Ecuador: las mujeres mantienen el 40% de representatividad en la Asamblea Nacional

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De acuerdo a los resultados oficiales emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), de los 137 legisladores electos en los comicios del pasado 19 de febrero, 51 son mujeres y 86 hombres.

Es la segunda ocasión en la historia del país que la Función Legislativa tiene una representación femenina de 40% del total de asambleístas. La primera fue en 2013, cuando fueron electas 52 parlamentarias.

Por primera vez en la historia política de Ecuador, en el período legislativo que termina, 3 mujeres son las responsables de dirigir los destinos de la Función Legislativa: Gabriela Rivadeneira, presidenta; Rosana Alvarado, primera vicepresidenta; y, Marcela Aguiñaga, segunda vicepresidenta.

En los congresos de los años 90 y en la década de 2000 la representación de las mujeres en el organismo legislativo no superaba el 3%, por lo que en la Constitución de la República de 2008 se ratificó la igualdad de género y dejó establecido el principio de paridad, con lo que se garantizó la mayor participación femenina en la política.

Esto fue uno de los más grandes avances, afirma la analista y catedrática universitaria, Isabel Ramos, pero, aclara, el hecho de que una legisladora sea mujer no significa necesariamente que represente los intereses de género y puso de ejemplo a la asambleísta del Partido Social Cristiano (PSC), Cyntia Viteri, quien no ha propuesto una sola ley para defender los derechos de las mujeres, pese al largo tiempo que ha estado en la legislatura.

Viteri fue asambleísta constituyente entre 1997 y 1998, legisladora en los períodos 1998-2002 y 2002-2006. Renuncia en 2006 para postularse a la Presidencia de la República, pero 3 años más tarde vuelve a la Asamblea para los períodos 2009-2013 y 2013-2017, aunque en 2016 vuelve a renunciar para su segunda postulación presidencial. En ambas ocasiones perdió.

“El haber establecido igualdad de condiciones para acceder a un cargo es ampliar la democracia, pero el hecho de que existan candidatas mujeres tampoco garantiza el ejercicio pleno de los derechos, porque evidentemente existen otros intereses además del género, como las cuestiones de raza, etnia, pero sobre todo las de clase”, manifiesta.

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Calidad de la representación

Con este criterio coincide la activista femenina, excandidata a la Vicepresidencia de la República y vocera del movimiento ‘Nosotras por la Democracia’, Dolores Padilla, quien destaca que luego de 25 años de lucha, “ahora las mujeres estamos presentes, somos actoras, muchas de ellas protagonistas de propuestas de transformaciones”.

Añade que luego de conseguir participación, ahora lo que se debe buscar y en lo que se debe trabajar es en la calidad de la representación. “Como movimiento de mujeres hemos iniciado acciones para que esa calidad de participación marque una diferencia, principios éticos, cultura y prácticas políticas mucho más convocantes, constructivas, igualitarias, e inclusivas”.

Las analistas concuerdan en que pese al gran avance, aún no hay paridad y equidad en el número de asambleístas porque siguen siendo más hombres que mujeres, en este caso hay 35 varones más para el período legislativo que iniciará el 14 de mayo. Sin embargo, confían en que eso se regulará.

Una reforma legal

La vicepresidenta del CNE, Nubia Villacís, en declaraciones anteriores, explicó que si bien hay una participación igualitaria en las listas de candidatos que se presentan en las elecciones, el problema es que “no se llega al puesto de representación porque la mayoría de las listas pluripersonales las encabezan los varones”, con lo que habría una desventaja para las mujeres.

Por ello, dijo, es necesario que para futuras elecciones los movimientos y partidos políticos, en el momento de presentar las listas de candidaturas pluripersonales en 12 provincias, la encabecen hombres y en las otras 12 restantes mujeres. Igual para las circunscripciones electorales en el exterior.

Lamentó que ahora que el CNE está en período electoral no se pueda hacer una reforma al Código de la Democracia o al reglamento, pero cabe “que sean las mujeres las que exijan a los partidos y movimientos políticos a que firmen un compromiso para que en la mitad de las listas pluripersonales las lideren mujeres”.

Villacís anticipó que para las elecciones de 2019 se trabaja en una propuesta para incluir una reforma al Código de la Democracia que recoja esta iniciativa y demanda de las mujeres.

Si bien esta reforma podría ser positiva, el politólogo y profesor universitario, Gabriel Hidalgo, señala que el problema también radica en que sigue vigente el machismo. “El primer voto femenino de América Latina la tiene Ecuador, aquí se hacen muchos esfuerzos por conseguir la equidad de género, pero de todas la formas el elector femenino es un público que sigue pasando por dificultades alusivas al machismo y busca su mejor representación”, subraya.

Añade que muchas veces las mujeres votan por un varón, porque no confían en esa candidata mujer o no se sintieron representadas por ella.

La asambleísta 51

Hasta la mañana del miércoles se daba cuenta de 50 legisladoras mujeres electas para el período 2017-2021, pero con el 100% contabilizado de las actas de asambleístas nacionales y una vez aplicado el método Webster para asignar escaños, Lilian Durán se convirtió en la legisladora número 51. Dejó así, por una diferencia de más de 60.000 votos, fuera al exmandatario Lucio Gutiérrez, líder del Partido Sociedad Patriótica (PSP), quien a su vez rechazó el desplazamiento.

El Telégrafo

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