Costa Rica | Luis Chavarría, dirigente sindical: “Ya es hora que cuando hay crisis no le metan impuestos sólo a la clase trabajadora”

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Por Josué Alfaro.

“Si el gobierno o la clase política no quieren entender, seguiremos hasta donde llegue esto”

Luis Chavarría, secretario general de la Unión Nacional de Empleados de la Caja (Undeca), representa una buena parte del sentir sindical sobre el plan fiscal que empuja el Gobierno en el Congreso. Desde su punto de vista, no existe forma posible en que apoyaría un proyecto que incluya las transformación del Impuesto de Ventas en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), la regla fiscal que pondría freno al gasto público a partir de la disponibilidad de recursos ni las medidas de empleo público que actualmente se impulsan.

Según el sindicalista, estos impuestos recaen sobre “el pueblo” y “las clases más bajas” cuando son otros los que tienen que pagar el desequilibrio financiero del país. Para él, el déficit fiscal nacional —que apunta a cerrar en un 7,2% del PIB este año, según las estimaciones del Banco Central— no es responsabilidad del modelo salarial del sector público ni de la forma en que se aplican sus incentivos, sino que se debe única y exclusivamente a la evasión y a las exoneraciones de sectores empresariales, pues los empleados públicos “ya pagan impuestos”.

No hay flexibilidad de parte de Chavarría como tampoco parece haberlo desde el movimiento del que es parte. El líder sindical del Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (Bussco) afirma que la huelga general que sostienen continuará mientras el expediente 20.580 siga en la corriente legislativa.

Incluso dice que seguirán “hasta donde llegue” si el texto llega a aprobarse en la Asamblea Legislativa, donde la pequeña fracción del Gobierno, la mayoritaria del Partido Liberación Nacional (PLN) y la también chica del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) —los últimos tres que han gobernado y han intrnrado un proyecto fiscal— apuntan a dar los votos necesarios para que por fin lograr uno.

Ustedes dicen tener la propuesta de una nueva reforma. Ahora bien, ¿qué puntos tiene esa propuesta?, ¿cómo es esa nueva propuesta?

— Es una propuesta técnica. La idea es que por medio de un 208 Bis se proceda a retirar el proyecto actual para que se construya un nuevo texto, que lógicamente esté amparado al procedimiento de la Asamblea Legislativa. Es factible, pero la única condición es que cualquier decisión que se tome con el Gobierno sea vinculante con los diputados, por lo que habría que construirla juntos. Nuestra propuesta no es venir a meterle mociones al 20.580 (plan fiscal) sino construir un nuevo texto con una mesa multisectorial.

¿Entonces ustedes no tienen una propuesta escrita sino que quieren arman un nuevo proyecto iniciando desde cero?

— No. Las propuestas escritas están. Son las 38 propuestas que nosotros entregamos como movimiento sindical hace cerca de tres meses en la mesa de negociación. Nosotros insistimos en que esas propuestas de carácter sindical y social atacan la evasión, el fraude, las exoneraciones y la corrupción. Son una serie de propuestas que hicimos y que constan por escrito en los escritorios del Presidente, del Ministro de la Presidencia, de los diputados, los medios de comunicación. Lo que pretendemos es que bajo ese contenido, un esfuerzo con un grupo técnico, se le venga a dar un rostro humano a esa solución fiscal y no venirle a dar garrote al pueblo.

Ustedes hablan de iniciar con un nuevo proyecto y una mesa de negociación…

— Una mesa multilateral. Es decir, no sólo con el movimiento sindical sino con los sectores sociales y diputados que tienen que estar porque hay que construir. Este es un problema país y eso es lo que nosotros estamos proponiendo, una reforma fiscal que no sea para venir a resolver esto por el resto del año, sino para sentar las bases que permitan que los ricos paguen como ricos y las empresas transnacionales como empresas que son fuertes.

