López Obrador y Trump celebran inicio del acuerdo comercial T-MEC

Foto: cancillería México
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Destacan AMLO y Trump puesta en marcha del T-MEC

El presidente Andrés Manuel López Obrador y su homólogo de EU, Donald Trump, destacaron la importancia de la puesta en marcha del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

En mensaje conjunto en la Casa Blanca, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que este acuerdo es un logro de las tres naciones y su pueblo, y que se logrará mejorar las cadenas productivas para recuperar la presencia económica que ha perdido América del Norte.

“El T-MEC es el instrumento idóneo para proporcionar certeza económica y mayor confianza a nuestros países, lo que será fundamental para la recuperación que ya ha comenzado en nuestras dos naciones. El T-MEC reafirma nuestro entendimiento compartido de que América del Norte es una región que crea prosperidad para todos sus ciudadanos”.

“Nuestra reunión conmemora la entrada en vigor del histórico Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), un acuerdo de libre comercio que fortalecerá nuestra competitividad global como región y promoverá el crecimiento económico, el empleo y la prosperidad para los pueblos mexicano y estadounidense”.

Tanto López Obrador como Donald Trump indicaron que el tratado entre los tres países fortalece la cooperación en la lucha contra la corrupción a través de «firmes disciplinas» contra la corrupción en el comercio internacional de cualquier acuerdo internacional.

“También es un acuerdo que fortalece nuestra cooperación en la lucha contra la corrupción a través de las más firmes disciplinas contra la corrupción en el comercio internacional de cualquier acuerdo internacional”.

Manifestaron que la pandemia del coronavirus ha afectado profundamente a los mexicanos y a los estadounidenses, pero que ambos gobiernos mantienen una coordinación estrecha a medida que responden a desafíos económicos, de salud y de seguridad sin precedentes.

“Nuestros países han limitado a viajes esenciales únicamente, desde marzo de 2020, el movimiento en nuestra frontera terrestre común, al mismo tiempo que han garantizado el tránsito de bienes y servicios esenciales, la continuidad de nuestras cadenas de suministro y el desplazamiento de trabajadores de emergencia y ocupados en actividades críticas para mitigar la propagación del virus en nuestras naciones”.

En la declaración conjunta se asegura que México se convirtió en el mayor socio comercial de los Estados Unidos por primera vez en 2019, debido a que todos los días, mercancías con valor de 1.6 mil millones de dólares cruzan la frontera hacía la Unión Americana, apoyando directamente a empresas, empleos y trabajadores mexicanos y estadounidenses.

Reiteraron que la entrada en vigor del acuerdo comercial marca el inicio de una nueva era que beneficiará a los trabajadores, agricultores, ingenieros y empresarios de ambos países, que son la columna vertebral de nuestras economías integradas.

“El T-MEC permitirá que nuestra exitosa relación económica –una de las más fuertes del mundo– se expanda aún más en los años venideros, continuando así nuestra gran historia de cooperación compartida”, agregaron.

En su mensaje, el presidente López Obrador destacó el respeto y comprensión que nuestro país ha recibido de su homólogo de Estados Unidos

En tanto, el presidente Donald Trump señaló que se está edificando una alianza económica y de seguridad, y que se han abordado temas más apremiantes que enfrentan ambas naciones y que no se habían resuelto ni tratado durante varios años.

Agregó que el T-MEC es el acuerdo comercial de mayor magnitud que han creado cualquier país y le va a llevar prosperidad a los trabajadores de México, Estados Unidos y Canadá.

Visita de AMLO a la Casa Blanca

Alrededor de las 13:00 horas, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue recibido en la Casa Blanca por su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, en su primera visita de trabajo que realiza al país vecino.

En una camioneta escoltada por personal del Servicio Secreto, el Ejecutivo federal fue recibido por el mandatario norteamericano, y al bajar del automóvil saludó a distancia a personas que se encontraban ahí esperado la llegada del mandatario.

Ambos mandatarios no se saludaron de mano por las medidas sanitarias, pero sonrieron al verse.

Al ingresar a la Casa Blanca, los presidentes se dirigieron al Salón Roosvelt donde el mandatario mexicano firmó el libro de invitados especiales.

Los mandatarios mantuvieron una reunión privada donde abordaron temas como la puesta en marcha del acuerdo comercial, seguridad, migración y salud.

El Universal


Comunicado conjunto sobrela reunión entre el presidente de los Estados Unidos de América, Donald J. Trump, y el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador

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«Viva, México»: El discurso completo de AMLO frente a Trump

Esta tarde el presidente Andrés Manuel López Obrador y su homólogo Donald Trump se reunieron en la Casa Blanca para hablar sobre el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para posteriormente ofrecer un mensaje a medios de comunicación.

En el discurso, Donald Trump resalto la amistad que tienen con el presidente mexicano así como una relación bilateral cercana. Por su parte, López Obrador reconoció a su homólogo por el respeto a la soberanía nacional y agradeció el apoyo durante la emergencia sanitaria del coronavirus covid-19.

