El 8M al sur del Río Bravo: México tendrá una presidenta – Por Estefania Veloz

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El 8M al sur del Río Bravo: México tendrá una presidenta

Por Estefania Veloz*

Si se observa un mapa de América del Norte, de arriba hacia abajo, se verá en tercer lugar un país en la esquina que comparte frontera con Estados Unidos y el océano Pacífico. En ese lugar comienza Latinoamérica, se llama México y las mujeres representan allí un poco más de la mitad de la población, alrededor de 65 millones. El papel de la mujer en la sociedad mexicana está ligado a su historia, fundada bajo el mito de la traición de una mujer, la Malinche, y sobre el cerro donde la Virgen Morena realiza milagros. Esta es la realidad mexicana: los hombres profesan amor a la madre como a la virgen y ejercen violencia hacia la esposa como si fuera la Malinche.

Pero no solo es cultural, en México asesinan a 11 mujeres al día, la mayoría a manos de su pareja. Ha sido difícil para las mujeres mexicanas avanzar en cuestión de derechos; el derecho a votar, a decidir sobre nuestros cuerpos, a ser parte de la esfera pública y a divorciarnos llegaron tarde. Pero la lucha por el cambio generó grandes liderazgos que nunca desistieron.

Hace 42 años, México tuvo a su primera candidata a la presidencia, Rosario Ibarra de Piedra, fundadora del Partido Revolucionario de los Trabajadores, iniciado por personas que participaron en el movimiento estudiantil de 1968. Ella empezó su lucha como activista exigiendo la aparición con vida de su hijo detenido por el ejército durante los años de la guerra sucia. Su lucha trascendió, dando a México la consigna: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, adoptada luego por las víctimas de la guerra contra el narco y la violencia machista. Rosario también marcó el inicio de una era en la democracia mexicana: la participación activa de las mujeres en los partidos políticos. Aunque no ganó, obtuvo 416,448 votos y dejó un mensaje claro: «Algún día una mujer ocupará la banda presidencial». Años después, el PRT perdió su registro pero impulsó la creación de otras fuerzas políticas de izquierda, como el PRD, que a su vez dio paso a Morena, el partido del actual presidente, López Obrador. Morena representa la izquierda y se ha convertido en el partido preferido de los votantes. Solo dos años después de ser fundado, ya había ganado la gobernatura de la Ciudad de México con Claudia Sheinbaum, marcando historia no solo como la primera mujer en ganar la elección, sino por su enfoque colectivo y feminista del poder, lo que se tradujo en un mayor bienestar para quienes viven en la metrópoli. Ahora, Claudia es candidata a la presidencia, cumpliendo el sueño de Rosario Ibarra y de muchas otras mujeres, ofreciendo por fin la posibilidad de que una mujer gobierne el país.

En los últimos años, la paridad impulsada por el incansable movimiento feminista ha llevado a muchas mujeres al congreso, y hasta la oposición conservadora ha tenido que nominar a una candidata, Xóchitl Gálvez. Sin embargo, la diferencia entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez es significativa: Claudia representa a las mujeres de la lucha social y mantiene el legado de Ibarra de Piedra desde la izquierda progresista, mientras que Xóchitl Gálvez prioriza intereses económicos y políticos que históricamente se han opuesto a la participación femenina en la vida pública. Hoy, las encuestas colocan a Claudia más de 20 puntos por encima de Xóchitl, simbolizando no sólo el triunfo cultural de las mujeres, sino también de la izquierda.

*Chicana, abogada  analista y periodista. Maestrante en Género y Cuidados por la Clacso. Corresponsal en Argentina del periódico Milenio y docente de Género y Marketing Político en la UNAM.

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