Una multitud antiminera salió a la calle para rechazar el proyecto San Jorge en Mendoza
Con carteles, banderas y cánticos en defensa del recurso hídrico, los manifestantes advirtieron que no permitirán que el proyecto avance en la provincia. La convocatoria se extendió durante varias horas y se desarrolló de manera pacífica, pero con un fuerte mensaje hacia las autoridades provinciales.
Una multitudinaria movilización se realizó este martes en Mendoza en rechazo al proyecto minero San Jorge. La marcha antiminera, que avanzó por el microcentro y culminó en la Plaza Independencia, reunió a vecinos, asambleas ambientales y organizaciones sociales que se manifestaron a favor del cuidado del agua y en contra de cualquier iniciativa que consideren contaminante.
Con carteles, banderas y cánticos en defensa del recurso hídrico, los manifestantes advirtieron que no permitirán que el proyecto avance en la provincia. La convocatoria se extendió durante varias horas y se desarrolló de manera pacífica, pero con un fuerte mensaje hacia las autoridades provinciales.
“Una matriz productiva basada en el agua”
Los organizadores remarcaron que Mendoza “tiene una matriz productiva basada en el agua” y que la actividad minera metalífera a gran escala “pone en riesgo un recurso esencial para la vida y para la economía local”. Además, recordaron la vigencia de la Ley 7722, que regula el uso de sustancias químicas en la minería y es considerada un emblema ambiental en la provincia.
En la Plaza Independencia, donde finalizó la marcha, se realizaron discursos y se leyó un documento común que reiteró el rechazo a la explotación de San Jorge. Allí, los participantes insistieron en que continuarán movilizados “todas las veces que sea necesario” para impedir cambios normativos o decisiones gubernamentales que habiliten el proyecto.
La masiva presencia ciudadana volvió a demostrar la sensibilidad social que tiene el tema minero en Mendoza y la firme postura de un sector amplio de la sociedad que defiende el agua como prioridad absoluta.
Nuevo gesto de lealtad a Estados Unidos: Bullrich firmó un acuerdo con Lamelas para combatir el lavado de dinero
Antes de dejar a Alejandra Monteoliva en su lugar, la ministra rubricó un Memorándum de Entendimiento con la Embajada de EE.UU. para sumar a la Policía Federal a un grupo de tareas contra el lavado de dinero en Nueva York.
Antes de cerrar el ciclo como ministra de Seguridad, Patricia Bullrich selló con el embajador estadounidense Peter Lamelas un Memorándum de Entendimiento que incorpora a un representante de la Policía Federal a la El Dorado Task Force con el objetivo de combatir las organizaciones criminales, y con el énfasis puesto en reforzar la alineación con Washington.
El acuerdo fue anunciado tras un encuentro en el que ambos funcionarios ratificaron la voluntad de “seguir trabajando de manera coordinada en temas de seguridad”, según informó el Ministerio, mientras la Embajada de Estados Unidos sostuvo que “esta colaboración fortalecerá los esfuerzos de Argentina y Estados Unidos para investigar organizaciones criminales involucradas en el lavado de dinero proveniente del narcotráfico y otros delitos”.
Siguiendo la definición del Departamento de Seguridad Nacional, el Dorado Task es “el principal grupo de trabajo contra el lavado de dinero del país” y, con la llegada de Argentina como tercer socio extranjero, busca profundizar investigaciones sobre redes transnacionales apoyándose en agencias federales, estatales y locales y en herramientas financieras que, desde 1992, permitieron incautar unos u$s600 millones y realizar más de 2100 arrestos.
Bullrich ya había avanzado en este vínculo durante su visita a Nueva York en 2024 cuando afirmó, con la misma epicidad que adopta el presidente Milei para hablar de la administración trumpista, que “Estados Unidos y Argentina han firmado un acuerdo sin precedentes que mejorará el acceso a la información policial estadounidense y permitirá a Argentina rastrear el dinero de terroristas, narcotraficantes, corruptos y traficantes de personas”.
La funcionaria, que presentó su renuncia el pasado lunes para asumir su banca en el Senado, defendió en su carta final la gestión realizada en los últimos dos años y sostuvo que seguirá impulsando “las reformas que el país necesita: instituciones fuertes, ley, orden y un país donde los argentinos de bien puedan vivir y progresar en libertad”.
