Chile | Yasna Provoste, precandidata presidencial: «Este modelo económico se agotó y debemos dar paso a una economía más verde»

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Yasna Provoste, candidata presidencial: “Una espera hacer realidad las transformaciones que los constituyentes propongan al país”

Por Emmanuel Ganora

Luego de haber realizado su tan esperado anuncio presidencial en la Plaza de Armas de su Vallenar natal, y haber compartido un posterior almuerzo con su familia y equipo de colaboradores, la presidenta del Senado y, desde hace algunas horas, abanderada de la Democracia Cristiana, Yasna Provoste recibe a The Clinic en la camioneta que la trasladará ese mismo viernes 23 de julio en un extenso periplo hasta Viña del Mar, con escalas en Domeyko e Incahuasi, localidades casi perdidas en el mapa de la región de Atacama, pero donde la legisladora juega de local compartiendo con juntas de vecinos y una entrevista con una radio local.

Son las primeras horas de una nueva etapa en su trayectoria política, ahí en el desierto que tantas emociones le despierta, pese a su melancólico paisaje y el árido clima en caminos mil veces recorridos a lo largo de décadas, pero que ahora, con los vecinos evidentemente emocionados ante una figura que la sienten suya y una raíz diaguita compartida, haya pasado a las grandes lides de postularse a dirigir a un país en crisis política, una economía golpeada por el desempleo, una pandemia de incierto futuro, y un proceso constituyente que aún no termina de instalarse.

“Estoy profundamente agradecida de la vida, agradecida de la gente que hoy espontáneamente fue a acompañarnos en un lugar que marca nuestra vida. Cuando la gente nos abrazaba y nos deseaba éxito, nos decían ‘ojalá que el nombre de Vallenar salga en las noticias’. Esta no fue una decisión fácil, nunca imaginé estar en esta condición”, comenta.

-Su disposición presidencial ha sido largamente esperada. ¿Tiene registrado en su fuero interno cuándo decidió lanzarse?

-Para mí, fueron bien importantes los resultados de este domingo 18, porque fue una primaria con un alto nivel de participación, y eso es algo que uno siempre valora. Cuando uno cree que la ciudadanía tiene posibilidades de decidir, estas primarias son muy marcadoras. Pero si uno mira los datos de la cantidad de electores que han ido en las últimas elecciones, más del 50% no participó. Creemos que hoy día somos capaces, desde la unidad de la centroizquierda, de hablarle, motivar y representar a ese grupo que no se sintió identificado en esa primaria.

-¿Cómo usted diagnostica a ese grupo? ¿Quiénes son, qué piensan, por qué no votaron?

-Porque no se sienten representados por estas coaliciones de derecha o de izquierda, que son sectores como los que nos acompañaban en el día de hoy en la plaza. Es gente de esfuerzo, trabajadora, del mundo independiente de la centroizquierda, pero que cree en las transformaciones de manera pacífica de lo que hoy día se requiere en nuestro país. Hombres y mujeres que esperan que nuestro país se juegue con otros valores, que se dan cuenta que este modelo económico se agotó y que nosotros debemos dar paso a una economía más verde y que distribuya de mejor manera los recursos entre las personas.

Son personas que viven en un territorio en donde no tienen las mismas oportunidades y, por lo tanto, quieren que este país se juegue en una relación distinta con sus regiones. Es a ese mundo al que nosotros aspiramos llegar y motivarlos a que participen en este proceso desde la centroizquierda, la izquierda democrática.

-Luego de las primarias presidenciales del pasado domingo, y a tres semanas de la inscripción de las candidaturas presidenciales, ¿no llega tarde su candidatura?

-A mí me parece que los tiempos son los adecuados. Cuando uno establece los tiempos en función de los procesos electorales definidos en un calendario y entiende que esos tiempos son distintos a los tiempos ciudadanos, yo prefiero quedarme con esos tiempos. Nosotros fuimos muy claros en señalar en las elecciones de constituyentes, alcaldes y gobernadores en la primera vuelta, 15 y 16 de mayo, que ése era el tiempo de hacer una reflexión profunda de lo que había pasado.

