Siete razones para detener el tratado de comercio UE – Mercosur

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Siete razones para detener el tratado de comercio UE – Mercosur

Amigos de la Tierra América Latina

El acuerdo UE – Mercosur ejemplifica la política comercial de la UE alejada de la justicia social y ambiental, un tratado no va a hacer otra cosa que socavar aún más la lucha contra la crisis climática y las desigualdades. En dicho acuerdo América Latina queda relegada a exportar materias primas para satisfacer los intereses empresariales de la UE, a costa de los derechos de los pueblos.

A continuación destacamos las 7 razones por las que debemos frenar este tratado que no hace más que incidir en el comercio descontrolado por encima de los límites planetarios y las lógicas coloniales:

1. Daña el medio ambiente

En los últimos años la deforestación de la Amazonia brasileña ha aumentado un 59,5 %. Su destrucción está alcanzando un punto crítico de no retorno que la acabará convirtiendo en una sabana seca, con profundas consecuencias sobre la biodiversidad, la captura de carbono, los regímenes de precipitaciones y los medios de vida de las comunidades.

2. Empeora el cambio climático

Estando en una emergencia climática sin precedentes, llevar a cabo un  tratado que va a potenciar los principales factores que están detrás de la destrucción de la Amazonia, el mayor sumidero de carbono del planeta, no parece el escenario más  esperanzador sino todo lo contrario.

3. Envenena a las personas y a la naturaleza

En caso de ratificarse, el tratado UE-Mercosur fomentará la exportación deplaguicidas tóxicos europeos a la región de Mercosur, amenazando así la salud de las poblaciones y la  biodiversidad. In incluyendo 24 que están prohibidas en la UE y que paradójicamente contaminarán frutas y verduras que serán exportan a los supermercados
europeos.

4. Pone en peligro los derechos humanos y laborales

Tanto la deforestación como los proyectos de minería a gran escala y de gigantescos monocultivos,  amenazan directamente a las poblaciones indígenas, a las comunidades rurales y a los trabajadores y trabajadoras de toda la región.

La impunidad empresarial campará a sus anchas,  ya que este tratado no incluye estándares vinculantes de derechos humanos y laborales. No se imponen medidas de sanción a las violaciones de dichos derechos y tampoco normas que obliguen a las empresas a rendir cuentas de sus actividades.

5. Es antidemocrático

Las negociaciones del tratado se están realizando en un marco opaco y de secretismo. No existe participación de la sociedad civil, ni mucho menos se consulta a las comunidades locales implicadas. No solo hay partes del tratado que ni siquiera se publican ni traducen, sino que además ciudadanía y países que se oponen frontalmente al acuerdo son ignorados de manera sistemática.

6. Va a beneficiar masivamente a las grandes corporaciones

Grandes multinacionales europeas han presionado poderosamente a los países de la UE y del Mercosur para que adopten este tratado. No en vano la gran agroindustria, a las corporaciones agroquímicas y a la industria automovilística europea  prevén beneficiarse  desproporcionadamente a, a expensas de las  pequeñas y medianas empresas, así como de las pequeñas explotaciones agrícolas familiares. Por el contrario el desarrollo de los países implicados en términos de PIB va a ser muy reducido o incluso prácticamente nulo.

7. Es un tratado neocolonial

Ya no estamos en el s XV. sin embargo repetimos patrones con esta nueva forma de colonialismo depravado: las grandes potencias del Norte extraen las  materias primas del Sur global e importan sus recursos naturales a Europa atentando contra la subsistencia de las comunidades locales. Aún a día de hoy, las relaciones comerciales entre ambas regiones siguen siendo altamente asimétricas.

Por todas estas razones nos oponemos al tratado UE- Mercosur, y proponemos un proceso democrático abierto, la aceptación de la responsabilidad históricapor parte de la UE y un modelo de cooperación económica y política que se construya en torno a las necesidades de las personas, los servicios públicos, el trabajo de cuidados, la soberanía alimentaria y la sostenibilidad.

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