A 25 años de los Acuerdos de Paz, Sánchez Cerén anuncia diálogo para nuevos acuerdos

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“Alcancemos nuevos Acuerdos de la Nación” pide Sánchez Cerén

El mandatario salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, se comprometió esta mañana a impulsar nuevos acuerdos de paz que permitan conducir al país a un desarrollo sostenible.

En el marco de la celebración del 25 aniversario del Acuerdo de Paz, que puso fin a 12 años de guerra civil en El Salvador, Sánchez Cerén, quien fue firmante de la Paz, en tanto miembro de la Comandancia General de la guerrilla, invitó a todos los sectores del país, “a que construyamos puentes, que nos lleven a la reconciliación y la paz”.

A la vez, Sánchez Cerén llamó a las nuevas generaciones a defender el legado de la paz y a buscar la igualdad.
“El camino a la solución permanente al conflicto es el diálogo, ese fue nuestro mensaje aquel 16 de enero de 1992, consideró Sánchez Cerén, y afirmó la posición de El Salvador por contribuir en el proceso de resolución de conflictos en el mundo.

Además, aseguró que con el respaldo de Naciones Unidas (ONU) este 2017 se impulsará un nuevo diálogo para alcanzar la segunda generación de acuerdos, que tendrá el apoyo del representante del Secretario General de la ONU, el diplomático Benito Andión. “En este nuevo diálogo participarán todos los sectores claves del país, fuerzas políticas, sectores sociales y productivos”, agregó el jefe de Estado.

También, llamó a tomar nuevos compromisos para superar el problema de la pobreza e inseguridad que afectan al país, los cuales, “estén en armonía con el medio ambiente y superando las desigualdades sociales y jurídicas”, dijo, todo esto bajo el concepto del “Buen Vivir”.

Asimismo, añadió que “en este 25 aniversario alcancemos nuevos Acuerdos de la Nación que nos permitan avanzar en democracia, bienestar social, justicia y desarrollo. Los nuevos acuerdos deben guiarnos hacia una sociedad productiva, segura y educada, sin exclusiones, ni injusticias socio económicas “, anunció.
“Para lograr nuevos acuerdos, al igual que en 1992, se requiere de diálogo adecuado al momento histórico de voluntad y consenso de todos. Ratifico el más firme compromiso de nuestro gobierno con este prometedor camino que hoy empezamos a transitar”, sostuvo.

Como lo hicimos hace 25 años superemos ahora los retos actuales y heredemos a nuestros hijos e hijas un mejor El Salvador, “la paz es el mejor legado que podemos entregar a las nuevas generaciones”, recalcó Sánchez Cerén al finalizar su discurso.

“Soy Paz”

“Démosle una oportunidad a la Paz” fue el lema de bienvenida a los asistentes a la Conmemoración de la firma de los Acuerdos de Paz, a 25 años de haberse concretado en el país, acto en el que participaron organizaciones sociales, cuerpo diplomático y población civil.

Con un derroche de color de un grupo de artistas con su arte escénico presentaron sus propuestas de historias, narrativas y mensajes de paz; así como los grupos de danza moderna y folklórica y estatuismo. La música estuvo a cargo de Bandas de Paz y conjuntos musicales que en cada esquina del Centro de Ferias pusieron un toque de diversión, así como los cantos del Coro Infantil Presidencial que puso un punto de reflexión al evento cívico-cultural.
Ana Figueroa, de la Comunidad 10 de mayo, afirmó: “Estos espacios antes no eran para nosotros la pobrería, no veníamos a nada de esto, ahora que estamos aquí vemos muchas cosas buenas están en lo correcto porque todos estamos participando”, dijo.