Discurso de AMLO en Estados Unidos

Amigas y amigos,

Celebro este encuentro con usted, presidente Donald Trump. Mi visita obedece, en buena medida, a la importancia que tiene, sobre todo, en estos tiempos de crisis económica mundial, la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.

El haber conseguido este acuerdo representa un gran logro en beneficio de las tres naciones y de nuestros pueblos.

Como es sabido, América del Norte es de las regiones económicas más importantes del planeta. No obstante, nuestra región es inexplicablemente deficitaria en términos comerciales; exportamos al resto del mundo tres mil 579 billones de dólares, pero importamos cuatro mil 190 billones de dólares; es decir, mantenemos un déficit de 611 mil millones de dólares, lo cual se traduce en fuga de divisas, menores oportunidades para las empresas y pérdida de fuentes de empleos.

El nuevo Tratado busca, precisamente, revertir este desequilibrio mediante una mayor integración de nuestras economías y mejoras en el funcionamiento de las cadenas productivas para recuperar la presencia económica que ha perdido América del Norte en las últimas cinco décadas. Baste señalar que, en 1970, la región representó el 40.4 por ciento del producto mundial y que, ahora, esta participación en la economía global ha bajado a 27.8 por ciento.

Por ello, el Tratado es una gran opción para producir, crear empleos y fomentar el comercio sin necesidad de ir tan lejos de nuestros hogares, ciudades, estados y naciones. En otras palabras, los volúmenes de importaciones que realizan nuestros países del resto del mundo, pueden producirse en América del Norte, con menores costos de transporte, con proveedores confiables para las empresas y con la utilización de fuerza de trabajo de la región.

Desde luego, no se trata de cerrarnos al mundo, sino de aprovechar todas las ventajas que nos brinda la vecindad, así como la aplicación de una buena política de cooperación para el desarrollo.

Este Tratado permite atraer inversiones de otros lugares del hemisferio a nuestros países, siempre y cuando se cumpla con los principios de producir mercancías de elevado contenido regional y de procurar condiciones salariales y laborales justas para los trabajadores del país exportador o importador de bienes de consumo.

Es importante también señalar que, en este acuerdo, los tres países aportamos capacidad productiva, mercados, tecnología, experiencia, mano de obra calificada y terminamos complementándonos. Por ejemplo, México tiene algo sumamente valioso para hacer efectiva y potenciar la integración económica y comercial de la región; me refiero a su joven, creativa y responsable fuerza laboral. No olvidemos que la participación de los trabajadores en los procesos productivos es igual de importante que el papel de las empresas. De poco serviría tener capital y tecnología, si no se cuenta con buenos obreros que se destaquen por su imaginación, su talento y su mística de trabajo.

Además, con acuerdos como este y con respeto a nuestras soberanías, en vez de distanciarnos estamos optando por marchar juntos hacia el porvenir. Es privilegiar el entendimiento, lo que nos une, y hacer a un lado las diferencias o resolverlas con diálogo y respeto mutuo.

Ciertamente, en la historia de nuestras relaciones, hemos tenido desencuentros y hay agravios que todavía no se olvidan, pero también hemos podido establecer acuerdos tácitos o explícitos de cooperación y de convivencia; por ejemplo, en los años cuarenta del siglo pasado, durante la Segunda Guerra Mundial, México ayudó a satisfacer la necesidad de Estados Unidos de materias primas y lo respaldó con mano de obra de los trabajadores migrantes, que fueron conocidos como “braceros”.

Desde entonces y hasta la fecha, hemos venido consolidando nuestras relaciones económicas y comerciales, así como nuestra peculiar convivencia, a veces de vecinos distantes y otras de amigos entrañables.

También, como es sabido, la historia, la geopolítica, la vecindad y las circunstancias económicas de ambas naciones han impulsado de manera natural un proceso de migración de mexicanas y mexicanos hacia Estados Unidos y se ha conformado, aquí, una comunidad de cerca de 38 millones de personas, incluyendo a los hijos de padres mexicanos. Se trata de una comunidad de gente buena y trabajadora que vino a ganarse la vida de manera honrada y que mucho ha aportado al desarrollo de esta gran nación. Asimismo, en México, más que en ningún otro país del mundo, viven y forman parte de nuestra sociedad un millón y medio de estadunidenses. De modo que estamos unidos, más que por la proximidad geográfica, por diversos vínculos económicos, comerciales, sociales, culturales y de amistad.

Presidente Trump:

Como en los mejores tiempos de nuestras relaciones políticas, durante mi mandato como presidente de México, en vez de agravios hacia mi persona y, lo que estimo más importante, hacia mi país, hemos recibido de usted, comprensión y respeto.

