Critica de la Energía Política, por Nicolás Malinovsky
La presentación del libro Crítica de la energía política, de Nicolás Malinovsky, se realizó en la tarde del 17 de diciembre en Buenos Aires, precisamente en la libreria La Libre, con una sala colmada y un clima de intercambio riguroso, político y crítico. El encuentro no se limitó a la exposición de un libro, sino que funcionó como un espacio de debate sobre el lugar de la energía en la Argentina y en el sistema-mundo contemporáneo, articulando ciencia, tecnología, política y poder.
Nicolás Malinovsky, autor del libro, es analista del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECyT) y de NODAL – Noticias de América Latina y el Caribe. Desde ese doble anclaje -el análisis energético y la comunicación política regional-, el autor presentó los principales ejes de su trabajo, subrayando que la energía no puede ser pensada como una variable meramente técnica o económica, sino como un elemento constitutivo de los proyectos de país, de la soberanía y de las disputas geopolíticas. En su intervención, Malinovsky remarcó la necesidad de disputar el sentido común neoliberal que concibe a la energía como mercancía, proponiendo en cambio una lectura crítica que la inscribe en relaciones de poder históricas y estructurales.
El panel estuvo integrado por Diego Hurtado, Luciana Glezer y Rosalía Costantino, quienes dialogaron con el autor desde trayectorias y enfoques complementarios. Diego Hurtado aportó una mirada histórica y político-institucional, vinculando los debates energéticos con el desarrollo científico-tecnológico, el rol del Estado y las capacidades estratégicas nacionales. Enfatizó que las políticas energéticas no son neutrales y que su orientación define márgenes de autonomía o dependencia.
Luciana Glezer abordó el libro desde la economía política de la energía, destacando su aporte para comprender los conflictos actuales en torno a los recursos estratégicos, las tarifas, las empresas públicas y privadas, y la inserción internacional de la Argentina. Subrayó el valor del texto para pensar la coyuntura, pero también para dotar de herramientas conceptuales a militantes, estudiantes y analistas.
Por su parte, Rosalía Costantino puso el foco en la dimensión comunicacional y política del debate energético. Señaló cómo la energía suele ser presentada en el discurso público de manera fragmentada o despolitizada, y valoró el libro como un esfuerzo por reponer la conflictividad, los intereses en juego y las consecuencias sociales de las decisiones energéticas.
La presentación cerró con preguntas del público y un intercambio colectivo que confirmó uno de los objetivos centrales del libro: abrir el debate sobre la energía como problema político de primer orden. Crítica de la energía política se presentó así no solo como una obra de análisis, sino como una invitación a disputar sentidos y a repensar la energía desde una perspectiva crítica, soberana y latinoamericana.