El texto de los Acuerdos de Paz firmados en 1992, circunscriben las bases de una nueva sociedad al comprometerse y cumplir con el término del conflicto armado por la vía política; impulsar la democratización del país; garantizar el irrestricto respeto a los derechos humanos y reunificar a la sociedad salvadoreña.
Estos Acuerdos de Paz que apoyaron países amigos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1989, marcó un hito histórico en la búsqueda de una salida negociada del conflicto armado que había cobrado ya la vida de alrededor de 75 mil personas, tras doce años de guerra en el país.

Asimismo, la firma de los Acuerdos de Paz generó la creación de las siguientes instituciones: Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), la Policía Nacional Civil (PNC), -Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP) y el Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ), además del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y modificaciones sustanciales en el Órgano Judicial, como un nuevo marco jurídico democrático que permitiera la participación social de la ciudadanía estableciendo límites de control del Estado.

Diario Colatino


Publicación en Twitter de Sánchez Cerén

Nodal AM


Mensaje del Presidente Salvador Sánchez Cerén

Conmemoración del 25 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz

16 de enero de 2017

Querido pueblo salvadoreño,

Amigas y amigos del mundo:

Nos volvemos a unir para celebrar un acontecimiento de enorme significado histórico para El Salvador: la firma de los Acuerdos de Paz, un paso trascendental de nuestro pueblo que hace 25 años cambió de manera decisiva los destinos de la nación.

Fue con una firme voluntad de diálogo y concertación que pusimos fin a más de medio siglo de autoritarismo y a una década de guerra civil.

De igual manera establecimos las bases de una democracia que respeta la voluntad popular, basada también hoy en la participación ciudadana, y orientada a garantizar el cumplimiento de los derechos humanos y las libertades.

Saludamos a todos los que respaldaron el proceso de paz, a las organizaciones internacionales y a los países amigos; a las y los firmantes del Acta de los Acuerdos de Paz de aquel histórico 16 de enero de 1992 en el Castillo de Chapultepec, México.

Saludo con orgullo y agradecimiento al principal constructor de este nuevo tiempo, de este nuevo país: al grande y valiente pueblo salvadoreño, que siempre ha abrazado y defendido la paz y la esperanza.

Nuestro agradecimiento a los firmantes de la paz que ya no están con nosotros físicamente.

Rendimos homenaje a nuestro querido y recordado Schafik Handal, luchador incansable por la democracia y el bienestar de El Salvador, fundador del FMLN y uno de los principales actores del proceso de paz.

De igual manera honramos la memoria del doctor Abelardo Torres, integrante de la comisión negociadora del gobierno.

Nuestro profundo agradecimiento por el acompañamiento, cooperación y amistad que nos han brindado muchos países y organizaciones que con su apoyo solidario han contribuido en la construcción de la paz en El Salvador.

Apreciamos y reconocemos el acompañamiento y respaldo de las Naciones Unidas en todo el proceso de diálogo y negociación para alcanzar la paz, así como en la verificación y seguimiento al cumplimiento de los acuerdos suscritos.

También agradecemos infinitamente a los amigos de la comunidad internacional, y a los estimados ex secretarios de Naciones Unidas Boutros-Ghali, ya fallecido, y Javier Pérez de Cuellar, así como a su representante, Álvaro de Soto, igualmente al ex presidente de México Carlos Salinas de Gortari, entre otros hombres y mujeres identificados con la paz en El Salvador.

En este proceso jugaron también un rol fundamental los procesos de Contadora y Esquipulas II.

Nuestro reconocimiento a las iglesias, sectores académicos, organizaciones sociales, y en especial a la iglesia católica salvadoreña, al muy recordado Monseñor Arturo Rivera y Damas y a Monseñor Gregorio Rosa Chávez que siempre creyeron en una solución negociada al Conflicto.

Fue el mensaje de nuestro pastor y mártir Beato Oscar Arnulfo Romero el que nos guio en todo el proceso de dialogo y de negociación de los Acuerdos de Paz.

Su sueño de un El Salvador en paz, sensible ante las injusticias, solidario con el prójimo, unido como una gran familia continúa vivo en nosotros.