Somos mayoría respecto de los municipios en alcaldes y concejales, ¿por qué la centroizquierda tiene capacidades para gobernar los territorios como gobernadores regionales y, a su vez, la ciudadanía no le asignó la misma responsabilidad para escribir una nueva Constitución? Hay más del 50% de las personas que habitualmente participan de los procesos eleccionarios y que no se sintieron representadas por ninguna de las coaliciones que estaban en primarias. Eso para nosotros es también central en esta decisión de dar este paso definitivo.

-En los días previos a la inscripción de candidaturas presidenciales en el Servel, la Junta Nacional de su partido le consultó si estaba disponible para asumir el desafío que esta semana anunció. ¿Tal vez no era ese el momento político para anunciar su candidatura?

-Porque en ese momento, lo que nosotros decíamos es que era el tiempo de la reflexión, de mirar qué es lo que había pasado en nuestro país, y de aquilatar lo que había ocurrido. Yo siempre prefiero estar al ritmo de los tiempos ciudadanos.

“Somos mayoría respecto de los municipios en alcaldes y concejales, ¿por qué la centroizquierda tiene capacidades para gobernar los territorios como gobernadores regionales y, a su vez, la ciudadanía no le asignó la misma responsabilidad para escribir una nueva Constitución?”

-Usted consignaba que la ciudadanía no le asignó la responsabilidad a la DC en la redacción de una nueva Constitución. Lograron elegir apenas un miembro…

-A ninguna de las fuerzas tradicionales. Yo creo que eso es la expresión de las transformaciones que hoy día vive nuestro país. Me imagino que todos aquí en este espacio somos parte de aquellos que mayoritariamente nos manifestamos a favor del Apruebo y de ese 80% que dijo que quería que, además, esta nueva Constitución fuese escrita 100% por la ciudadanía.

Eso ya era una definición que de alguna manera obligaba a que las propias estructuras partidarias abrieran mayores espacios hacia el mundo independiente. Eso no ocurrió así. Además, refleja la sabiduría del pueblo chileno, que no le dio a ningún sector la capacidad de veto. Eso obliga a que exista un mayor esfuerzo en materia de diálogo.

-Apuntaba a que las ideas del humanismo cristiano van a estar reducidas en la redacción de la nueva Constitución.

-Eso es independiente si tenemos uno o más representantes en esa Constitución. Los valores del humanismo cristiano traspasan lo que son las barreras propias de la Democracia Cristiana. Cuando se aspira a que, por ejemplo, en esta Constitución tenga un lugar especial el derecho al agua, eso es absolutamente parte de nuestra condición y nuestro testimonio.

Cuando el Presidente Frei Montalva realiza su reforma agraria y dice “la tierra para los que la trabajan”, a continuación dice “esta reforma quedaría inconclusa si es que no va asociada a una reforma al código de aguas”. Y el presidente Frei Montalva lo que hace es unir la tierra y el agua. Precisamente, el Código de Aguas del 80 separa la tierra y el agua y establece un mercado, tal como se ha hecho en la educación, la salud, y el agua.

-¿Cómo evalúa usted el funcionamiento de la Convención?

-Ha sido muy complejo porque ha dejado en evidencia que no han existido las capacidades desde el gobierno para darle todas las facilidades a que la Convención pueda realizar su trabajo. Cuando ellos se convocan al día siguiente, no tienen lugar dónde trabajar. Eso deja de manifiesto que estamos frente a un gobierno que no ha sido eficiente, sino que, además, no ha comprendido la magnitud del trabajo que debe llevar adelante la Convención por mandato ciudadano.

-Hay críticas a los convencionales de que han dedicado mucho tiempo a aspectos de la contingencia, y no a entrar a los temas de fondo: las normas para la nueva Constitución.

-No me cabe ninguna duda de que todos quienes constituyen este espacio tan relevante y esperanzador para nuestro país, conocen el mandato que la ciudadanía les ha entregado y que van a trabajar para poder concretar ese esfuerzo.

-¿No advierte una contradicción entre ese mandato y, por ejemplo, dedicar esfuerzos para un pronunciamiento sobre los Presos de la Revuelta?

-Valoro más que la primera declaración que haya sacado la Convención Constituyente, es lo que va a quedar en la Historia. La primera declaración de la Convención Constitucional releva explícitamente que las facultades están radicadas en otros organismos, en el Poder Ejecutivo, en el Poder Legislativo. Es decir, en esta primera declaración, la Convención deja muy claro el que nunca ha querido atribuirse una representación que no está dentro del marco de sus facultades. No es contradictoria; muy por el contrario, me parece que es muy valorable la declaración.

