¿La venganza de Odebrecht y la CIA contra Correa, Lenín Moreno, Jorge Glas y otros? (Por Sabrina Cereda)

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Escándalo en el Ecuador

La constructora transnacional quiere cobrar 200 millones de dólares que se le adeuda y desquitarse por haber sido expulsada de ese país

Brasil.- El Fiscal General del Estado ecuatoriano, Carlos Baca Mancheno, está en Brasil para recibir de su homólogo en nuestro país, Rodrigo Janot, las tratativas y la información sobre el bullado caso de la constructora transnacional Odebrecht que habría entregado supuestos sobornos por un monto de 33,5 millones de dólares a funcionarios para beneficiarse con la contratación de grandes proyectos de obras públicas.

Esta empresa (Odebrecht), según fuentes vinculadas al quehacer económico y político, quedó descubierta con siniestras vinculaciones a la CIA y al Banco Mundial, cuyo principal accionista es Estados Unidos.

El dueño de la constructora, Marcelo Odebrecht, delincuente confeso y condenado, según se informó en medios periodísticos, al dar su declaración en tan escandaloso problema habría mencionado en su testimonio a líderes políticos y funcionarios de Ecuador de haber recibido estas coimas, incluyendo en la lista al expresidente Rafael Correa Delgado, al actual mandatario Lenín Moreno Garcés, al Vicepresidente Jorge Glas, al alcalde de Quito Mauricio Rodas, Mauro Terán, al ex asesor presidencial Alexis Mera, al actual ministro Eduardo Mangas, a su esposa la canciller María Fernanda Espinoza, a los exministros Alberto Acosta, Augusto Barrera, Gustavo Larrea, Alecsey Mosquera, Esteban Albornoz, Rafael Poveda, Carlos Pareja, Pedro Merizalde, Vinicio Alvarado, María Duarte, Walter Solís, Carlos Bernal, José Icaza y al tío del vicepresidente de la República Ricardo Rivera, entre otros, pero, en el proceso no constan las pruebas pertinentes que sustenten lo señalado. Esto lo habría realizado como un chantaje hacia el gobierno del Ecuador para obtener el pago de 200 millones de dólares adeudado y seguir manteniendo megaobras como la construcción del metro en Quito.

Según analistas brasileños, la lista de Odebrecht no es más que expresión de la venganza del principal de esta constructora (Marcelo Odebrecht) porque no le paga el Estado ecuatoriano mas de 200 millones de dólares adeudados y porque fue expulsada de ese país al ser descubierta en actos reñidos con la ley, tal como se difundió en medios de comunicación. La empresa Odebrecht fue expulsada de Ecuador por el Vicepresidente Jorge Glas, lo que en su momento significó que se generará una tensión diplomática entre ambos países.

Además, todos conocen que la CIA sacrifica a su propia gente para alcanzar perversos objetivos tal como lo ha hecho en distintos lugares del mundo y que consta en varias obras escritas por exdirectores (Philip Agee) o ex agentes de dicha central de inteligencia norteamericana. Como quedó registrado en el libro: “Confesiones de un sicario económico” del ex agente de la CIA, Jhon Perkins.

Lo anterior, resulta coincidente porque Marcelo Odebrecht fue condenado a 19 años de cárcel por delitos de estafa, corrupción y evasión de impuestos, entonces lo que está haciendo en estos momentos al involucrar en su declaración a líderes progresistas de la Revolución Ciudadana del Ecuador, es parte del complot del condenado para supuestamente negociar con el Departamento de Justicia de Estados Unidos la protección permanente y la disminución de la pena.

De acuerdo a registros que constan en nuestros archivos, la constructora Odebrecht es una empresa privada que surgió en el gobierno de la dictadura militar de Brasil en 1970, con estrecha vinculación a la CIA y con el Banco Mundial, cuyo principal accionista es Estados Unidos de Norteamérica, todo esto para chantajear a los gobiernos de la Región, ofreciéndoles créditos millonarios para grandes proyectos de obras que eran acaparados por Odebrecht.

Concretamente, Odebrecht y el Banco Mundial trabajan juntos: cuando el gobierno de un país pobre tiene un proyecto de construcción de carreteras o represas generadoras o cualquier obra, Odebrecht ayuda a ese gobierno a conseguir el préstamo del Banco Mundial, logrando con facilidad, concretándose las contrataciones de obras y aceptando las condiciones impuestas. La constructora, definitivamente, trabaja para la CIA como una herramienta política para tratar de afectar la imagen de los gobiernos de izquierda.

A manera de historia del complot, el 21 de diciembre del 2016, se publicó en EEUU una investigación sobre la constructora brasileña en que se detalla que esta empresa había realizado coimas de dinero y sobornos a funcionarios públicos de gobiernos en 12 países para obtener beneficios de contrataciones públicas, ese es el caso de Angola, Mozambique, Colombia, México, Panamá, Guatemala, Perú, República Dominicana, Argentina, Venezuela, Ecuador y Estados Unidos.

Como parte de la estratagema, la empresa constructora creó en los años 1980 con el nombre de “Caja B” un sector de relaciones estratégicas para disimular la maraña de coimas, que no era otra cosa que el denominado Departamento de Sobornos con su primera secretaria Concepción Andrade, con sede en Brasil, todo ha funcionado con precisión y son algunos los líderes de izquierda que han sido vinculados con la corrupción, en beneficio de los intereses de la derecha internacional representada por el imperio que quiere seguir manteniendo el control del mundo.

En síntesis, todo está montado y la campaña sucia de EEUU incluye la desaparición de Odebrecht para tener credibilidad, tan igual como han procedido mañosamente en otros casos donde han tumbado gobiernos democráticos y progresistas, e incluso la CIA ha asesinado miembros de su propio grupo, para culpar a los sectores de la izquierda y condenarlos o desprestigiarlos públicamente.

* Periodista

Blog de Sabrina Cereda

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