Plebiscito constitucional en Chile | Con banderazos y concentraciones cerraron las campañas “A favor” y “En contra”

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Plebiscito 17-D: comandos del “A favor” y “En contra” realizan sus cierres de campaña

Por Cristóbal Fuentes

Ahumada con la Alameda, en el centro de Santiago. Ese fue el punto escogido por el comando oficialista por el “En contra” para cerrar su campaña de cara al plebiscito de este domingo 17 de diciembre, que resolverá si se adopta o rechaza la propuesta de nueva Carta Magna que emitió el Consejo Constitucional. Hasta ahí, la mañana del jueves llegaron algunos de los rostros más visibles del comando, como la vocera Carolina Leitao (DC), el vicepresidente del Partido Socialista Arturo Barrios y el secretario de finanzas de Convergencia Social, Yerko Cortés.

El banderazo oficialista fue un momento de luz dentro de un día oscuro para la alianza de gobierno. Y es que el jueves ocurrió una seguidilla de incidentes que, según reconocen desde el propio bloque oficialista, podría afectarlos electoralmente en los comicios del domingo.

Solo durante la mañana, Daniel Andrade y Carlos Contreras (exmilitantes de Revolución Democrática) fueron formalizados, el indultado Luis Castillo fue detenido nuevamente, la ministra del Interior, Carolina Tohá, tildó de “hueona” a una concejala de Renca y, por si fuera poco, el Presidente Gabriel Boric arremetió contra los matinales y se le vio jugando en unas barras de ejercicio.

Estos nuevos antecedentes preocupan al oficialismo, en consideración de la estrategia que, desde hace semanas, ha puesto en práctica la derecha para promocionar el “A favor”: vincular el referéndum con el devenir del gobierno. “Boric vota ‘En contra’, Chile vota ‘A favor’. Boric vota ‘En contra’, Chile vota ‘A favor’”, es una melodía que han hecho resonar en los últimos días.

Por lo mismo, el cierre de campaña les dejó una sensación amarga.

Conscientes de la estrategia de la derecha, el comando oficialista optó por realizar este “banderazo final” en esa locación y no en la Plaza de la Ciudadanía, al frente de La Moneda, donde lo habían pensado originalmente. Además de ese punto, se realizaron otros eventos para dar cierre a la campaña en ciudades como Valparaíso, La Serena, Puerto Montt, entre otras.

Pese a las adversidades, la alcaldesa Leitao, quien se ha posicionado como la principal vocera del comando del “En contra”, calificó de “muy positivo” el balance de la campaña y aseguró que “lo que hemos logrado es instalar en la ciudadanía el concepto y el mensaje correcto: este texto nos divide y nos perjudica de múltiples maneras”.

Por otra parte, la jefa comunal criticó la campaña del ‘A favor’ y acusó que han infundido “miedo” y que han manifestado “desesperación y oportunismo político”. “Lo único que se ha buscado es no discutir del texto, desviar la atención, infundirle miedo a la ciudadanía, porque saben que si discutimos del texto les va a ir mal. Por eso es que se ha buscado una campaña del terror”, sostuvo en un punto de prensa.

Lo cierto es que la campaña del “A favor” desarrollada por la derecha se ha caracterizado por apelar al miedo. Sin ir más lejos, el Partido Republicano diseñó una serie de cinco capítulos que fueron transmitidos en redes sociales con el objetivo de dar cuenta de la crisis de seguridad que se vive en el país. Estas piezas audiovisuales incluyeron una cabeza decapitada en un basurero y una encerrona a mano armada.

El cierre de campaña del oficialismo dista radicalmente de lo que hicieron el año pasado, en el marco de la promoción del Apruebo. En esa oportunidad, tres días antes del plebiscito, cerca de 500 mil personas llegaron hasta la Alameda para realizar un gran acto, conducido por los comediantes Bombo Fica y Natalia Valdebenito y con la participación de actores como Amparo Noguera, Daniela Vega, Daniel Muñoz o Alfredo Castro. También se sumaron músicos como Nano Stern, Inti-Illimani y Quilapayún.

En consideración del fracaso electoral del año pasado, esta vez optaron por evitar grandes puestas en escena y privilegiaron el discurso “ciudadano”.

En el caso del comando por el “A favor”, el punto escogido fue las afueras del metro Tobalaba, en Providencia. Hasta ahí llegaron varios dirigentes de partidos que están por esa opción. Pero, en particular, se privilegió la participación de mujeres, en consideración de que uno de los mayores argumentos que ha presentado el comando del “En contra” es que la propuesta constitucional pone en riesgo los derechos de las mujeres.

Una de ellas fue la senadora Ximena Rincón (Demócratas), quien hizo un llamado a concurrir a votar y a que “le digamos con claridad al Presidente de la República y a su gobierno que estamos a favor de hacer un cambio, un cambio que dé certezas y que nos permita avanzar”.

También participó la expresidenta del Consejo Constitucional, Beatriz Hevia (Partido Republicano), quien aseguró que los hechos de contingencia que han complicado al gobierno también significarán mayor adhesión al “A favor”.

“Las dos detenciones (en referencia a Andrade y Contreras) significa que son dos votos menos por el ‘En contra’. La ciudadanía tiene claro que los que están por menos corrupción, por más transparencia, transferencia de recursos mejor regulados, votamos ‘A favor’ porque eso también lo contiene la propuesta constitucional”, afirmó.