“Sí, acepto”: Yasna Provoste lanza candidatura presidencial desde Vallenar

“En nuestro proyecto de ley nunca planteamos que se hable de presos políticos. Obviamente quienes hoy día están privados de libertad, participaron de una coyuntura política, pero el debate es mucho más profundo que el semántico. ¿Vamos a seguir permitiendo que exista una situación abusiva como son las prisiones preventivas en Chile?”

-Su discurso en la Plaza de Armas de Vallenar fue interrumpido por un grupo que gritaba consignas a favor de los Presos de la Revuelta. ¿Teme que esa situación atraviese la campaña presidencial?

-Yo no sé si uno pueda decir que va a cruzar toda la campaña presidencial, pero creo que es un tema que está presente y que no está resuelto. Y cuando los temas no están resueltos, se vuelven a presentar una y otra vez. Por eso en nuestra cuenta pública invitamos al gobierno también a hacerse cargo de este tema.

A nosotros no nos cabe ninguna duda que el legado de este gobierno va a ser las violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos. Por lo mismo, sería una contribución muy importante que el gobierno se allanara a conformar una mesa en donde invite a hombres y mujeres que tengan méritos en materia de Derechos Humanos y que le den confianza a las víctimas y a las organizaciones donde, en un breve plazo, se haga un levantamiento de una información, que nunca va a reemplazar el trabajo de los organismos regulares como el Poder Judicial, pero que va a ser contribuyente en la búsqueda de una solución.

-A su juicio, ¿hay presos políticos en Chile?

-En nuestro proyecto de ley -impulsado junto a los senadores Juan Ignacio Latorre (RD), Adriana Muñoz (PPD), Isabel Allende (PS) y Alejandro Navarro (PRO)- nunca planteamos que se hable de presos políticos. Obviamente quienes hoy día están privados de libertad, participaron de una coyuntura política, pero el debate es mucho más profundo que el semántico. ¿Vamos a seguir permitiendo que exista una situación abusiva como son las prisiones preventivas en Chile?

-Usted está a favor de indultar…

-Lo señalamos en nuestra argumentación de la votación en general de la Comisión de Derechos Humanos. El proyecto necesita indicaciones, tal vez acotar el catálogo de delitos, pero que hoy día se hace más necesario que nunca el que abordemos un problema que es real en nuestro país.

-¿Está dispuesta a revisar la fecha inicial de un eventual indulto a los Presos del Estallido Social? Hay sectores que dicen que ese indulto también debería recoger años anteriores. La declaración de la Convención Constitucional, por ejemplo, fija el 2001 como un año donde ya había “presos políticos mapuches”.

-Lo que nosotros hemos planteado tenía un propósito y un foco bien claro, que era desde el Estallido Social, pero comprendemos que las dificultades que se viven en el Wallmapu son de mucho más largo aliento. Ahí hay una responsabilidad directa del Estado de no enfrentar adecuadamente los procesos que ahí se están viviendo.

-¿Y está dispuesta a incorporar a los Agentes del Estado en su proyecto de indulto?

-Hemos visto desde el Estallido Social que el gobierno ha sido bastante activo en la presentación de un conjunto de querellas contra civiles que han participado en estas manifestaciones, pero no tiene el mismo estándar frente a los agentes del Estado. Nos parece condenable todas las situaciones de violencia, y por eso creo que uno puede pensar y acotar el catálogo de delitos con el propósito de que aquellos a los que el Estado ha depositado la confianza y el monopolio de la fuerza, no accedan a beneficios como los que están establecidos en el proyecto de ley de indulto.

El disputado centro político

-Guardando las proporciones, tanto las candidaturas de Sebastián Sichel y Gabriel Boric miran hacia el centro político que se espera usted represente en su candidatura. ¿Cómo lo va a hacer?

-Seamos muy claros: la candidatura de Sichel representa la continuidad del gobierno de Piñera, eso es lo que representa. Aquí nadie se equivoca en que él no sólo representa la continuidad de un mal gobierno del que fue parte, sino que, además, representa a los poderes económicos que esperan que en este país nada cambie.