Así también permanece con nosotros el ejemplo y sacrificio de grandes salvadoreños y salvadoreñas que dieron su vida por un mejor futuro para El Salvador.

En este 25 Aniversario les rendimos nuestro más sincero homenaje a todos aquellos que brindaron su vida por este proceso de paz.

Las condiciones de la guerra también provocaron que muchos compatriotas emigraran hacia distintas partes del mundo.

Saludo a esos hombres y mujeres, a esas miles de familias salvadoreñas que se radicaron en otras latitudes, pero siempre orgullosas de sus raíces y de su historia.

Estimado pueblo salvadoreño.

En 1992 escribimos una de las paginas más valientes de la historia de nuestra nación.

Era necesario poner fin al desangramiento del pueblo, poner fin a la pérdida de vidas, al costo social, a la destrucción de la naturaleza y al estancamiento del desarrollo económico del país.

La salida militarista no era el camino, era urgente lograr acuerdos políticos para poner fin al conflicto y encontrar solución a las causas que originaron la guerra civil, y sobre todo iniciar la reunificación y reconciliación de toda la sociedad salvadoreña.

Con los Acuerdos de Paz escribimos un nuevo futuro.

Eso no significa ignorar lo que hemos sufrido como sociedad, precisa reconocer que en el pasado muchos civiles fueron víctimas del Estado y hoy en día deben ser reconocidos como tales.

El momento que vivimos nos demanda dialogar sobre una Ley de Reconciliación y Reparación Integral para las Víctimas, que deberá ser debatida por la Asamblea Legislativa, y que requerirá también de un serio proceso de consulta con las organizaciones que representan a las víctimas y a sus familias.

Nuestro gobierno tiene una especial sensibilidad con este tema, y considera como paso necesario en nuestro proceso de reconciliación que dignifiquemos a las personas que sufrieron los agravios de los aparatos del Estado durante el conflicto armado, y con las cuales aún tenemos deudas en la implementación de los Acuerdos de Paz.

En este 25 Aniversario ratifico mi compromiso de impulsar un diálogo con ese propósito.

Con esa voluntad y espíritu de reconciliación he recibido esta plataforma reivindicativa y reitero la voluntad del órgano Ejecutivo para avanzar de buena fe, y de acuerdo con nuestras posibilidades y competencias, en las medidas propuestas.

Exhorto a los otros órganos e instituciones del Estado a ser receptivas con este pliego de medidas, que también demandará su participación y compromiso, y que pronto estaré trasladando para su conocimiento.

Seguir avanzando en la consolidación de nuestra paz es tarea y aspiración de todos y todas.

Es esa convicción la que hoy renovamos con todo El Salvador y la comunidad internacional como testigo, para garantizar una paz firme, duradera e irreversible.

En por ello que he dado instrucciones al Ministro de Educación para que sea incluida, a la brevedad posible, la promoción de la Cultura de Paz como parte de los contenidos curriculares en todos los centros escolares de nuestro sistema educativo.

Pueblo salvadoreño:

La firma de los Acuerdos de Paz significó el cierre de un capítulo trágico en la historia de nuestro país y el inicio de uno nuevo, lleno de esperanzas y compromisos por un futuro mejor para los hijos e hijas de El Salvador.

Los Acuerdos de Paz establecieron los nuevos principios que han regido a la Fuerza Armada durante los últimos 25 años, convirtiéndola en una institución apegada al pueblo, garante de los Derechos Humanos, actuando siempre en defensa del Estado y de la integridad del territorio.

Los Acuerdos de Paz permitieron el reconocimiento del FMLN como una auténtica fuerza política representativa, nacida de las aspiraciones de justicia social del pueblo salvadoreño.

Fue así como el FMLN se incorporó a la vida política del país, marcando un signo fundamental en la nueva democracia.

Esta nueva democracia nos llevó del militarismo y la exclusión, al pleno ejercicio de los derechos políticos.