Ahora, una mesa de negociación de este tipo tomaría bastante tiempo…

— No necesariamente. Aquí lo que se planteaba es que eso podría ser en un término de dos o tres meses, es parecido a lo que ha planteado Restauración Nacional. Se puede dejar parte del texto que por consenso se considere que quede, pero quitar todo lo que tiene que ver con meterle impuestos al pueblo de Costa Rica y a la clase trabajadora. En lugar de eso, proponemos cosas muy concretas para venir a evitar la evasión, el fraude fiscal y toda esa cuestión que ya todo el mundo conoce.

Usted habla de quitar impuestos a la clase trabajadora. ¿Hablamos de oposición al IVA y a las medidas de empleo público?

— Es correcto. A todas las medidas del IVA (Impuesto al Valor Agregado) y también a la regla fiscal, que es un problema que nosotros hemos analizado porque viene a quitarle y cortarle presupuestos a instituciones públicas que van a crear un deterioro grande, por ejemplo, que del 100% de las plazas (vacantes) se puedan reactivar un 25%; es decir, una institución no podría contratar una cantidad significativa de recurso humano que sea necesario. Estamos en contra de eso porque creemos que eso es malévolo y viene a debilitar, privatizar y destruir las instituciones públicas.

¿Sería correcto entonces afirmar que ustedes no van a frenar los movimientos hasta que se quiten las medidas de empleo público, el IVA y la regla fiscal?

— Lo que nosotros planteamos es construir un modelo diferente de pagar impuestos en este país. Ya es hora de que aquí cuando hay crisis no le vengan a meter impuestos directos sólo a la clase trabajadora y aquí el objetivo nuestro es que la clase política empresarial poderosa nacional e internacional tiene que pagar impuestos.

Entonces, al tratarse de una negociación, me queda una duda: ¿si existieran nuevas medidas para que grandes contribuyentes aporten más recursos ustedes también cederían con otras disposiciones en empleo público y demás?

— Ya le dije que no. Nosotros estamos en contra de eso porque eso lo que viene es a destruir las instituciones públicas, a precarizar los salarios y a meterle impuestos al pueblo.

Es decir, ¿de ninguna manera existe flexibilidad con este plan fiscal que en in 75% es todo eso?

— No. Para nosotros este plan fiscal no va. Para nosotros ese plan fiscal se hizo para darle garrote al pueblo. Es un plan fiscal totalmente neoliberal, totalmente hecho por el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde no tienen ninguna compasión por la clase trabajadora de este país ni por el pueblo costarricense. Esto es un modelo de derecha de país, al estilo de otros que han destruido todo y a eso nos vamos a enfrentar.

Ahora menciona usted al FMI; sin embargo, mucho se ha hablado de que no aprobar el plan fiscal redundaría en reales ajustes (Y mucho más fuertes) de organismos internacionales. ¿Cómo responde el movimiento sindical a esa advertencia?

— Que el pueblo costarricense no tiene absolutamente ninguna responsabilidad de eso, ni la clase trabajadora. Que de esto son responsables Miguel Ángel Rodríguez, todos los presidentes que han pasado por aquí, los partidos Liberación Nacional (PLN), la Unidad Social Cristiana (PUSC) y el Partido Acción Ciudadana (PAC) ahora. Esos son los legítimamente responsables de esto y ellos tendrán que pagar la responsabilidad política de lo que pase.

¿Pero la responsabilidad social de lo que pase la pagaría el país?

— Sí, pero la responsabilidad política la van a pagar ellos.

Aquí estos partidos no pueden seguir engañando al pueblo tantos años, como lo han hecho, sacándole la sangre como un vampiro sin interés de venir a proponer leyes que vengan a desarrollar este país, pero que vengan a distribuir la riqueza.

El Gobierno a veces los trata a ustedes de intransigentes y viceversa. ¿Son tan rígidos los puntos de cada uno?

— Es mejor que nos puedan decir a nosotros intransigentes a que nos digan corruptos o saqueadores de ese país. Tenemos una convicción ética, patriótica y moral, no vivimos de puestos públicos ni aprovechamos las deudas electorales para gastar los recursos del pueblo, así que nosotros no tenemos rabo que nos majen.

Se habla también de que las propuestas sindicales son irreales. ¿Propuestas como eliminar la evasión son factibles?