Nosotros representamos algo distinto, que se hagan transformaciones que sean en paz, transformaciones que nos permitan avanzar a un tipo de sociedad diferente. Aspiramos a representar como unidad de la centroizquierda a ese más del 50% de los chilenos que habitualmente vota en distintos procesos eleccionarios y que no se sintieron representadas por ninguno de los bloques que participó en las primarias del fin de semana.

-¿Y respecto a Gabriel Boric? Hay hartos guiños del diputado al mundo socialista, por ejemplo.

-Nosotros esperamos que al final de este camino tengamos la oportunidad de poder confluir y converger en una propuesta de sociedad que es mucho más representativa de lo que hoy día le puede ofrecer al país una candidatura de derecha.

-La marca DC probablemente esté averiada en estos tiempos, luego que su partido fuera dique de contención en el gobierno de la Nueva Mayoría, para luego colaborar con el gobierno de Sebastián Piñera hasta antes del Estallido Social.

-Yo me sitúo desde una mirada progresista, humanista, y nosotros estamos convencidos de que hoy día representamos una alternativa distinta, no he formado parte de las elites partidarias. En ese sentido, también espero representar a un arco mucho más amplio desde el esfuerzo ciudadano que aspira a construir una sociedad distinta.

Nunca voy a renegar de lo que soy, desde nuestros orígenes. Yo entré a los 14 años a militar en momentos que eran muy difíciles, donde el hecho de pensar distinto a uno le podía costar la vida, y lo hacíamos preocupados de nuestro entorno, preocupados de nuestra comunidad. La Democracia Cristiana, en esos años duros, jugó un rol muy relevante y es con esa Democracia Cristiana con la que yo me identifico y con la que hemos mantenido siempre una relación de mucha coherencia con nuestra forma de actuar en las distintas tareas que hemos llevado adelante.

“Nosotros representamos algo distinto, que se hagan transformaciones que sean en paz, transformaciones que nos permitan avanzar a un tipo de sociedad diferente. Aspiramos a representar como unidad de la centroizquierda a ese más del 50% de los chilenos que habitualmente votan en distintos procesos eleccionarios y que no se sintieron representadas por ninguno de los bloques que participó en las primarias del fin de semana”.

-Usted representa una sensibilidad progresista dentro de su partido, pero esa tendencia no ha sido incidente en los últimos años de la DC.

-Claro, hemos tenido una opción distinta, la que hemos manifestado siempre con respeto, altura de miras, y manteniendo con mucha claridad respecto de cuáles son nuestras nuestras convicciones. No me cabe ninguna duda en que hoy día también esos atributos son algo de lo que se valora a la hora de haber recibido un apoyo ciudadano importante para tomar esta decisión que hemos comunicado desde Atacama. Nuestra candidatura se ha expresado así cuando fui diputada, cuando fui senadora y obviamente este nuevo desafío trasciende más la Democracia Cristiana.

-¿Trasciende hacia dónde?

-Trasciende en posturas que son más ciudadanas. Cuando nosotros planteamos nuestra defensa al agua, hace ya largo tiempo, usted mismo lo pudo observar en Domeyko, naturalmente surgen estos temas. Son parte de las preocupaciones ciudadanas. Eso es la trascendencia que nosotros también sentimos a lo largo de nuestra trayectoria política.

-Uno de los gatillantes del Estallido fue una dura crítica a los últimos 30 años y a “los mismos de siempre”. ¿Cómo enfrentará ese cuestionamiento cuando alrededor de su candidatura hay figuras representativas de esa época, como el senador Jorge Pizarro, el ex diputado Aldo Cornejo, el senador Guido Girardi?

-Mire, no por una coyuntura de una elección tan importante como es una elección presidencial, voy a tener un discurso y una aproximación distinta. Yo estoy convencida que durante estos 30 años se hicieron avances importantes en nuestro país, avances que también tuvieron las limitaciones por un sistema binominal impuesto que hacía muy complejo avanzar en reformas sustantivas.

Estoy convencida que hubo quienes dentro de la coalición de gobierno se sintieron cómodos con un modelo económico que ha generado una profunda desigualdad y que ha derivado en una molestia muy profunda de nuestra ciudadanía y, ante eso, nosotros nos hemos rebelado permanentemente. Tanto es así que muchos de ellos abandonaron finalmente las filas de la Democracia Cristiana y hoy acompañan la candidatura de la derecha, hoy acompañan a quien representa la continuidad del gobierno del Presidente Piñera.