Superamos la dependencia hegemónica y conquistamos las libertades propias del pluralismo.

Con los Acuerdos el país comenzó a vivir un cambio político sin precedentes en su historia; un cambio encaminado a la construcción de un ordenamiento democrático que dejaría atrás, de manera definitiva, las políticas autoritarias que violentaron la voluntad popular en la elección de las autoridades públicas.

Hoy es el pueblo el auténtico soberano, quien construye día a día su progreso y decide su camino a seguir; y hemos ido más allá, nuestra democracia surgida de la reforma constitucional hacia un Estado de Derecho trasciende el ámbito electoral y cobra vida en la plena participación popular.

Esta nueva y fuerte democracia ha sido posible con la construcción de una nueva institucionalidad.

Tanto en el ámbito jurídico-político y en materia de seguridad pública, es fundamental el papel desempeñado por instituciones como la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, el Tribunal Supremo Electoral, la Fuerza Armada, la Policía Nacional Civil, la Academia Nacional de Seguridad Pública y el Consejo Nacional de la Judicatura.

Sin estas instituciones no podríamos hablar de verdaderos cambios en la vida nacional.

La gran enseñanza de los Acuerdos de Paz es que el camino a la solución de los problemas del país es el diálogo permanente y la unidad.

Ese fue el mensaje que enviamos al mundo aquel histórico 16 de enero de 1992.

Ahora, con ese mismo espíritu de diálogo y unidad celebramos 25 años de transformaciones en nuestro país.

Seguiremos implementando nuestro Plan de Gobierno para hacer de El Salvador un país educado, seguro y productivo.

Continuaremos impulsando políticas públicas para garantizar los derechos humanos de los salvadoreños y salvadoreñas.

Con esos objetivos, como Jefe de Estado lidero el proceso de gobernar con la gente hacia el Buen Vivir.

Al mismo tiempo reafirmamos nuestra disposición de contribuir con nuestra experiencia a la solución de conflictos en países hermanos.

Envío un especial saludo a la hermana República de Colombia, que acaba de finalizar un exitoso proceso de diálogo y negociación.

Colombia ha dicho al mundo que la paz es el camino, es el derecho de los pueblos y sólo es posible cuando las voluntades políticas se unen, prevalecen y triunfan.

Hermanas y hermanos:

En este 25 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz, hago un llamado a toda la sociedad salvadoreña:

A garantizar la vigencia y actualidad de todo lo cumplido, y a asumir el desafío para alcanzar nuevos Acuerdos de Nación que nos permitan avanzar en democracia, bienestar social, justicia y desarrollo económico.

A poner al centro los intereses del país y construir juntos nuevos acuerdos que permitan crear la condiciones y tomar las medidas para erradicar la extrema pobreza en El Salvador.

A asumir el diálogo permanente como una política de Estado para construir una cultura real de paz basada en el compromiso de todas y todos.

Amigas y amigos,

El Salvador vive hoy un nuevo contexto y enfrentamos nuevos retos que juntos vamos a superarlos.

Los Nuevos Acuerdos deben guiarnos hacia una sociedad productiva, segura y educada, reconciliada con el ambiente, a mejores niveles de bienestar, sin exclusiones ni injusticias socio-económicas.

Es precisamente con esa visión que anunciamos en esta fecha especial que con el respaldo de Naciones Unidas, este 2017 impulsaremos un nuevo diálogo para alcanzar una Segunda Generación de Acuerdos frente a los desafíos y necesidades actuales, y poder acercarnos más a ese país con el que todas y todos soñamos.

Agradecemos profundamente a la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas y a su Departamento de Asuntos Políticos, que desde mediados de 2016 han estado acompañándonos de manera decidida en la preparación de este nuevo camino.

