América Latina, el factor clave en el futuro de la guerra comercial China-EEUU – Por Sergio Pintado

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

 

América Latina, el factor clave en el futuro de la guerra comercial China-EEUU

Por Sergio Pintado

China comenzó a reactivar sus inversiones e intercambios comerciales con América Latina y augura que los volúmenes comercializados se incrementen en los años siguientes, algo que podría ser clave en la disputa comercial que el gigante asiático mantiene con EEUU, dijo a Sputnik el analista argentino Germán Mangione.

El experto, periodista y director del Observatorio de Actividad de los Capitales Chinos en Argentina y América Latina, destacó la importancia de la reciente visita del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a China. «Es el primer mandatario en llegar a China después del último congreso del Partido Comunista de China (PCCh), lo que muestra la importancia de la región para el gigante asiático», apuntó.

En efecto, la relevancia comercial que la región tiene par China se evidencia también en las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con El Salvador y Uruguay, por ejemplo y en el hecho de que la región sea «el segundo mayor destino para la inversión extranjera de China, con más de 2.700 empresas de capital chino operando en la región».

Por si fuera poco, el analista consignó la importancia «geopolítica» que América Latina ha cobrado para el país asiático «ante la agudización de los factores de guerra y de enfrentamiento con Estados Unidos».

En opinión de Mangione, Pekín no está apostando tanto por un cambio en la estrategia comercial con América Latina sino más bien «retomar algunas líneas de inversión y comercio trazadas anteriormente, que se vieron mermadas en algunos casos por la pandemia y los problemas económicos internos chinos».

«En un mundo que ante un nuevo escenario de agudización de los conflictos entre las grandes potencias, de guerras abiertas, se empieza a orientar en sentido contrario al multilateralismo y el libre comercio pregonado por China, lo que da la sensación es que el gigante asiático intenta no perder los lazos construidos con nuestros países a manos de la avanzada de Estados Unidos en la región», explicó el analista.

A pesar del relanzamiento de las relaciones comerciales, Mangione desestimó que América Latina logre modificar «la lógica de exportar materias primas desde nuestra región e importar bienes industrializados desde China».

En efecto, mientras países como Cuba o Argentina han firmado acuerdos para recibir inversiones en infraestructura ferroviaria, China se ha centrado en adquirir materias primas e invertir «en infraestructura para sacar la producción de la región al menor costo posible».

Si bien esto no es novedoso, para Mangione sí existe un elemento innovador en las relaciones comerciales entre el gigante asiático y América Latina: los intercambios parecen incrementarse en el marco de una estrategia china para «desacoplarse de EEUU».

En ese sentido, el analista mencionó el ejemplo del maíz, cuyo principal proveedor a China es EEUU. «Este mes China ha acelerado la eliminación de las últimas barreras fitosanitarias con Brasil para poder importar maíz, lo que seguramente redundará en mayores flujos desde el país latinoamericano y menor dependencia con el maíz estadounidense», apuntó.

Algo similar sucede en Argentina, ya que «China compró entre 60 a 70 cargos (3,6 a 4,2 millones de toneladas) de soja de Argentina desde que se anunció el nuevo acuerdo del dólar soja», tipo de cambio especial dispuesto por el Banco Central Argentino para los exportadores de soja.

El valor geopolítico de esa relación también se ve, subrayó el experto, en «el sostenimiento de los intereses chinos casi exclusivamente en las materias primas”, como se demuestra ahora con el mercado del litio, “una pieza fundamental en la guerra por la hegemonía mundial en el futuro».

«De los nueve proyectos mineros que hoy cuentan con capitales chinos en Argentina, seis son de litio y en 2021 se observó el predominio total de exportaciones de carbonato de litio, con el 98,2% del total de las exportaciones mineras al país asiático», añadió.

¿Puede el comercio con China reducir la inflación en América Latina?

En contrasentido al reforzamiento de las relaciones comerciales, Mangione advirtió que difícilmente el comercio con China y el resto de Asia tenga un efecto positivo para los consumidores domésticos de los países latinoamericanos, afectados por la creciente inflación en las economías locales.
«Lo que se ve es un fenómeno contrario en el cual el alto precio internacional de los alimentos y la energía compiten con los precios internos, transformando lo que podría ser una bendición económica para países productores de commodities como los nuestros en un infierno para sus habitantes, que cada vez tienen más dificultades para cubrir sus necesidades básicas», analizó el experto.

Mangione señaló que tanto en Argentina como en varios países de la región cada año se baten los récords de producción agrícola y de energía «y sin embargo la pobreza y el hambre no paran de avanzar».

«Sin un planteo que permita orientar los beneficios y la renta de esos sectores (energía y agro) hacía una transformación productiva que genere empleo es difícil prever cambios en la economía que beneficien a las mayorías», complementó.

Sputnik

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