Julian Assange, creador de WikiLeaks: «Cuando salga visitaré a Rafael Correa»

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Por Orlando Pérez

El australiano lleva seis años detenido en Reino Unido, cuatro de los últimos en la embajada ecuatoriana en Londres. Asegura que la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, ha unido a neoconservadores y neoliberales en un solo partido. Y agrega que los imperialistas expansionistas están con ella. El asilado político pide respeto al fallo de las Naciones Unidas que consideró su detención como arbitraria e ilegal.

¿Qué ha cambiado en este tiempo transcurrido? ¿Qué cambios personales e intelectuales ha experimentado?

He permanecido detenido en Reino Unido por seis años ya, primero en una prisión de alta seguridad, en confinamiento en solitario, posteriormente bajo arresto domiciliario y por los cuatro últimos años dentro de la embajada de Ecuador. Alrededor de la misma ha existido un cordón policial durante todo ese tiempo para ejercer vigilancia sobre la embajada. Reino Unido se ha gastado más de $ 20 millones para mantener dicha operación, una suma escandalosa. Las circunstancias físicas de mi situación son peculiares. Así como muchas personas que se encuentran privadas de libertad, he podido sobrellevar la situación proyectando mi mente fuera de la realidad diaria mundana en la que te encuentras.

Afortunadamente, como editor de WikiLeaks, mi trabajo es extremadamente interesante. Tan solo las actividades encaminadas a proteger la publicación de ataques de los poderosos es una actividad intensa que concentra la mayor parte de mi energía. Hemos publicado muchos documentos durante mi tiempo en la embajada, también he escrito y publicado tres libros y he sostenido conversaciones con varios de los pensadores y científicos más interesantes de hoy. Muchos de ellos se han convertido en mis amigos: Noam Chomsky, Slavoj Zizek, Ignacio Ramonet, entre otros. Estas personas no solamente han mantenido viva mi mente, también me han mostrado una profunda solidaridad a nivel personal y también hacia Ecuador.

¿Y cuál ha sido el tratamiento de Reino Unido durante este tiempo?

Se ha mantenido un nivel extremo de vigilancia en las afueras de la embajada, con recursos dedicados y policías las 24 horas del día. Además existe una operación encubierta de vigilancia, que el propio Reino Unido ha confirmado. Si analizamos detenidamente el gasto, y esto es solamente una aproximación, hay distintos rubros en el costo de estos trabajos. Está primero lo visible, los policías, la operación encubierta y además de eso, la de vigilancia electrónica. Solamente en la operación visible, los policías emplean un presupuesto anual que equivale al salario de tiempo completo de 154 gendarmes por año. Se gastan, aproximadamente, $ 6 millones y 154 policías para vigilarme. También han tratado de instalar aparatos de vigilancia dentro de la legación diplomática, han tratado de hackear tanto al embajador como al ministro de Relaciones Exteriores, han instalado sofisticadas cámaras robot, con visión nocturna apuntando a la sede, antenas en los edificios vecinos, y áreas de vigilancia tanto en el piso que se encuentra arriba como el de abajo de la embajada. A pesar de toda la vigilancia, WikiLeaks no ha dejado de publicar.

¿Existe una contradicción entre ser un asilado político y continuar publicando y opinando de las situaciones políticas de otros países?

No, dichas afirmaciones son incorrectas. Mi estado de refugiado político en una embajada me impide interferir en los asuntos internos del país donde dicha sede diplomática se encuentra, en este caso, Reino Unido. Esta disposición existe para evitar que refugiados políticos utilicen las sedes de las embajadas en donde buscaban refugio para planear golpes de Estado. De otra manera el Estado que debe otorgar el salvoconducto para un asilado político no lo daría. Durante mi asilo no he interferido con llamados a la violencia y al desorden social en Reino Unido.

No sé los motivos por los cuales hay una especie de campaña de desinformación que ha circulado en los medios de Ecuador, y aunque de momento no puedo tomar el tiempo que requiere desmentir información inexacta sobre mi persona, mis acciones y WikiLeaks, quizá tendré que hacerlo más a menudo. Es importante publicar periodismo riguroso y científico. Hubo, por ejemplo, una opinión publicada que citaba una convención vieja de 1939, pero dicho documento no es la base jurídica sobre la cual se me otorgó el asilo, sino la Convención de Caracas de 1954, la cual es completamente clara al respecto, está publicada en el sitio de la OEA, cualquiera puede leerla y es posterior a la Convención de Montevideo. Mi asilo se otorgó para protegerme de la persecución política derivada de mi trabajo y de mi publicación de información sensible, de interés público, por ejercer mi derecho a la libertad de expresión. Sería una total contradicción que se me restringiera precisamente dicho derecho.

No ayuda en nada a los medios comerciales de Ecuador, ni a la libertad de prensa, el tratar de silenciar mi derecho a publicar la verdad. Todo periodista debería oponerse a esto. Algunos, discutiendo el tema, quizá están simplemente buscando atacar al Gobierno, otros han sido cercanos colaboradores del Gobierno de EE.UU., pero creo que, básicamente, se trata de referirse equivocadamente a una convención que no es relevante para este caso.