Formo parte de una centroizquierda que cree que tenemos que acelerar las transformaciones que nos permitan vivir con mayor dignidad a todos, esa centroizquierda que cree que hoy día tenemos que dar paso a un modelo de desarrollo económico distinto. Tenemos experiencia, conocemos el Estado, conocemos el territorio, y eso lo ponemos al servicio de una causa común, como es esta campaña presidencial.

-Independiente si esas figuras se sintieron cómodos en los últimos 30 años, apunto a que muchos de esos rostros volverían a repetirse.

-Los mismos rostros que hoy día forman parte del Frente Amplio, ocuparon responsabilidades importantes en el ministerio de Educación en el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet en reformas que hoy día tienen altos niveles de cuestionamiento, como la desmunicipalización. No tengo dudas que a ellos los animó un sentido muy genuino, que era desmunicipalizar la educación. Tal vez la forma en cómo se hizo en ese momento no fueron las más adecuadas, porque no conocían necesariamente el territorio. Por eso creo que el sello de nuestra campaña, es a partir del testimonio y del compromiso de conocer este Chile real, de conocer las dificultades que se viven en los territorios.

“He tenido la posibilidad de presentarme en otros procesos electorales, no me refiero a mis procesos eleccionarios en la secundaria o en la universidad, sino que cuando fui candidata a diputada o a senadora, y no forma parte de mi estilo el generar tensiones ni un mal clima frente a quienes tenemos que competir a partir de nuestras ideas. Menos lo haré con quienes conformamos parte de una misma coalición como Unidad Constituyente”.

“Me parece importante que la centroizquierda tenga distintos candidatos y candidatas”

-Usted ha dicho que prefiere un mecanismo democrático y participativo para definir una candidatura presidencial de Unidad Constituyente. Dentro de esas posibilidades: ¿está dispuesta a pasar directo a una primera vuelta?

-Tenemos que ser capaces de aprender de nuestros errores y creo que fue un error que ya lo vivimos y del cual nosotros tenemos que sacar lecciones. Yo he dicho que estoy disponible a cualquier mecanismo que sea democrático, que sea participativo, que le dé garantías a la gente. Eso es una responsabilidad que tienen las dirigencias de los partidos, de cómo se colocan de acuerdo en este proceso.

-Una alternativa es una votación electrónica…

-No tengo preferencias por ninguna en particular, espero que sea participativo, convocante, democrático, pero que le dé garantías a todos. Y cuando digo a todos, es porque sabemos que hay muchos sectores en nuestro país que no tienen conectividad. Espero un mecanismo que dé garantías a todos y todas que van a poder participar de la definición, y no a las élites de siempre.

-¿Espera que Paula Narváez, por ejemplo, desista de su candidatura y allane el camino de su sector?

-A mí me parece muy importante que la centroizquierda tenga distintos candidatos y candidatas. Realmente espero que podamos tener una propuesta, tal como lo señalaron los presidentes del PPD, el PS y la DC, sobre cómo podemos compartir bases programáticas que ofrecer al país para concursar por su confianza y ser parte de las transformaciones en paz que requiere nuestro país para tener una candidatura única desde la centro izquierda, y una lista parlamentaria que se comprometa con el programa de gobierno.

-¿Y cómo espera recomponer las relaciones con el Partido Socialista y, en particular, con Paula Narváez? Ha habido declaraciones bien poco fraternas…

-Por nuestra parte hemos tenido siempre una actitud fraterna. Uno tiene que ser también contribuyente a mejorar un clima político. He tenido la posibilidad de presentarme en otros procesos electorales, no me refiero a mis procesos eleccionarios en la secundaria o en la universidad, sino que cuando fui candidata a diputada o a senadora, y no forma parte de mi estilo el generar tensiones ni un mal clima frente a quienes tenemos que competir a partir de nuestras ideas. Menos lo haré con quienes conformamos parte de una misma coalición como Unidad Constituyente.

-Usted fue vocera de la candidatura presidencial de Ximena Rincón, luego que ella venciera en las primarias de la DC. ¿Cómo explica que ahora sea usted la abanderada del partido?

