Honduras: detienen a sospechoso de atentar contra la hija de la activista Berta Cáceres

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La Policía de Honduras informó este jueves de la detención de un hondureño presuntamente vinculado a los dos atentados que sufrió Berta Isabel Zúñiga, hija de la ambientalista Berta Cáceres, y dos dirigentes indígenas el 30 de junio pasado, de los cuales salieron ilesos.

El sospechoso fue identificado como Terencio de Jesús Martínez, quien fue detenido el miércoles en el departamento occidental de la Paz, indicó la Policía hondureña en un comunicado.

Martínez es señalado como «el conductor» del auto desde el que presuntamente atacaron a Zúñiga y a los dos dirigentes del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), añadió.

El sospechoso fue detenido para investigación debido a que «las características del vehículo en el que viajaba coinciden con las del auto que, según los denunciantes, se utilizó para los atentados», afirmó a periodistas el portavoz de la Policía hondureña, Edgardo Barahona.

Agregó que la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) de la Policía está a la espera de que los acompañantes de la hija de Cáceres acudan a declarar ante las autoridades para «cumplir con el auto requerimiento de investigación» y que la Fiscalía «siga el proceso judicial» contra el sospechoso.

Según el Copinh, organización que fundó Berta Cáceres, quien fue asesinada en marzo de 2016, Zúñiga y los dos dirigentes fueron atacados en dos ocasiones el 30 de junio por cuatro hombres en la carretera que conduce a la comunidad de Cancire del municipio de Santiago Puringla, La Paz.

El primero de los ataques fue perpetrado por tres hombres con machetes que iban en un vehículo que se cruzó delante del coche en el que viajaba la hija de Cáceres y los dos dirigentes indígenas, a quienes amenazaron.

Minutos después un segundo atentado se produjo en la misma carretera, donde el conductor del coche de los agresores inició una persecución contra los líderes indígenas «rebasando de manera peligrosa» con la intención de arrojar el automóvil a un abismo.

«Luego de esto el carro (de los atacantes) se puso en frente del carro de COPINH, intentando frenarlo durante 10 minutos. Afortunadamente el conductor pudo tomar un desvío, ir por otro camino y evitar mayores incidentes», señala la organización.

Tras presentarse la denuncia de Zúñiga, la Policía hondureña movilizó tres equipos especializados de la DPI a La Paz, Intibucá y Siguatepeque para «hacer las pesquisas correspondientes», añadió la institución.

Según el Copinh, los motivos de los ataques son «las ambiciones» de miembros de las comunidades de Lomas de San Antonio y Las Delicias, con injerencia de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), por «quitar una fuente de agua a las comunidades de San Antonio, Cancire, Higuito y Cedrito».

Señaló el pasado 30 de junio que esas comunidades que pretenden «robar las fuentes de agua» han sido afectadas por el proyecto hidroeléctrico Sazagua, que se desarrolla en el departamento occidental de Intibucá, pues ha «dejado secas sus fuentes de agua».

La Prensa


Indígenas piden a Congreso de EEUU dejar de financiar a policía hondureña

Una organización indígena de Honduras urgió este jueves al Congreso de Estados Unidos cesar el financiamiento a la policía del país centroamericano mientras no cese la represión contra las comunidades étnicas.

En una carta enviada a Washington, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (Copinh) demanda al legislativo estadounidense aprobar el proyecto de «Ley Berta Cáceres sobre los Derechos Humanos en Honduras».

La iniciativa fue presentada al Congreso de Estados Unidos en junio de 2016 por cinco legisladores encabezados por Hank Johnson (Demócrata de Georgia), y pide sanciones para los asesinos de la ambientalista hondureña Berta Cáceres y suspender la ayuda a la policía.

Copinh, ahora coordinado por Berta Zúniga, hija la ambientalista asesinada, sostuvo que después del golpe de Estado de 2009 contra el entonces presidente Manuel Zelaya, se «instauró un periodo de represión y terror» para profundizar «el saqueo y la venta del país a empresas privadas y a una pequeña élite» hondureña.

El asesinato de Cáceres, que era coordinadora del Copinh, fue «producto de la profundización de este sistema neoliberal y militarista, el cual asesina a quienes defienden los pueblos, los bienes comunes de la naturaleza», denunció la organización.

Cáceres fue asesinada en marzo del 2016 por pistoleros que entraron a su casa en La Esperanza, en el oeste del país. Ocho personas están acusadas, en cuenta un directivo de una empresa que había amenazado a la ambientalista por oponerse a la construcción de una represa en un río en territorio indígena lenca.

Zúniga denunció que la semana pasada cuatro hombres desconocidos la amenazaron con machetes mientras se transportaba con otros miembros del Copinh en un vehículo, al que trataron de lanzar a un abismo en una carretera rural en Santiago de Puringla, en el oeste de Honduras.

HRN

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