Los adherentes del “A favor” han debido hacer frente al fantasma de las encuestas. Y es que, antes de que comenzara la veda, los resultados de distintos sondeos de opinión daban una amplia ventaja a la opción “En contra”. Sin embargo, hoy dentro del bloque, y en consideración de los traspiés que ha tenido el Ejecutivo, se sienten más confiados y comenzó a instalarse un cierto optimismo.

“Soy tremendamente optimista de los resultados que podamos tener, por una ciudadanía que finalmente le cierre las puertas a los procesos refundacionales (….) y podamos retomar con esta Constitución el camino de la estabilidad y el progreso”, agregó Hevia.

El líder de los republicanos, José Antonio Kast, por su parte, cerró la campaña en la Región de La Araucanía.

La Tercera


Plebiscito: ¿Qué votamos realmente este domingo 17 de diciembre?

Por Jorge Astudillo Muñoz

El estallido social de octubre de 2019 fue un hecho que produjo importantes consecuencias en la sociedad chilena. Algunos consideran que se trata de un verdadero hito que remeció nuestra comunidad y sentó las bases de un Chile nuevo donde el pueblo no descansaría hasta que la dignidad “se hiciera costumbre”.

Para otros, los hechos de octubre de 2019 significaron violencia, destrucción, pillaje, saqueos y la utilización del malestar social legítimo para desestabilizar a un gobierno democráticamente electo.

Cual sea la opinión que se tenga sobre el estallido social, lo cierto es que se trata de un acontecimiento que vino a dividir y polarizar más a la sociedad chilena.

El inicio del proceso constituyente

Una de las consecuencias directas del estallido social fue el inicio de un proceso constituyente.

A pesar de que en sus primeros días las manifestaciones ciudadanas no hacían alusión al establecimiento de una nueva Constitución, diversos actores políticos aprovecharon el caos y la paralización del Gobierno y sus partidos, para instalar en la agenda la necesidad de dar a Chile una nueva Constitución creada en democracia y que sentara las bases de un Estado Social y Democrático.

Así, en la madrugada del 15 de noviembre de 2019 la mayor parte de los partidos políticos y algunos personeros de forma individual firmaron el “Acuerdo por la paz social y la nueva Constitución” que dio origen al proceso constituyente 2019-2022.

Si bien es cierto que este proceso estuvo dotado de una importante legitimidad democrática, la propuesta que la Convención Constitucional ofreció al pueblo chileno, fue rotundamente rechazada por la ciudadanía en la histórica jornada del 4 de septiembre de 2022.

El segundo proceso constituyente

Aunque el compromiso original de la clase política fue que en caso de rechazarse la propuesta de la Convención Constitucional la Constitución actual seguiría vigente, durante la segunda parte del 2022 se impulsó en el seno del Congreso Nacional un segundo proceso constituyente.

Este proceso 2022-2023 nos ha entregado una nueva propuesta constitucional producto del trabajo de la Comisión Experta y del Consejo Constitucional. Y acá estamos, nuevamente, ad-portas de otro plebiscito constitucional en menos de dos años.

En esta columna de opinión no me pronunciaré sobre las bondades o falencias de la propuesta constitucional que plebiscitaremos este domingo 17. A estas alturas, cada ciudadano decidirá en conciencia si votará “a favor” o “en contra”, según sus preferencias políticas e ideológicas.

Sin embargo, considero oportuno indicar que la Constitución Política de la República es un texto que por naturaleza debe tener una aspiración de transversalidad, y ser capaz de regir como norma fundamental de una comunidad política al margen del gobierno de turno y las mayorías parlamentarias contingentes.

Entonces, la Constitución no es un programa de gobierno, no debe ser el reflejo de las ideas de las mayorías transitorias, tampoco es una solución mágica a todos los males sociales.

La Constitución es una norma que establece las reglas básicas de convivencia social y política, dentro de las cuales, las distintas fuerzas políticas y la ciudadanía, adoptan las decisiones sociales fundamentales.

La lógica de la votación de este domingo

Por lo mismo, lo que se votará este domingo 17 no es un examen al mandato de Gabriel Boric y de Apruebo Dignidad.

La decisión respecto de esta propuesta no es un castigo al gobierno, por más que se piense que estamos en presencia de una élite que llegó al poder prometiendo cambiar la forma de ejercerlo y que, en dos años, ha demostrado ser igual que la clase política tradicional -incluso con las prácticas corruptas-. E incluso, hasta ahora, más incompetente que aquella que condujo los 30 años de prosperidad que llevaron a Chile al borde del desarrollo, y que se encargaron de denostar de manera poco leal e irresponsable.

Las próximas elecciones municipales, presidenciales y parlamentarias serán el momento preciso para pronunciarse sobre el desempeño de este gobierno y los partidos que lo apoyan.

Este domingo la decisión responde a otra lógica: se debe dilucidar si la ciudadanía confía o no en el proyecto de Constitución que se nos presenta, luego de 4 años de incertidumbre y despilfarro de recursos y confianzas.

Esta es la decisión que está en juego y la debemos adoptar en conciencia y pensando en el futuro de Chile.

Biobio


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