Algunos pensaban que nuestras diferencias ideológicas habrían de llevarnos de manera inevitable al enfrentamiento. Afortunadamente, ese mal augurio no se cumplió y considero que hacia el futuro no habrá motivo ni necesidad de romper nuestras buenas relaciones políticas ni la amistad entre nuestros gobiernos.

El mejor presidente que ha tenido México, Benito Juárez García, pudo, como usted lo mencionó, entenderse con el gran presidente republicano Abraham Lincoln. Recordemos que este gran líder histórico estadunidense, el impulsor de la abolición de la esclavitud, nunca reconoció al emperador Maximiliano, impuesto en México con la intervención del poderoso ejército francés. No es casual que Juárez haya lamentado el asesinato de Lincoln, diciendo: “He sentido profundamente esta desgracia porque Lincoln, que con tanta constancia y decisión trabajaba por la completa libertad de sus semejantes, era digno de mejor suerte…”.

Lo mismo sucedió con la espléndida relación que mantuvieron, a pesar de las circunstancias difíciles, el presidente demócrata Franklin Delano Roosevelt y nuestro presidente patriota, el general Lázaro Cárdenas del Río.

En los días posteriores a la expropiación petrolera, en una carta, el general Cárdenas reconoció el buen entendimiento bilateral de la siguiente manera:

«Mi gobierno considera que la actitud asumida por los Estados Unidos de Norteamérica, en el caso de la expropiación de las compañías petroleras, viene a afirmar una vez más, la soberanía de los pueblos de este continente, que con tanto empeño ha venido sosteniendo el estadista del país más poderoso de América, el excelentísimo señor presidente Roosevelt».

De modo que, guardadas todas las proporciones y en circunstancias sin duda distintas, la historia nos enseña que es posible entendernos sin prepotencias o extremismos.

Ahora que decidí venir a este encuentro con usted, presidente Trump, en mi país se desató un buen debate sobre la conveniencia de este viaje. Yo decidí venir porque, como ya lo expresé, es muy importante la puesta en marcha del Tratado, pero también quise estar aquí para agradecerle al pueblo de Estados Unidos, a su gobierno y a usted, presidente Trump, por ser cada vez más respetuosos con nuestros paisanos mexicanos.

A usted, presidente Trump, le agradezco su comprensión y la ayuda que nos ha brindado en asuntos de comercio, petróleo, así como su apoyo personal para la adquisición de equipos médicos que necesitábamos con urgencia para tratar a nuestros enfermos del covid-19.

Pero lo que más aprecio, es que usted nunca ha buscado imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía. En vez de la Doctrina Monroe, usted ha seguido, en nuestro caso, el sabio consejo del ilustre y prudente George Washington, quien advertía que “las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”. Usted no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que, por el contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso estoy aquí, para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto. Nos ha tratado como lo que somos: un país y un pueblo digno, libre, democrático y soberano.

¡Que viva la amistad de nuestras dos naciones!

¡Que viva Estados Unidos de América!

¡Que viva Canadá!

¡Que viva nuestra América!

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!

Milenio


Entre porras y algunas protestas: así recibieron a AMLO en Washington

El presidente Andrés Manuel López Obrador inició su visita a Washington con una entrega de arreglos florales en el monumento al presidente Abraham Lincoln, esto como parte de su primera actividad oficial.

Posteriormente se dirigió hacia el monumento a Benito Juárez en donde hizo lo propio, y depositó un arreglo floral, acompañado de su comitiva, entre ellos, la secretaria de Hacienda, Graciela Márquez, y la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena.

Cabe señalar que durante su viaje en un vuelo comercial, el mandatario usó cubrebocas, no así al momento de visitar tanto los monumentos de Lincoln como el de Benito Juárez. La comitiva que lo acompaña tampoco lo portaba para las fotografías oficiales.

En ambos sitios, López Obrador saludó a la distancia a los ciudadanos mexicanos que asistieron a darle la bienvenida. En cada punto se han registrado muestras de apoyo y algunas de rechazo por su visita a Estados Unidos.

El objetivo principal de esta, la primera gira internacional de AMLO, desde que llegó a la presidencia, es celebrar la entrada en vigor del tratado de libre comercio, renegociado entre Estados Unidos, México y Canadá, el T-MEC.

Llama la atención que el gran ausente en la cita es el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien no aceptó la invitación de la Casa Blanca.

Por la tarde, los presidentes de México y Estados Unidos, tuvieron su primer cara a cara en la oficina oval de la Casa Blanca.

Luego habrá una segunda reunión entre ambos mandatarios, al final de la cual, firmarán una declaración conjunta.

Posteriormente, AMLO acudirá a una cena también en la Casa Blanca, que será privada y donde además estarán presentes 10 empresarios estadounidenses y 10 mexicanos.

Acompañan al presidente López Obrador a esa cena, el canciller Marcelo Ebrard, la embajadora Martha Bárcena; la secretaria de Economía, Graciela Márquez; así como el ingeniero Alfonso Romo, jefe de la oficina de la presidencia, y el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau.

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