Reflexiones iniciales sobre las elecciones en Guatemala | Preguntas después de la resaca electoral – Por Carlos Figueroa Ibarra y Mario Sosa

808

Reflexiones iniciales sobre las elecciones en Guatemala – Por Carlos Figueroa Ibarra *

Las elecciones de 2019 hubiesen sido una puerta abierta a la esperanza si el establishment cleptocrático no hubiese logrado descabezar la candidatura de Thelma Aldana, si los partidos que se sitúan del centro a la izquierda con altura de miras se hubiesen unido. El hubiera no existe, pero sirve para imaginar lo que en el futuro habría que hacer.

Conocidos los resultados de la primera vuelta electoral es posible realizar algunas reflexiones iniciales sobre el tema. Las enumeraré:

1. Los resultados enfrentarán en la segunda vuelta a dos candidatos que no auguran ruptura con el llamado “Pacto de Corruptos”. Sandra Torres representa un proyecto sin voluntad posneoliberal, con compromisos con el referido pacto y un discurso populista con práctica asistencialista y clientelar. Alejandro Giammatei representa a la derecha extrema asentada en los poderes invisibles y exmilitares contrainsurgentes. Será apoyado por la mayor parte de los votantes de derecha y por lo más significativo del empresariado que lo verá como la salvación ante un eventual triunfo de Torres.

2. La gran sorpresa electoral fue Thelma Cabrera, la candidata del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP). Las encuestas previas le daban 3-5% de los votos y al final obtuvo 10.4%. Justo es decir que en lo que se refiere al voto progresista, la ausencia de Thelma Aldana hizo que una parte de este se fuera hacia la candidata del MLP.

3. La elección estuvo marcada por un abstencionismo que aumentó 10% en relación al observado en 2015. Hubo prácticas fraudulentas, si nos atenemos a las denuncias de boletas premarcadas, compra de votos, restricciones financieras al MLP. Quedará por investigar si existieron boletas en las que no aparecía el logo del MLP, si éste fue empequeñecido y los pobres resultados del MLP en alcaldías y diputaciones. Estas prácticas fraudulentas no parecen haber alterado sustancialmente los resultados electorales presidenciales.

4. Lección fundamental son las consecuencias de la dispersión del voto del centro izquierda. MLP, Semilla, Winaq, URNG-Maíz, Libre, Convergencia, y Encuentro por Guatemala obtuvieron en su conjunto 20% de los votos. Separados, salvo MLP, cayeron en la intrascendencia y tres de los siete partidos perdieron el registro. El progresismo será sumamente débil en el Congreso: 14 de 160 diputados.

5. La Unidad Nacional de la Esperanza de Sandra Torres se consolida como el partido más consistente. Desde 2003 sus resultados han sido de dos dígitos y ahora cuenta con 52-53 de los 160 diputados (33%). Frente a Thelma Aldana, Torres se volvió para la ultraderecha el mal menor. Una vez eliminada de la contienda Aldana, Torres “hará entrar a Guatemala a la izquierda socialista”, la convertirá en “una nueva Venezuela” y “será el nuevo Chávez”.

La paranoia anticomunista y la ferocidad ultraderechista también “se sienten preocupados” por el resultado de Thelma Cabrera. La satanización de Sandra Torres desde hace muchos años ocasiona que tenga un alto negativo (34% o 54%) frente a Giammattei (2% o 16%). Esto hace que el panorama para la segunda vuelta de la UNE y Torres sea difícil.

Las elecciones de 2019 hubiesen sido una puerta abierta a la esperanza si el establishment cleptocrático no hubiese logrado descabezar la candidatura de Thelma Aldana, si los partidos que se sitúan del centro a la izquierda con altura de miras se hubiesen unido. El hubiera no existe, pero sirve para imaginar lo que en el futuro habría que hacer.

* Sociólogo y profesor e investigador en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en México. Especialista en estudios de procesos políticos y violencia de Guatemala en conjunción con procesos políticos de México.


Preguntas después de la resaca electoral – Por Mario Sosa *

A pesar de la resaca electoral, es necesario que, con perspectiva de ciudadanos honestos y responsables, nos hagamos preguntas cruciales, con cuyas respuestas debemos orientar nuestra acción política para los próximos años.

