La presidenta enviará al Congreso un proyecto de Ley para reabrir el canje de deuda

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En un mensaje por cadena nacional, Cristina de Kirchner, anunció que enviará un proyecto de ley al Congreso para reabrir por tercera vez el canje de deuda luego del fallo adverso de la Justicia norteamericana por la demanda de los fondos buitre. Además informó que se reemplazará los bonos emitidos con legislación de EEUU por otros bajo norma local, para evitar posibles embargos. Comenzaron a florecer algunas dudas en el sector financiero que podrán ser aclaradas cuando se conozca la reglamentación de este nuevo canje.

En su mensaje de 30 minutos aproximadamente, Cristina consideró «injusta» la decisión de la Justicia norteamericana y sostuvo que en lugar de calificar al país de «deudor recalcitrante», debería considerarlo un «pagador serial», por los 173.733 millones de dólares que se abonaron desde el 2003 hasta ahora. 

La presidente pidió a «Dios que ilumine» a la Corte Suprema de los Estados Unidos para que frene el fallo de la Cámara que favoreció a los fondos buitre y dijo que estas organizaciones «sólo representan al 0,45 por ciento» de la deuda.

«Le pedimos a Dios que ilumine a la Corte de los Estados de Unidos porque invalidaría los canjes», afirmó, y advirtió que «no podemos como país tener una espada de Damócles encima y que alguien tome una decisión que haga caer los canjes» de 2005 y 2010, al justificar el cambio que se hará de los bonos.

La mandataria anunció además que el Gobierno enviará este martes al Congreso un proyecto de ley para reabrir por tercera vez el canje de la deuda para el 7% que no ingresó en las anteriores reestructuraciones.

Tras destacar que el 93% de los acreedores entró a los canjes de deuda, dijo que se reemplazarán los bonos emitidos en los anteriores canjes por otros títulos de iguales condiciones pero con distintos lugares de pago para evitar posibles embargos.

De hecho hace tiempo se habló de cambiar el lugar de pago para los tenedores, algunos especialistas calificaron esta tarea como difícil de instrumentar pues los están diseminados por todo el mundo. Por ello se supone que podría haber alguna mejora para hacer más atractivo el reemplazo del lugar de cobro.

Otro de los interrogantes que se presentan es que parará con el giro de divisas hoy imposible en Argentina. Seguramente la reglamentación del nuevo canje contemplará esta situación.

La jefa de Estado consideró «injusto con la Argentina» el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York que favoreció a los fondos buitre.

Asimismo, criticó la calificación que se hizo en la sentencia en cuanto a que el país es «un deudor recalcitrante» y puntualizó que la Argentina entre 2003 y 2012 pagó 173.733 millones de dólares.

«Más que un deudor recalcitrante, somos pagadores seriales», destacó la jefa de Estado, en cadena nacional. Al respecto, señaló que la sentencia de la Cámara tomó un argumento del diario norteamericano Financial Times en cuanto a que la Argentina es «un deudor recalcitrante».

Consideró que el fallo de la Cámara de Apelaciones de los Estados Unidos que favoreció a los fondos buitre«ignora el acuerdo que logramos con el 93% de los tenedores de bonos». Dijo que la sentencia que confirmó el fallo del juez Thomas Griesa «ignora la inmunidad soberana» que tuvieron las reestructuraciones de 2005 y 2010.

La jefa de Estado afirmó que «la negociación de la deuda externa es facultad del Congreso y solo puede realizarse con su autorización»También subrayó que el fallo favorece a «los fondos buitre que el año pasado lograron embargar la Fragata Libertad y por lo que tuvimos que recurrir a tribunales internacionales».

La presidenta aseguró que el fallo de la Cámara de Apelaciones de los Estados Unidos que favoreció a los fondos buitre «ignora el acuerdo que logramos con el 93% de los tenedores de bonos».

http://www.ambito.com/noticia.asp?id=703852

 

Las claves de la nueva apertura

La reapertura del canje es un gesto hacia la Corte Suprema de Estados Unidos para que revea la decisión de la Corte de Nueva York. La operación no tendría fecha de vencimiento. El cambio de bonos para pagar en el país busca dar una garantía a los acreedores.

El Gobierno tomó ayer dos medidas para enfrentar el reciente revés en la disputa que mantiene con los fondos buitre en Estados Unidos. Anunció que mañana enviará un proyecto de ley al Congreso para reabrir el canje de deuda y habilitó la posibilidad de cambiar voluntariamente los bonos del canje regidos por legislaciones extranjeras –Estados Unidos, Inglaterra y Japón– por otros títulos. Esos nuevos papeles serán emitidos con ley local y pagados en las mismas condiciones a través de la Caja de Valores en Buenos Aires. Los que decidan hacer el cambio, explican en el equipo económico, tendrán una garantía adicional de pago.