Con la facilitación del representante del Secretario General -el reconocido diplomático mexicano Benito Andión, quien nos apoyó también con su participación en ONUSAL en los años noventa-, estaremos llevando adelante este diálogo del que participarán todos los actores claves de nuestro país como las fuerzas políticas y sectores sociales y productivos.

Por supuesto, este diálogo no partirá de cero, tiene a su base experiencias de diálogos sectoriales exitosos que hemos venido realizando en los consejos nacionales de Seguridad, Educación y Sustentabilidad.

Este trabajo ya produjo importantes frutos y ejemplo de ello son los resultados en materia de seguridad.

Para lograr estos nuevos acuerdos, al igual que en 1992, se requiere de un dialogo adecuado al momento histórico, de la voluntad y el consenso de todos los involucrados, así como del apoyo de la sociedad en su conjunto, para que este nuevo Acuerdo de Nación retome las aspiraciones del pueblo salvadoreño y sirva de base para conducir a nuestro país hacia un desarrollo sostenible.

Esas son nuestras más sentidas aspiraciones y para alcanzarlas ratifico el más firme compromiso de nuestro gobierno con este prometedor camino que hoy empezamos a transitar.

Invito también a todos los sectores del país a que tendamos puentes de entendimiento y sumemos fuerzas, con propósitos comunes, por el bien de El Salvador.

Hermanas y hermanos:

En este 25 aniversario de los Acuerdos de Paz es oportuno reflexionar sobre la Carta Apostólica del Papa Francisco titulada “Misericordia y Paz”.

El Santo Padre nos habla de la virtud de la misericordia, calificándola como “acción concreta de amor que, perdonando, transforma y cambia la vida”.

Asimismo, debemos atender la propuesta de las Naciones Unidas para que sumemos esfuerzos en dirección a “transformar y cambiar la vida perdonando”.

Por ello, llamo a todos los órganos del Estado y a la sociedad para que demos una oportunidad de reinserción perdonando a adultos mayores, enfermos y jóvenes en el sistema penitenciario que no han cometido delitos graves, a personas que han demostrado voluntad de insertarse a sus familias y comunidades y han cumplido más de la mitad de sus penas.

Atendiendo a esta exhortación justa y humanitaria del Papa Francisco, en los próximos días ejecutaré las medidas y coordinaciones necesarias que nos permitan contribuir a la concreción de este llamado de su Santidad.

Amigas y amigos:

La paz se construye día a día.

Es un proceso permanente, una utopía que sólo se conquista con justicia y bienestar.

En mi calidad de Presidente de la República invito al pueblo salvadoreño y a todos los sectores del país a que nos unamos.

Sólo un genuino compromiso por la unidad de la nación nos llevará a un mejor nivel de vida y a la consolidación de los logros históricos de nuestro pueblo.

Tenemos que preguntarnos por El Salvador que queremos de aquí a 25 años.

Es urgente ponernos de acuerdo acerca de cómo construiremos el país deseado, del empeño, ideas y energías que pondremos en su construcción, del amor y los sacrificios que estamos dispuestos a ofrecer por el bien de la patria.

Como lo hicimos hace 25 años, superemos ahora los retos actuales y heredemos a nuestros hijos e hijas un mejor El Salvador, donde podamos vivir en plenitud y tranquilidad, y que se convierta en el sueño para nuestros compatriotas que emigraron de esta tierra buscando superarse porque que no encontraron aquí oportunidades.

A ellos les enviamos nuestro afecto y nuestro compromiso de unificar esfuerzos para un mejor El Salvador.

La paz es el mejor legado que podemos entregar a las nuevas generaciones.

Esta fecha tan significativa para nuestro país reviste la importancia de dar a conocer a nuestra niñez y juventud de dónde venimos y lo mucho que costó alcanzar la paz.

Jóvenes salvadoreños, a ustedes les digo este 25 aniversario les declara, más que herederos de la paz, actores del nuevo país que tenemos que construir sobre los cimientos de la justicia, la libertad y la igualdad.