Además, ocasionalmente, se publican mentiras y ataques personales en mi contra, indicando, sin tener pruebas, que estoy hackeando sistemas desde la embajada. Esto es completamente falso. WikiLeaks es un medio de publicación y yo soy un periodista que ha ganado numerosos premios, incluyendo el máximo reconocimiento a un periodista en mi país, Australia. Las fuentes de WikiLeaks son diversas, van desde alertadores y fuentes dentro de las propias instituciones, hasta hacktivistas, eso sí es cierto, pero la organización como tal no hackea sistemas para obtener dicha información ni pide a otros hacerlo. Trabajamos como cualquier organización periodística, obtenemos información de fuentes, la analizamos y la publicamos.

Respecto de la información obtenida recientemente. ¿Podría comentar sobre la publicación de comunicaciones del Partido Demócrata?

Sí, fue una publicación de la cual estamos muy orgullosos. Reveló cómo Debbie Wassermann Schultz, presidenta del Comité Nacional del Partido Demócrata, trató de manipular el proceso de nominación  para asegurarse de que Bernie Sanders perdiera. Incluye, por ejemplo, una instrucción encubierta al jefe de Comunicaciones del Partido Demócrata para que publicara historias en la prensa (corrupta y colaborando a este propósito) de que los simpatizantes de Bernie Sanders estarían involucrados en actividades violentas. Eso es algo extremadamente grave.

También reveló información sobre las fuentes de financiamiento y los trucos del Partido Demócrata, usando ciertas estructuras financieras para evadir las leyes de financiamiento de partidos políticos para asegurarse de que los fondos llegaran a Hillary Clinton en lugar de Sanders, con trucos financieros encubiertos. Como resultado de nuestra publicación, los cuatro más altos oficiales del Partido Demócrata, incluyendo la presidenta, renunciaron a sus puestos. Como resultado, en EE.UU., la popularidad de WikiLeaks aumentó el 27%.

Hay críticas de que WikiLeaks trata de dañar el Partido Demócrata, ¿cómo responde a esto?

Son críticas que carecen de sustancia. Hemos publicado información similar del Partido Republicano y, antes de estar en la embajada, publiqué también sobre el Partido de extrema derecha de Reino Unido. La respuesta de la campaña de Hillary Clinton es distraer la opinión pública, desviando la atención de la publicación que revela sus cuestionables acciones.

¿Teme una venganza por parte de Hillary Clinton si es electa?

Está claro el resultado ya, en opinión de analistas políticos americanos, Hillary Clinton será la presidenta. Como ya he dicho en otras entrevistas, ambos candidatos, ella y Donald Trump, son un desastre tanto para su país como para el resto del mundo. ¿Por qué digo esto?

Las declaraciones de Donald Trump hablan por sí mismas. Pero Hillary Clinton es considerablemente una figura más peligrosa de lo que Barack Obama ha sido. Por ejemplo, ella no solamente apoyó la mayoría de venta de armamento de EE.UU. a otros países, para fomentar la guerra, sino que, además, lideró la invasión y destrucción de Libia. También lidera el TPP, del que varios países latinoamericanos son parte. Apoyó el golpe de Estado en Honduras, la guerra en Irak, la intervención y el armamento de yihadistas en Siria, interferencia en asuntos internos de Haití.

Es amiga cercana de Henry Kissinger y las más grandes multinacionales americanas. Lo más notable para mí es que Hillary Clinton ha unificado en un mismo partido a los neocolonialistas republicanos, como Robert Kagan y William Kristol con los neoliberales. Al fin, neoliberales y neoconservadores unidos. Los imperialistas expansionistas creen que Hillary Clinton es compatible con su visión del mundo.

¿Cómo está el caso en su contra en EE.UU.?

El 5 de febrero de este año las Naciones Unidas determinó que Suecia y Reino Unido me han detenido de forma arbitraria e ilegal desde diciembre de 2010. Primero, en prisión, luego, en arresto domiciliario y posteriormente en el tiempo dentro de la embajada y se ordenó que fuera puesto en libertad de inmediato, así como el pago de los daños que me han causado. Reino Unido y Suecia desafían la decisión de las Naciones Unidas, tal como el primero ya lo hizo en el pasado, cuando invadió Irak. Ambos países también están involucrados en otros actos ilegales, en colaboración con la CIA, como rendiciones de personas, secuestrándolas y llevándolas a lugares como la prisión en Guantánamo. Quienes con frecuencia ponen a Suecia y su sistema de justicia como un ejemplo están desactualizados de su comportamiento. Sin embargo, la presión política dentro del Sistema de Naciones Unidas y en el Consejo de Derechos Humanos está aumentando para que cesen de violarlo.