— ¿Por qué no sería factible?, sí se puede. Ahí hay propuestas que demuestran que sí se puede con la evasión y el fraude, por ejemplo con controles en las aduanas, los escáneres. Aquí el Gobierno chino, hace como unos diez o siete años regaló escáneres para controlar las mercaderías en las aduanas y no les dio la gana instalarlos porque eso pone un estricto control. El sector poderoso no ha querido. Nosotros estamos promoviendo que aquí se compre un estilo de escáner que ya existe en otras partes del mundo para eliminar el contrabando de las mercaderías que meten grandes empresas transnacionales.

Además, estamos proponiendo que se haga un estudio de una creación de plazas de personal técnico de personal técnico capacitado como en otras partes del mundo porque en Hacienda ni siquiera alcanzan los inspectores para verificar que el comercio que a nosotros nos rebajan del 13% de impuestos se deposite en el Ministerio de Hacienda o no. Es decir, aquí hay una parte del comercio que cobra el 13% y se lo roba. Todo ese tipo de cosas sí se pueden hacer y los que dicen que no es porque quieren seguir saqueando y robando a este país.

¿Pero llevar la evasión a cero?

— Bueno no, nosotros no estamos diciendo llevar la evasión a un 0% porque eso no es así, pero si del 8,2% del PIB en evasión usted pudiera reducirlo un 6% resolvería todos los problemas de este país. Imagínese que ahorita con todo este paquete fiscal lo que se pretende recaudar es un 1,7% del PIB y este paquete, le aseguro, no va a resolver el déficit fiscal de este país porque donde están los grandes huecos, que este país no ha querido recaudar, no se aplica absolutamente nada. Se le quiere permitir a las empresas seguir robándose todas la ganancias que tienen aquí trasladarlas a otro país.

Este paquete ciertamente no resuelve el problema fiscal, pero el Gobierno habla de posteriores reformas al empleo público y a las instituciones… ¿Ustedes ven políticamente viable que esto se resuelva de otra manera?

— Nosotros no estamos diciendo ocurrencias, nosotros tenemos un equipo asesor, incluso con gente de experiencia que han trabajado como asesores en la Asamblea Legislativa con una mentalidad progresista identificada con el carácter social de los costarricenses. Así que aquí hay dos mentalidades, la de ellos es totalmente bancaria, como la de este que vinieron a nombrar del FMI en el Banco Central, donde lo que quieren es favorecer nada más a las grandes empresas.

Me refería a la composición en la Asamblea Legislativa porque finalmente es allí donde se toman las decisiones. ¿Ustedes ven factible un cambio de postura sobre estos abordajes o tan siquiera con el plan fiscal?

— Estamos proponiendo que se incorporen los diputados a la construcción de una nueva versión de un paquete fiscal. Ahí hay si no me equivoco 14 diputados de RN que dicen que no están de acuerdo con esto y hay otros que se han sumado, como los tres diputados del PIN (Partido Integración Nacional), Villalta, el diputado Dolanescu… Ahí hay unos 20 diputados totalmente en desacuerdo con eso y aparte hay otros que no están del todo en contra del proyecto, pero que son muy críticos.

¿Mientras no se acepte su propuesta sindical la huelga sigue?

—La huelga sigue y ya no es una huelga de trabajadores públicos. Esto es una huelga general del país que nos denota que hay una fuerza social claramente molesta con la clase política neoliberal. Se ve en las encuestas, en el apoyo en las comunidades… ese montón de gente de capas medias y bajas que ningún gobierno le ha resuelto nada… Toda esta clase política ha llevado a la ruina a esta gente y esa disconformidad social que vemos hoy es parte de esa gente que se siente bastante indignada y molesta en las calles.

Por último. En un casi hipotético, si el proyecto fiscal sigue avanzando y se aprueba en primer debate con los apoyos que ya tiene, ¿qué sigue para ustedes?

— Nosotros estamos en contra. Seguiríamos. ¿Qué podemos hacer?, no sé, no sé que pueda pasar aquí, pero nosotros seguiríamos. Aquí si este gobierno o la clase política no quieren entender, seguiremos hasta donde llegue esto.

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