Este es el mensaje que le pido a las nuevas generaciones que hagan suyo, en sus manos depositamos nuestra confianza de que continuarán la construcción de una sociedad más justa, equitativa y democrática.

Invito al pueblo salvadoreño a mantener la esperanza y a continuar este proceso de transformaciones.

Continuemos cultivando y defendiendo la paz.

Esta conmemoración celebra nuestro más preciado logro firmado en el acta de 1992: los más profundos deseos de nuestro pueblo por vivir en paz, democracia, armonía y prosperidad.

¡Feliz 25 aniversario!

¡Que viva la paz!

SIGET


Mensaje del Secretario General ONU en ocasión del 25º Aniversario de los Acuerdos de Paz

Deseo ofrecer mi enhorabuena más sincera al Gobierno y al pueblo de El Salvador con ocasión del 25º aniversario de los acuerdos de paz. Hace un cuarto de siglo, los dirigentes salvadoreños tuvieron el valor de poner el bienestar de su pueblo por encima de los intereses partidistas. Ustedes se decidieron a mirar al futuro, superando profundas diferencias y heridas, para sentar las bases de una sociedad más próspera y pacífica. El mundo encontró inspiración en su decisión histórica de rechazar la violencia y solucionar las diferencias mediante el diálogo.

Su experiencia en materia de establecimiento y consolidación de la paz dejó una huella duradera en las Naciones Unidas. La Misión de Observadores de las Naciones Unidas en El Salvador nos enseñó que la consolidación de la paz debe llevarse a cabo tomando los derechos humanos como eje central de toda nuestra labor.

Su compromiso con la paz y los esfuerzos que han invertido para lograrla siguen siendo un ejemplo para el mundo, en un momento en el que nos enfrentamos a conflictos cada vez más complejos e interconectados que se caracterizan por atroces violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.

Este es el momento de reflexionar sobre el pasado y confrontar los desafíos presentes. En la actualidad, son muchos los salvadoreños que a duras penas consiguen mantener un nivel de vida digno, que son víctimas de la violencia y que se ven forzados a abandonar sus comunidades y dejar atrás familias rotas. La violencia, la persistente desigualdad y la falta de oportunidades impiden a los salvadoreños disfrutar plenamente de los beneficios de la paz. En muchos casos, las divergencias políticas bloquean los acuerdos necesarios para hacer avanzar el bien común y lograr una reconciliación genuina.

Mantener un diálogo transparente e inclusivo, fomentar el respeto mutuo y aunar esfuerzos son medidas imprescindibles para superar los desafíos contemporáneos, no solo en El Salvador, sino en todo el mundo.

Hoy, una vez más, El Salvador emprende un nuevo proyecto y se embarca en un proceso innovador, al que ha invitado a colaborar a las Naciones Unidas. En mayo del año pasado, el Gobierno de El Salvador solicitó los buenos oficios del Secretario General para facilitar el diálogo entre los salvadoreños y alcanzar acuerdos sobre los principales problemas del país. El diálogo que hoy iniciamos tiene sus cimientos en la larga historia de cooperación que une a las Naciones Unidas y El Salvador, y servirá para renovar este vínculo.

Veinticinco años atrás, muchos de los que hoy están aquí sentados asumieron la responsabilidad histórica de buscar la paz y construir un futuro mejor. Confío en que los dirigentes de los partidos políticos y la sociedad civil volverán a situar el interés nacional por encima de todo y a avanzar en pos de la consolidación de una sociedad más justa e inclusiva, en la que todos los ciudadanos puedan disfrutar de los beneficios de la paz y el desarrollo sostenible. Un logro así servirá de nuevo como inspiración para el resto del mundo.

Espero con interés poder mantener nuestra provechosa cooperación con miras a reforzar los tres pilares de las Naciones Unidas: la paz y la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo sostenible en El Salvador, en la región y en el mundo entero.

El Mundo

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