-Ha sido un proceso que no es fácil, una mezcla entre generosidad y sentido de realismo, que permitió que ella depusiera su candidatura en una Junta Nacional de mayo. Todo este tiempo ha sido muy complejo y vertiginoso. Yo esperaría siempre que la centroizquierda fuera la primera en tomar las banderas de lo que creemos tienen que ser las transformaciones centrales, y pasar de la competencia a la colaboración, del individualismo a la solidaridad. Esos valores también debieran estar presentes en todos los procesos que hoy estamos viviendo.

-Si usted se impone como la candidata única de Unidad Constituyente, ¿teme que el voto del Partido Socialista se vaya a la candidatura de Gabriel Boric?

-Todos los partidos de Unidad Constituyente, hemos decidido caminar juntos, lo vamos a hacer hasta la victoria en noviembre, y lo seguiremos haciendo para construir un buen gobierno.

¿Renuncia al Senado? “Es una decisión colectiva”

-La derecha instaló una ofensiva para que usted renuncie a la presidencia del Senado. Convengamos que todo lo que usted haga de aquí en más se va a leer en clave presidencial, pese a su rol en la testera de la Cámara Alta. ¿Cómo va a resolver eso?

-Nadie dijo que iba a ser fácil, yo he vivido la persecución de la élite de la derecha durante muchos años por lo que uno piensa, por lo que uno representa: no esperaba nada distinto en esta oportunidad. No esperé nada distinto cuando asumí la presidencia del Senado, no esperaba nada distinto cuando di mi primera cuenta pública, pero creo que eso forma parte de una decisión que es mucho más colectiva, que no es una decisión individual. Soy muy respetuosa de esas decisiones que son colectivas.

Yo soy presidenta del Senado no porque la derecha me haya escogido, soy presidenta del Senado porque la oposición tiene mayoría en el Senado y mis pares de la oposición definieron que los representara en esta tarea durante este tiempo. Es una decisión que vamos a tomar en ese espacio. También hay que ser respetuoso con esta conversación al interior de la oposición donde abordaremos esta situación. Además, soy una persona que sé separar muy bien los roles.

-Consultada al respecto en Vallenar, usted hacía el contrapunto con la candidatura de Gabriel Boric mientras ejerce como diputado; o con Daniel Jadue, que fue candidato a la vez que alcalde de Recoleta. Pero hay una diferencia: usted lidera el segundo poder del Estado.

-En los momentos que vivimos es muy importante hacer un adecuado balance frente a un mal gobierno. Eso se ha hecho y lo vamos a seguir ejerciendo desde el Senado como oposición.

“Yo soy presidenta del Senado no porque la derecha me haya escogido, soy presidenta del Senado porque la oposición tiene mayoría en el Senado y mis pares de la oposición definieron que los representara en esta tarea durante este tiempo. Es una decisión que vamos a tomar en ese espacio”

-Usted ha tenido una relación tirante con el gobierno. ¿Cuál ha sido su momento más complejo con La Moneda?

-Nuestra sociedad no está acostumbrada a convivir con mujeres que tengan carácter, que tengan posiciones e ideas claves y que las defiendan con fuerza. A la vez, uno esperaría también un juicio generoso, porque en momentos muy complejos, siendo yo una persona de oposición, no dudé en ningún momento en que había que dialogar con el gobierno para mejorar las ayudas sociales a las familias, con un gobierno que se las había negado durante quince veces, dicho sea de paso, con un candidato presidencial que formó parte de ese equipo que le negó a los chilenos y chilenas acceso a ayudas sociales dignas.

Aborto y pueblos originarios

-Salgamos del bosque. ¿Por qué quiere ser presidenta de Chile?

-Aspiro a representar un esfuerzo más colectivo, más comunitario. Esto no es porque ‘yo’ quiera ser, sino porque hemos escuchado las opiniones, las voces de muchos y de muchas que nos han planteado este desafío. Debo reconocer que es una coyuntura especialmente compleja o frágil para nuestro país. Es un desafío pensar en esa reconstrucción del país, y constituye también un desafío muy especial el hacerlo en el marco de un proceso constituyente.

Tal vez es muy similar a la motivación por la cual algunos me animaron y acepté el desafío de presidir el Senado, era porque sabíamos que la coyuntura era compleja y no nos equivocamos. Una de las razones que también nos motivaron, es que teníamos que contribuir decididamente desde el Senado a colaborar activamente con la Convención Constituyente. En un eventual triunfo presidencial, una espera hacer realidad las transformaciones que los constituyentes nos propongan al país.

