Peritos inspeccionan nuevas fosas pero no hay rastros de los estudiantes desaparecidos

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Peritos de la PGR inspeccionan las siete fosas clandestinas que fueron localizadas el pasado fin de semana en las inmediaciones de la ciudad de Iguala por integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), y sólo han encontrado restos de una persona que habría muerto hace más de un año.

En rueda de prensa Tomás Zerón de Lucio, director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, adelantó que no se tienen mayores avances sobre el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala.

El funcionario se limitó a destacar que se han enviado peritos en materia de dactiloscopia, criminología y forenses, quienes proceden a levantar muestras.

Hasta el momento, añadió, se puede asegurar que en la primera fosa no existen restos, “mientras que en la segunda se ha encontrado una osamenta, con un tiempo de muerte estimado en más de un año”.

Zerón de Lucio omitió mencionar que la PGR no participó en las labores que condujeron a esos hallazgos realizados durante el pasado fin de semana en el paraje conocido como La Laguna, al poniente de Iguala, por un grupo encabezado por 70 integrantes de la UPOEG, quienes en este sitio descubrieron cinco narcofosas.

En la zona conocida como Puerto Las Joyas localizaron dos excavaciones más.

Por su lado, familiares de víctimas de la delincuencia organizada que se encuentran desaparecidas argumentan que desde años atrás las autoridades se han negado a investigar sus casos, por ello solicitaron un operativo civil de búsqueda.

En conferencia de prensa, integrantes de la UPOEG, Ciencia Forense Ciudadana y habitantes de distintos municipios de la entidad, acompañados de padres de desaparecidos hace por lo menos cuatro años, informaron que en al menos seis de las siete fosas halladas había restos humanos.

Incluso, en una se descubrió ropa con restos de sangre, lo que suponen debe facilitar la identificación de los restos por parte de las autoridades.

“Para facilitarles más las labores a los peritos de la PGR, la brigada ciudadana que hizo el hallazgo marcó con banderines los sitios en que se encontraron las fosas para que sean ubicadas con rapidez”, señalaron.

Además de las fosas, la brigada detectó al menos seis indicios de restos óseos, así como la credencial de elector de un hombre de 30 años, originario de Teloloapan e identificado como Boni Enrique Antúnez Soto, quien desde el 2013 fue reportado como desaparecido.

“El propósito de esta brigada civil de búsqueda es dar con puntos en los que posiblemente haya fosas para así obligar a la PGR a investigar”.

El promotor de la UPOEG, Miguel Jiménez, señaló que al menos tienen detectados 32 puntos en los que puede haber fosas clandestinas.

Plácido Valerio, dirigente de la UPOEG, aseguró que de enero de 2013 a la fecha y de Ayutla a Iguala se han encontrado los cuerpos de 500 personas ya identificadas, quienes fueron víctimas de la delincuencia organizada.

También dijo que “desgraciadamente a partir de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa se ha descubierto toda esta situación de violencia” que afecta la Costa Chica, Zona Centro e Iguala.

Además, acusó a la PGR y al gobierno federal de haber actuado con negligencia, pues a pesar de las denuncias, no intervinieron.

Julia Alonso, directora de Ciencia Forense Ciudadana, fue más allá al considerar que sólo en Iguala podría haber otras 40 ó 50 narcofosas.

Proceso

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