Cadenas vitivinícolas argentinas, chilenas y uruguayas – Por CLIIDA

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Por CLIIDA *

El sistema capitalista en su avance hacia el desarrollo de las fuerzas productivas, lucha frente a otros capitales para la expropiación de la riqueza socialmente producida. Para ganar esta lucha, es necesario controlar la tecnología que permita disminuir el tiempo social de producción, lo que implica que en menor tiempo produzco mayores unidades de la mercancía. El Capital Financiero, en su estadio global, mundializa la disputa, transformándose en mundial la plusvalía y el tiempo social el escenario central de la lucha por alcanzar su menor medida.

La cuarta revolución industrial dada por la automatización, la robotización, la inteligencia artificial, así como la transgénesis, la adición genética, entre otros tantos avances en esta nueva era, producen profundas modificaciones en la esfera del Trabajo, profundizando la explotación de los trabajadores, las pequeñas burguesías, incluso burguesías agroindustriales que no logran dar el salto de escala. Además de la evidente y profunda concentración en pocas empresas trasnacionales que controlan el mercado global.

El grupo de los “seis nuevos países exportadores” de vino (Argentina, Australia, Chile, EEUU, Nueva Zelanda y Sudáfrica) continúa ganando terreno en el escenario mundial, alcanzando durante 2009 una participación cercana al 30%.

Intentaremos detallar la esfera del capital (propiedad de los medios para la producción) en Argentina, Chile y Uruguay, como una continuidad del análisis de la vitivinicultura antes expuesto (https://www.nodal.am/2018/07/de-las-cepas-argentinas-chilenas-y-uruguayas-a-las-mesas-del-mundo/).

Argentina, considerada la 36º mayor economía de exportación, en su esfera del capital, tiene una estructura de la cadena vitivinícola compuesta por 17.600 productores, de los cuales 16.000 tienen explotaciones inferiores a 30 hectáreas y dentro de ellos 12.900 poseen explotaciones menores a 10 hectáreas, es decir que el 90,9% se encuentra constituido por una pequeña burguesía terrateniente profundamente proletarizada (pequeños y medianos productores). Sólo el 9,1% del total de viñedos representa casi la mitad de la extensión cultivada de vid, esto ilustra el nivel de concentración la producción primaria.

Por su parte, en el Sector Industrial la cantidad de bodegas elaboradoras, según se desprende de un informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura en el año 2006 existían 958 establecimientos, de los cuales el 89,6% se concentraban en la región de Cuyo. Mientras que en 2018 se registraron 887 establecimientos elaboradores, prácticamente 6 bodegas menos por año. En el período 2006-2018 el número de bodegas se redujo en un 7,4 % y la cantidad de vino elaborado aumento un 15%. Esto nos indica la mayor concentración del Proceso de Elaboración Industrial en menos bodegas. Además de las bodegas, que realizan la manufactura de la vid, existen 484 establecimientos fraccionadores.

Los grandes ganadores de esta gran concentración que lideran el mercado a saber:

  1. Grupo Peñaflor: desde 2010 es propiedad de la familia Bemberg, los ex dueños de la cervecería Quilmes. Poseen las bodegas Trapiche, Las Moras, Suter, Finca La Rosa, El Esteco, Andean Viñas y Santa Ana. Posee 6.104 hectáreas de vid ubicadas estratégicamente en zonas vitícolas privilegiadas de Argentina. Actualmente exporta sus productos a más de 80 países.
  2. Grupo RPB Baggio: una sociedad anónima de las más poderosas del país, sus vinos se encuentran en más de 40 países. Posee las bodegas Viejo Viñedo, Uvita y Chapanay; además de una gran diversidad de productos agroalimentarios, entre ellos jugos de fruta.
  3. Molinos Ríos de la Plata: posee las bodegas Nieto Senetiner, Ruca Malen y Viña Cobos, además de una gran diversidad de productos agroalimentarios como fideos, harinas, aceites, etc. bajo las marcas de Lucchetti, Matarazzo, Cocinero, Cruz de Malta, Granjas del Sol, Gallo, Favorita, Canale, Exquisita, Blancaflor, entre muchas otras.
  4. Fecovita: es la Federación de Cooperativas Vitivinícolas más grande del país. Agrupa 5.000 productores integrados en 29 cooperativas. Bajo su estructura hay 30.000 hectáreas de vid en todo el país y 54 bodegas. Comercializa más de 260 millones de litros, lo que lo convierte en el número uno en ventas de vinos fraccionados, alcanzando el 27% de participación en el mercado interno argentino. Tiene sucursales en el exterior, con presencia en más de 20 países.
  5. Catena Zapata: en los años 80 Nicolás Catena Zapata se dedicó a producir vinos de calidad, en lugar de a granel. Insertó los vinos argentinos en el mapa vitivinícola mundial.