-En el progresismo todos cuestionan el modelo económico neoliberal. ¿Qué pretende hacer usted con este sistema? ¿Corregirlo, reemplazarlo, superarlo?

-A nosotros nos parece que este modelo económico ya se agotó. Este es un modelo impuesto en dictadura y que ha permanecido prácticamente invariable durante estos años. Ha sido un esfuerzo muy grande el que uno pueda, si uno se lo imagina como en una imagen, volver a colocar el curso del río en su cauce original, en que, por ejemplo, dejemos de lado al mercado en la educación. Tan sólo el año 2016 logramos terminar con el lucro en la educación y con esos valores que están tan insertos en el modelo, que es la competencia y la selección. Hoy día nuestro país está en condiciones de avanzar a un modelo económico distinto, que sea amigable y sustentable con el medio ambiente, las comunidades y respetuoso de los territorios.

¿Guiños a la presidencial? Deconstruyendo la cuenta pública de Yasna Provoste al mando del Senado, en la previa a enigmático “anuncio electoral”

Una de las razones que también nos motivaron, es que teníamos que contribuir decididamente desde el Senado a colaborar activamente con la Convención Constituyente. En un eventual triunfo presidencial, una espera hacer realidad las transformaciones que los constituyentes nos propongan al país”

-¿Qué está pensando usted para los temas de género? Por ejemplo una demanda transversal del movimiento feminista es el aborto libre, hasta las 14 semanas como referencia.

-Nos parece que todas aquellas demandas de la agenda de mujer, de género, del mundo feminista, son importantes y necesarias. Hoy día, por cierto, una de las principales demandas que uno escucha en el territorio, tiene que ver con el acceso al mundo del trabajo, tiene que ver con la jefatura de hogar femenina que se encuentra en una situación muy compleja. Tiene que ver con aquellas familias donde nace algún hijo o hija con discapacidad, la historia termina siendo generalmente la misma: la mujer se queda sola al cuidado de sus hijos, lo que les impide poder trabajar. Aspiramos que esta sociedad le permita a las mujeres desarrollarse y desplegarse en distintos ámbitos de la vida, donde una vez más la dignidad sea parte de una agenda feminista.

-¿Y respecto a la demanda de aborto libre hasta las catorce semanas?

-Lo he dicho en la propia tarea legislativa: creo que un país como el nuestro no puede eludir ninguna conversación, no puede eludir ningún debate. Uno podrá estar a favor o podrá estar en contra, pero lo que sí tiene que ser capaz de hacer, es motivar y garantizar espacio de diálogo, debate y de deliberación democrática.

-Le pregunto por su posición, senadora. Hay un antecedente: cuando se tramitó la despenalización del aborto, usted se opuso en la causal de inviabilidad fetal.

-Yo voté a favor del aborto en el caso de las violaciones, voté a favor de la causal del riesgo evidente en la vida de la madre, y no recuerdo si me abstuve o voté en contra, no recuerdo, pero obviamente no estuve a favor por una razón, o por varias razones. Una de índole más bien personal, y otra a partir de lo que es la realidad de nuestro país.

Cuando conversamos en esa oportunidad con la ministra (Carmen) Castillo -titular de Salud de la época, 2016-, yo le planteaba que en nuestro país existen muy pocos especialistas en malformaciones congénitas y todos ellos están en la Región Metropolitana ¿Cuál era la garantía que se le iba a otorgar a una mujer que tenía ese diagnóstico de que pudiera acceder a un especialista? ¿Cuál era el tiempo de respuesta? No había. A cambio de eso, me dijeron que estaban en disposición de comprometer recursos de los gobiernos regionales para dotar de ecógrafos a los centros de salud familiar; es decir, ni siquiera había un equipamiento mínimo para garantizar un buen diagnóstico.

Y la razón más personal, es porque yo tuve un diagnóstico totalmente equivocado. Si a lo mejor alguna persona, en un momento determinado tiene o toma una decisión con un diagnóstico equivocado, es algo muy duro, muy doloroso. A nosotros nos dijeron que nuestra hija nunca iba a caminar, nunca iba a ver, nunca iba a escuchar.

-¿Puede contar el diagnóstico que le dieron?

