ProFertil
Profertil es una sociedad anónima que produce 790.000 toneladas anuales de amoníaco y 1.320.000 toneladas de urea, un insumo clave para la fertilización de los suelos. El 60% del consumo de urea del país proviene de esta empresa. Su planta productiva está ubicada en Bahía Blanca y cuenta, además, con una planta logística en San Nicolás y otra en el Puerto General San Martín, así como con depósitos en Necochea y Loma Paraguaya, y oficinas administrativas en la Ciudad de Buenos Aires.
YPF S.A. posee el 50% del paquete accionario. El otro 50% estaba en manos de Nutrien, de capitales canadienses y estadounidenses, esta mitad del paquete total fue adquirida por Adecoagro/Tether y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) por un total de 6.000 millones de dólares, en una sociedad compuesta en un 80% y 20%, respectivamente.
Caballo de Troya
Adecoagro se ha convertido en la nave insignia de Tether Holdings, el puente que le permite a una empresa del universo cripto desembarcar con fuerza en el mundo real del agro sudamericano. Con el control del 70% de Adecoagro y el 40% de Profertil, Tether no solo suma activos estratégicos: gana presencia decisiva en la cadena de alimentos, energía y fertilizantes de la región.
Este movimiento no puede leerse fuera del contexto político. El rescate económico que la Casa Blanca ofreció a la Casa Rosada antes de las elecciones del 27 de octubre —bajo la consigna “Ganar o morir”, que Trump le impuso a Milei— tenía un objetivo preciso: asegurar la subordinación plena del Estado argentino al tablero geopolítico, financiero y comercial del trumpismo.
La compra de Adecoagro y Profertil por parte de Tether no es un hecho aislado. Es un eslabón más de una secuencia: la intervención del Tesoro de EE.UU. comprando pesos para estabilizar al Gobierno, y el acuerdo comercial que Washington anunció junto a Argentina, Guatemala, El Salvador y Ecuador. Todo dentro de una misma lógica de alineamiento regional bajo control estadounidense.
Dependencia
Argentina atraviesa una etapa acelerada de consolidación de su dependencia económica. Un gobierno nacional que pone la estructura del Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial al servicio de la subordinación a los Estados Unidos y a las élites económicas que operan en nuestra patria profundiza ese proceso. A esto se suma que la mayoría de las provincias reproducen el mismo libreto, amparadas en la arquitectura institucional que habilitó la Constitución de 1994 (el Pacto Menem–Alfonsín).
Los nudos de la dependencia son cada vez más claros, más profundos y más descarados. El desembarco del gigante de la criptomoneda es una muestra más de la concentración, centralización y extranjerización crecientes de nuestro entramado productivo agroindustrial. El acuerdo comercial con Estados Unidos, que dio a conocer al Casa Blanca el 13 de noviembre, no es otra cosa que un paso más en la destrucción del entramado productivo nacional y en el saqueo de nuestras riquezas y bienes naturales: proteínas vegetales y animales, minerales, energía, agua y tierras raras.
La intromisión de los Estados Unidos, el avance de las élites económicas y la predisposición del gobierno nacional a ejecutar un programa de dependencia nos acorralan en un panorama catastrófico para los intereses nacionales y para el conjunto de nuestro pueblo, sea o no consciente de esta situación.
Liberación
Si compartimos la caracterización de la etapa —de profunda profundización de la dependencia—, nuestras tareas como campo nacional son claras: el propósito es desatar los nudos de esa dependencia. Acordad y construir lineamientos de carácter estratégico que rompan el modelo dependiente y se conviertan en el basamento de un proyecto nacional.
- a) Dar la batalla política e ideológica, parados en la contradicción central de la etapa: Liberación o dependencia / Nación o imperialismo / Patria o élite económica. Aunque suene vetusto, es la situación objetiva de esta etapa histórica.
- b) Generar un gran acuerdo en torno a esos lineamientos definiendo posiciones comunes frente a los dilemas centrales —como el pago de la deuda ilegítima o la necesidad de una logística nacional— que permitan romper el modelo de la dependencia y transformarse en el fundamento de un proyecto nacional.
- c) Conformar un bloque social o bloque de fuerzas que reúna a todos los sectores que chocan con el modelo vigente. Esa es la materialidad desde la cual debemos reconstruir el movimiento nacional.
- d) De cara al Pueblo. Reflexionar, comunicar, compartir y construir de cara al pueblo. No hay jugadas magistrales, ni programas de máxima o de mínima sin la fuerza del pueblo, sin la representación genuina de mujeres y hombres provenientes de nuestras fuerzas sectoriales.
- e) Construir la fuerza de la patria, que no es otra que la fuerza de la producción, del trabajo y de la soberanía.
Fuentes:
Página web: adecoagro.com
Página Web: profertil.com.ar
Diario La Nación