La reapertura del canje representa un guiño de “buena voluntad” a la Corte Suprema de Estados Unidos, que debe decidir si acepta o no analizar la apelación que hará la Argentina a fines de noviembre. Lo central no es lograr que ingrese el 7,6 por ciento de los acreedores, en su mayoría buitres que por su naturaleza “carroñera” rechazan participar y buscan cobrar el ciento por ciento de sus acreencias. El objetivo es enviar una señal al máximo tribunal norteamericano, que debe decidir si toma o no el caso. Según pudo saber Página/12, anoche el equipo económico trabajaba en los detalles de la oferta y existía la posibilidad de que la operatoria no tenga fecha de cierre.

La otra medida, la posibilidad de cambiar los bonos con legislación extranjera por otros en las mismas condiciones con legislación local, busca poner a disposición de una cifra cercana al 30 por ciento de los acreedores que sí reestructuraron sus títulos una garantía de pago adicional. El 30 por ciento son los bonos regidos por legislación de Estados Unidos, Japón e Inglaterra. Para eso, no hace falta enviar una ley al Congreso, ni ofrecerles mejores condiciones de tasas. Los nuevos títulos tendrán los mismos plazos y rendimientos que los actuales, sólo que sus pagos serán canalizados a través de un fiduciario distinto del actual (la Caja de Valores). Desde el Ministerio de Economía explican que la opción puede ser atractiva, ya que permitirá a quienes accedan a cambiar sus bonos aislarse de cualquier decisión judicial norteamericana y garantizarse cobrar los pagos correspondientes en la Argentina.

Un nuevo canje

La reapertura del canje fue una opción que Argentina puso sobre la mesa en diciembre pasado, antes del fallo de la Corte de Nueva York. Aunque el último viernes este tribunal lo desestimó, el Gobierno decidió reforzar su apuesta judicial. La posibilidad de que el tema sea discutido por el máximo tribunal es baja. No obstante, en el equipo económico entienden que mejoran sus chances si, en el caso de aceptarlo, la Corte Suprema cuenta ya no con una “promesa” sino con el canje disponible.

El proyecto para suspender la ley cerrojo ingresará mañana al Congreso. La oferta, cuando se realice, presentará las mismas condiciones de quita, reducción de intereses y extensión de plazos para el pago que existieron en el segundo canje de 2010. Este diario pudo saber que la opción permanecería abierta de forma indefinida, a diferencia de los canjes anteriores, que tuvieron un plazo acotado para la adhesión.

Cambio voluntario

Para eludir cualquier contratiempo legal, el país ofrece a quienes tienen bonos del canje emitidos bajo legislación extranjera cambiarlos por títulos “idénticos” aunque regidos por la ley argentina. El objetivo es que sigan cobrando frente a un eventual fallo negativo en Estados Unidos. Si la sentencia queda firme, el actual agente de pago –Bank of New York– no podría canalizar los fondos.

En el hipotético caso de que todos los acreedores accedan al cambio, el país se vería liberado de atravesar una situación de “default técnico”. Mientras no exista una decisión de la Corte Suprema, la mayoría de los acreedores no tendría incentivos para cambiar sus títulos con urgencia.

El éxito de la operación, explican desde el equipo económico, no está sujeto a lograr niveles de adhesión que garanticen la participación de todos los acreedores. Para cambiar un aspecto de las condiciones de pago –lugar o plazo– y mantener el título original sería necesario que accedan a cambiar sus papeles entre el 65 y el 85 por ciento de los bonistas. Sin embargo, desde Economía explican que ésta es una operación diferente que implica cambiar por papeles nuevos los bonos actuales y que quienes deseen seguir recibiendo sus pagos a través del Bank of New York podrán hacerlo. Por eso, la posibilidad operará como una garantía adicional de pago que estará vigente inclusive cuando la definición del litigio sea negativa.

Se trata de un proceso técnicamente sencillo, pero que no será fácil difundir entre los inversores minoristas. A favor de su proposición, en el Palacio de Hacienda advierten que la legislación argentina no es rechazada por los inversores extranjeros: el 70 por ciento del Bonar VII y el 80 por ciento del Boden 15, dos activos emitidos bajo ley local, están en manos de fondos del exterior.

 

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-227689-2013-08-27.html

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