-No, no entremos en detalles, pero cuando después de la votación fui al distrito, llegué a Caldera y tuve ahí un encuentro con mujeres, y fundamenté mi posición, que no estaba fundada en mi religiosidad. Soy católica, todo el mundo lo conoce, no lo oculto; soy cuasimodista, me bautizaron en Andacollo, voy a Lo Vásquez, no tengo en eso ninguna dificultad y entiendo que uno tiene principios, pero eso no se debe imponer a los demás. Pero cuando llegué a Caldera, tuve un encuentro con mujeres y expresé cuáles habían sido mis fundamentos. Una de ella se paró, me abrazó y me dijo que a ella le había pasado algo similar, siendo que su hija, en ese momento, ya estaba en la universidad. Esa es la razón por la cual yo no voté favorablemente de esa opción y de la cual, por cierto, no me arrepiento.

-En un eventual gobierno suyo, ¿qué nivel de autonomía tendrán los pueblos originarios?

-Nuestro país ha ratificado el Convenio 169 de la OIT que establece la autodeterminación, que establece además la posibilidad de que en cada uno de los pueblos se puedan establecer espacios para que sus emblemas, sus lenguas, sus símbolos y su forma de abordar los temas de salud, puedan ser reconocidos. Ha habido avances en esa dirección, pero lo que nosotros esperamos, en primer lugar, es que podamos construir una propuesta que sea muy en diálogo, muy concordante con las aspiraciones que tienen los distintos pueblos. Los distintos pueblos tienen también distintas expectativas, distintas aspiraciones.

Y la razón más personal, es porque yo tuve un diagnóstico totalmente equivocado. Si a lo mejor alguna persona, en un momento determinado tiene o toma una decisión con un diagnóstico equivocado, es algo muy duro, muy doloroso. A nosotros nos dijeron que nuestra hija nunca iba a caminar, nunca iba a ver, nunca iba a escuchar”

-Le preguntaba por los grados de autonomía de las primeras naciones respecto al Estado de Chile.

-Espero que la Convención Constituyente avance en esa dirección también, en que Chile sea un Estado plurinacional y que esta pluriculturalidad también le dé mayor fuerza y riqueza a nuestro país. Yo no tengo miedo en eso.

-¿En qué se refleja su cosmovisión diaguita en su quehacer político y su candidatura presidencial?

-Hay algo que es muy importante en nuestra cultura y en nuestros pueblos. No en vano el mundo diaguita incluyó el color. Nosotros veníamos precedidos de la Cultura Molle y antes de la Cultura de las Ánimas. La Cultura Molle era todo negro, con algunas líneas y trazos blancos. Cuando llega nuestra cultura acá, le incorpora el color, le incorpora además la música.

Estuvimos hace poco en la comunidad diaguita que pertenece a la comuna de Vicuña. Estuvimos con su alcalde, con miembros de la comunidad y entre ellos, un artesano que elaboraba instrumentos diaguita. Todo esto da cuenta, de alguna forma, de cómo nosotros nos aproximamos a la vida, con una disposición diferente, más optimista, de mayor esperanza. La música siempre ha sido también muy importante para el alma, de manera que aquellos dolores que uno puede tener, los puede sobrellevar de una forma distinta. Son elementos que para uno son centrales en la forma en cómo vivimos, cómo actuamos y cómo nos desenvolvemos.

“¿Cuál es la otra actividad?”

Este diálogo, accidentado por una intensa bitácora de alguien que ama estar en la ruta en medio de aquellos desolados parajes, concluye cerca de las 21:00 horas del pasado viernes 23 de julio, con el ingreso a ciudad de La Serena.

Desde los cerros asoma una gigantesca luna llena que resplandece la pampa y que asombra a la parlamentaria que, a esas alturas, guarda consigo una carta manuscrita -sí, la gente aún escribe a mano- entregada por un anónimo vecino de Incahuasi. En La Serena, la espera una recepción con vecinos que lidera el alcalde de la ciudad, el radical Roberto Jacob.

Aún le quedan horas de viaje y Provoste todavía mantiene una energía sobrenatural, como si recién estuviera empezando la jornada. “¿Cuál es la otra actividad?”, preguntó para la sorpresa de su equipo de campaña. Al otro día, tendría una entrevista matinal con un canal de televisión. La política es así: a tiempo completo.

The Clinic

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