Respecto al caso en EE.UU., la investigación en mi contra continúa activa y este año se aportaron cientos de pliegos con nueva evidencia al proceso por parte del FBI. Una de mis supuestas fuentes, Chelsea Manning, fue sometida a tratamientos inhumanos y degradantes que pueden equivaler a tortura, esto fue determinado tanto por la ONU como por cortes domésticas. Posteriormente fue sentenciada a 35 años de prisión inconmutable. Lo más importante ahora es que los países latinoamericanos presionen para que se cumpla la decisión de las Naciones Unidas.

¿Por qué es obligatorio el cumplimiento de la decisión de Naciones Unidas tanto para Suecia como para Reino Unido?

El Grupo de Detenciones Arbitrarias de la ONU es la autoridad más alta a nivel mundial, en materia de derechos humanos, que puede determinar si una persona ha sido detenida arbitrariamente o no. El desafío de la decisión, tanto de Suecia como Reino Unido, no es sostenible en el largo plazo y estos países están pagando un alto precio, tanto diplomático como en su reputación, al incumplir la decisión. Debemos entender la victoria sin precedentes que esta decisión constituye. Una persona atrapada en una embajada por cuatro años, sin ver la luz del sol, litigó por 18 meses contra dos estados occidentales poderosos, Reino Unido y Suecia, los cuales participaron voluntariamente en el proceso.

Básicamente, presenté mis argumentos, ellos sus respuestas y perdieron el proceso. Normalmente, estos mecanismos de derechos humanos fallan a favor de los estados occidentales, pero este es un ejemplo que muestra que es posible para una persona combatir los abusos de los estados y ganarles ante las Naciones Unidas. Incluso el propio expresidente del Grupo de Trabajo de la ONU, Mads Addenas, indicó que EE.UU. presionó agresivamente a los miembros del grupo para que fallaran en mi contra. Pero dicha acción simplemente jugó en contra de sus intereses. Les demostró a los miembros del grupo cómo estos estados estaban involucrados en un ataque sistemático y coordinado de mis derechos.

¿Cómo puede la comunidad internacional apoyar su caso?

Apoyando los procesos que estamos elevando a las Naciones Unidas.

Los medios reportaron sobre un nuevo huésped en la embajada…

Sí, recibí un maravilloso gatito. Me lo regalaron mis hijos, preocupados porque podría sentirme solo. Es un gato muy famoso. Hasta uno de los desfiles de moda más importantes en Milán, de la diseñadora Vivienne Westwood, fue inspirado en él y usó su imagen como tema central.

¿A quién extraña más? ¿Recibe el apoyo de su familia?

Aunque no quiero darles a las agencias de inteligencia que espían la embajada el placer de saber detalles personales, extraño muchísimo a mi familia. Ellos, especialmente mis hijos más pequeños, están pagando un alto precio. No viven en Reino Unido y por el intenso nivel de vigilancia en la embajada no pueden visitarme y ni siquiera podemos tener interacción privada por teléfono, donde puedan comunicarme sus sentimientos, porque sabemos que dicho contacto también es escuchado por el Gobierno británico. Me estoy perdiendo sus celebraciones de cumpleaños, no puedo estar al lado de mi padre enfermo, no pude estar presente cuando falleció mi abuelito. Nadie va a poder devolver o pagar por el tiempo perdido a ellos o a mí.

¿Qué es lo que más le gusta de Ecuador?

Más que algo, una característica de los ecuatorianos, su solidaridad, amistad y calidez humana. Aunque periodistas y tabloides que nunca han estado en este edificio reportan falsamente que vivo en un palacio y rodeado de lujos, la verdad es que ocupo un pequeño espacio en la embajada, desde el cual trabajo en mis libros y publicaciones. La embajada es un espacio reducido y austero, pero se ha convertido también en un lugar donde la solidaridad se vive día a día. Tanto el personal de la embajada, como mis numerosos amigos ecuatorianos, que he conocido durante estos cuatro años, han mostrado esa solidaridad y hospitalidad que es lo que más agradezco a Ecuador.

Si es puesto en libertad, ¿vendrá a Ecuador?

Por supuesto.

¿Y cuál sería el primer lugar por visitar?

Lo primero que haría sería visitar al presidente Rafael Correa. He conocido a sus cancilleres, pero con el Presidente nunca nos hemos conocido personalmente y me gustaría estrecharle la mano, en agradecimiento por el asilo y la protección otorgados. Pero también continuar nuestra conversación e intercambiar criterios sobre la necesaria reforma de los medios, el futuro de la economía, geopolítica, los cambios en Latinoamérica. También me gustaría visitar la Capilla del Hombre.

Mi abogado americano y un amigo muy cercano, Michael Ratner, director del Centro de Derechos Constitucionales en Nueva York, quien falleció recientemente, era un gran admirador de la obra de Guayasamín y me explicó cómo en la Capilla, a través de su obra, se puede aprender de la lucha latinoamericana contra el imperialismo. Luego planeo visitar todas las regiones del país, especialmente los lugares que afectó el terremoto para ayudar en lo que se pueda. Espero poder estar allí pronto.

El Telégrafo

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