Muy probablemente la votación ha sido resultado del conservadurismo hegemónico, en el cual se combinan el clasismo, la homofobia, el racismo, el fundamentalismo religioso, etc. Muy probablemente el panorama se pinte negro no obstante los avances que hayan logrado fuerzas y candidaturas políticas contrahegemónicas.

En este escenario y correlación de fuerzas devenido de la primera vuelta electoral, y a pesar de la resaca electoral, es necesario que, con perspectiva de ciudadanos honestos y responsables, nos hagamos preguntas cruciales, con cuyas respuestas debemos orientar nuestra acción política para los próximos años. Estas interrogantes pueden ser:

¿Ha salido ganador de la elección el conjunto de fuerzas que forman parte del llamado Pacto de Corruptos y de Impunidad? ¿Continuará la captura del Estado a manos de grupos corporativos, políticos corruptos, militares y estructuras criminales y del narcotráfico? ¿Continuarán la corrupción y el saqueo del Estado?

¿Seguiremos afectados por un Estado impulsor de un modelo económico que prioriza el interés empresarial y de pequeñas élites antes que el interés colectivo y común de los pueblos, de toda la ciudadanía y del cuidado ambiental?

¿Estaremos ante un Congreso de la República que continuará aprobando una agenda legislativa de carácter regresivo en materia de derechos, de libertad para el saqueo y la explotación, para garantizar impunidad a corruptos y criminales y que relegará la solución a los graves e históricos problemas del país?

¿Se mantendrá la política enclenque y demagógica en cuanto a mitigar el hambre, la desnutrición, la carencia de agua potable y de energía eléctrica y la falta de caminos y carreteras? ¿Se mantendrá el esquema de privatización y exclusión de las grandes mayorías del acceso a educación y a salud? ¿Continuarán la política de salarios de hambre y las condiciones de trabajo indecentes?

¿Se seguirán desoyendo las voces de los campesinos y de las comunidades rurales, en especial en sus demandas de tierra, desarrollo rural integral y derecho al agua? ¿Se continuarán impulsando proyectos de muerte a pesar de la resistencia de los pueblos indígenas y mestizos?

¿Se mantendrá la política represiva y de criminalización de la protesta social y de la defensa de derechos colectivos, que afecta especialmente a sindicalistas, luchadores sociales y defensoras de derechos humanos? ¿El sistema de justicia continuará siendo parcial y aplicando fallos de corte clasista, que garantizan impunidad para los poderosos? ¿Se seguirán protegiendo los intereses empresariales antes que los derechos de las comunidades, de los pueblos y de la ciudadanía? ¿Continuarán la política de privatización de la seguridad y la desprotección de la ciudadanía de las acciones de la delincuencia común y organizada y de cuello blanco?

¿Se continuará con una política internacional dependiente, incapaz, apátrida y sumisa? ¿Se mantendrá la práctica de sometimiento a los designios e intereses de Estados Unidos por sobre nuestros intereses nacionales? ¿Se mantendrá una política de permitir la violación de los derechos de nuestros hermanos migrantes?

¿Continuarán las políticas de odio: racistas, clasistas, antifeministas, homofóbicas y anticomunistas?

Las tendencias tanto en el ámbito político como en el electoral en específico permiten suponer que las respuestas a las anteriores preguntas —así como a otras— serán negativas. En ese sentido, deberemos encaminar nuestros esfuerzos de organización y movilización política a enfrentar a los poderes corruptos, criminales y contrarios a los intereses comunes y colectivos. Igualmente, deberemos seguir construyendo la alternativa contrahegemónica, que pasa por la articulación de propuestas y de fuerzas políticas decididas a transformar de raíz las condiciones que impiden el buen vivir para todas y todos.

* Antropólogo político, investigador en el Instituto de Investigación y Proyección sobre el Estado (ISE) de la Universidad Rafael Landívar (URL), docente en la URL, en la USAC y en Flacso-Guatemala.


VOLVER
Más notas sobre el tema