En Uruguay, la despenalización no generó más abortos

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Cumpliendo el compromiso de brindar datos oficiales a los seis meses del comienzo de la implementaciòn de la Ley 18.987 que despenalizó el aborto en el paìs, y del Decreto 375/012 que la reglamenta.

El Ministerio de Salud Pública informó que promedialmente se reportaron 450 abortos legales mensuales, sin que se registre mortalidad materna ni complicaciones de salud por esa causa.

Con la presencia de la ministra de Salud Pública, Susana Muñiz y del equipo de Salud Sexual y Reproductiva de su cartera, el subsecretario Leonel Briozzo fue el encargado de oficializar los datos que dieron lugar a tantas especulaciones previas.

Desde diciembre de 2012 a mayo de 2013, se reportaron 2.700 abortos realizados en todo el paìs al amparo de la Ley 18.897, lo que da un promedio de 450 por mes. Durante el mismo perìodo, no existiò mortalidad materna ni complicaciones derivadas de las interrupciones de embarazos.

No obstante, Briozzo admitiò la existencia de un cierto subregistro, derivado de la morosidad de las instituciones del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) en proporcionar la información: 52% de ellas lo hicieron en diciembre de 2012 llegando al 98% en mayo de 2013.

El 40% de los abortos fueron realizados en el sector pùblico y el 60% en el privado; 63% del total correspondieron a Montevideo y 47% al resto del paìs.

De las mujeres que transitaron el proceso para acceder al aborto legal, entre 6 y 10% decidieron continuar con el embarazo.

Con estos datos resulta que la tasa de aborto cada 1.000 mujeres de 15 a 44 años serìa de 10, igual a la de Europa occidental.

Entre el 50 y el 60% de las mujeres que abortaron, definieron un mètodo anticonceptivo seguro para prevenir nuevos embarazos no deseados. El MSP espera que esos porcentajes lleguen rápidamente al 100%.

 

Los antecedentes

Para contextualizar los nuevos datos, el jerarca explicò la situación del aborto en etapas anteriores, comenzando con la comprendida entre 1995 y 2002, cuando primó la ilegalidad, inseguridad, contexto sanitario muy desfaborable, estigma social, ignorancia de la confidencialidad, déficits en acceso a anticoncepción y en servicios de salud sexual y reproductiva y ni se hablaba del misoprostol.

El càlculo extraoficial de prevalencia del aborto en esa etapa, realizado por el Centro de Investigación para la Paz de la Organizaciòn de Estados Americanos (OEA), arrojò una cifra aproximada de 33.000 abortos anuales en el paìs. La mortalidad materna era de 25 cada 100.000 mujeres; el 35% de esas muertes se producían por abortos inseguros, trepando al 50% en el Hospital Pereira Rossell, la maternidad pùblica donde nacen la mayorìa de niñas y niños uruguayos, particularmente los de familias màs carenciadas.

Funcionaban las clìnicas clandestinas, donde abortaban las mujeres pudientes; para las màs pobres la pràctica se convertìa en una “carnicerìa“, al decir de Briozzo.

En 2002, aunque el aborto seguìa siendo ilegal, comenzaron a instrumentarse las Iniciativas Sanitarias contra el aborto provocado en condiciones de riesgo, una polìtica pùblica que habilita consultas antes y después de interrumpir el embarazo, y supone información sobre procedimientos, estudios clìnicos, prevenciòn de infecciones y anticoncepción.

Desde entonces hasta 2011, a esa polìtica se le sumaron la universalizaciòn del acceso a mètodos anticonceptivos, incluyendo el dispositivo intrauterino (DIU) y los estudios oficiales de prevalencia, que no existìan. La mortalidad materna y en especial la provocada por el aborto inseguro, fue abatida.

A partir de 2012, con el aborto despenalizado, la educación para la salud sexual y reproductiva en el sistema educativo y los servicios sanitarios correspondientes en funcionamiento, los resultados son los explicitados màs arriba.

 

 Tendencia confirmada

Saliendo al paso de crìticos que atribuyen a la despenalizaciòn del aborto un aumento de la pràctica, Briozzo insistiò en que –si bien hay que esperar màs tiempo para disponer de datos consolidados- la tendencia es a su disminuciòn, al tiempo que se està verificando ya un cierto incremento de la natalidad.

Las autoridades sanitarias esperan que en Uruguay el derrotero del aborto legal sea similar al de paìses como Italia y Francia: los primeros años aumenta el nùmero de reportes de aborto -lo que no significa que aumente el nùmero de abortos-, luego se estabiliza y posteriormente bajan concordantemente ambos nùmeros.

Briozzo mostrò resultados de un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista cientìfica “The Lancet“, que confirman la tendencia mundial: en los paìses donde hay leyes màs restrictivas se producen màs abortos que en aquellos donde las leyes son màs liberales.

http://www.republica.com.uy/en-uruguay-la-despenalizacion-no-genero-mas-abortos/

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