Chile, la 44º mayor economía de exportación, en la esfera del Capital, posee una estructura de la cadena vitivinícola compuesta por 14.012 productores vitivinícolas, el 90,9% poseen extensiones menores de 20 hectáreas, lo que se consideran pequeños/medianos productores, al igual que el caso argentino, una pequeña burguesía terrateniente pauperizada (SAG, Catastro Vitícola 2007/2008).

Según cifras del directorio industrial de SOFOFA del 2012, se registran 93 empresas productoras y 73 empresas exportadoras de vino. La industria se caracteriza por encontrarse muy concentrada, sólo tres empresas poseen el 43% de las ventas: Concha y Toro (23,5%), Santa Rita (22,3%) y San Pedro (17,6%). El resto de las ventas que alcanzan un 36,6%, las componen el resto de las viñas, las cuales tienen una menor participación. Estas viñas se caracterizan por sólo enfocar su producción en los mercados externos.

De acuerdo a datos de ODEPA (Oficina de Estudios y Políticas Agrarias) construidos con información del Servicio Nacional de Aduanas, en el año 2014 la exportación de vinos es liderada por las viñas del Grupo Concha y Toro (que incluye a Viña Maipo, Viña Cono Sur, Viña Almaviva y Viña Cánepa), que concentra tanto en cepas blancas como en cepas tintas, con el 29% y 27,2% de participación en el valor de los envíos respectivamente, teniendo en su poder 10.737 hectáreas cultivadas, es decir el 8,2%.

El caso de Viña Concha y Toro es considerada la más importante del país en términos de superficie plantada, además de ser la segunda a nivel mundial. También se destaca Viña San Pedro Tarapacá con un 8,9% de participación en cepas blancas y un 10,3% en cepas tintas con 4.208 hectáreas cultivadas; el 3,2% del área cultivada; y la Viña Santa Rita (que incluye a Viña Carmen) con el 5,2% en cepas blancas y un 3,6% de cepas tintas, totalizando 3.577 hectáreas cultivadas, es decir el 2,7% del total.

Por su parte, Viña Santa Carolina participa en un 3,7% en cepas tintas, con un total de 2000 hectáreas; el 1,5%. Le siguen en menor medida Viña Ventisqueros 1.700 hectáreas; 1,3%; Monftes SA 800 hectáreas; 0,6%; Viñas Errazuriz 358 hectáreas; 0,3%; Viña Luis Felipe EdwarsLtda 330 hectáreas; 0,3% (Catastro Vitícola 2013).

Uruguay es la 94º mayor economía de exportación, en la esfera del Capital, podemos contemplar que existen 1.022 productores que cultivan 6.605 hectáreas, distribuidos en 1.408 viñedos, correspondiendo el 97,37% a extensiones menores de 20 hectáreas, son considerados pequeños/medianos productores.

La cantidad de Viñedos Nacionales pasó de 1.988 en el año 2011, a 1.408 en el 2017, lo que significó una disminución del 29% (580 viñedos menos). En cuanto a la superficie, se observa una disminución neta de la misma en 1.491 hectáreas – pasando de 8.096 hectáreas en el año 2011 a 6.605 hectáreas en el 2017. Sin embargo se debe considerar que, mientras que en los estratos de superficie menores a 50 hectáreas de tamaño de viñedo, hubo una disminución de 1.518 hectáreas, en viñedos con superficies mayores a 50 hectáreas, hubo un aumento de 27 hectáreas. Una muestra de la concentración en la producción primaria.

Es de destacar que 15 bodegas (el 9% del total) aportan el 43% de la producción de vinos, procesando cada una de ellas más de un millón de litros (MGAP 2003).

* Centro Latinoamericano de Investigación, Innovación y Desarrollo Agrario (CLIIDA), asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)


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