Venezuela repudia el «tendencioso» informe de Bachelet: “Es muestra palpable del doble rasero y la manipulación”

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Venezuela rechaza informe de la ACNUDH sobre Sistema de Justicia del país

Venezuela rechazó este miércoles el «tendencioso» contenido, conclusiones y recomendaciones del reciente informe emitido por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), en relación con el funcionamiento del Sistema de Justicia del país y la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional del Arco Minero del Orinoco.

Mediante un comunicado oficial, el Gobierno Nacional reafirmó una vez más que el informe de la ACNUDH «es muestra palpable del doble rasero, la manipulación y el vergonzoso uso político de los mecanismos internacionales», por parte de un reducido grupo de países con graves expedientes de violación de derechos humanos y posiciones políticas manifiestamente hostiles hacia el país.

Asimismo, Venezuela ratifica su voluntad de seguir cooperando con el Consejo de Derechos Humanos, sus mecanismos especiales y la Oficina de la ACNUDH, siempre y cuando estas instancias eviten ser instrumentalizadas políticamente contra Estados soberanos e independientes.

A continuación el texto íntegro del comunicado:

La República Bolivariana de Venezuela expresa su firme rechazo al contenido, conclusiones y recomendaciones del reciente informe de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en relación con el funcionamiento del Sistema de Justicia del país y la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional del Arco Minero del Orinoco.

Este tendencioso informe, elaborado a partir de una cuestionada resolución del Consejo de Derechos Humanos, es muestra palpable del doble rasero, la manipulación y el vergonzoso uso político de los mecanismos internacionales por parte de un reducido grupo de países con graves expedientes de violación de derechos humanos y posiciones políticas manifiestamente hostiles hacia Venezuela.

Precisamente el día de ayer el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, denunció la campaña propagandística comunicacional e injerencista anunciada por Elliott Abrams, ese oscuro personaje que funge como representante de Washington para los asuntos de Venezuela. Quedan en franca evidencia los gobiernos satélites de Estados Unidos al articular sus posiciones y acciones en los foros internacionales como parte de la agresión política y mediática contra Venezuela.

No tiene el Consejo de Derechos Humanos, como tampoco ningún actor internacional, facultad legal, ni mandato alguno, para pretender evaluar el funcionamiento constitucional de los poderes públicos y el desarrollo de los sectores económicos en Venezuela.

La República Bolivariana de Venezuela ratifica su voluntad de seguir cooperando con el Consejo de Derechos Humanos, sus mecanismos especiales y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, siempre y cuando estas instancias eviten ser instrumentalizadas políticamente contra Estados soberanos e independientes.

Caracas, 15 de julio de 2020.

Globo Visión


Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos 

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EEUU despliega buque en el Caribe frente al «excesivo reclamo marítimo» de Venezuela

Estados Unidos desplegó este miércoles un buque de guerra en el Caribe, frente a las costas de Venezuela, en respuesta a un «excesivo reclamo marítimo» de Caracas por otro ejercicio marítimo de la armada estadounidense hace tres semanas, que las autoridades venezolanas calificaron como una «provocación».

«Hoy el destructor ‘USS Pinckney’, un barco lanzamisiles de clase Arleigh Burke desafió el excesivo reclamo marítimo de Venezuela en aguas internacionales durante un exitoso ejercicio de navegación en el Mar Caribe», informó el Comando Sur de Estados Unidos en un comunicado.

El 23 de junio, Estados Unidos lanzó una operación similar con el buque de guerra «Nitze (DDG 94)», un ejercicio que Caracas tildó de «provocación» informando que la nave se acercó a 30 millas de la costa.

Estados Unidos sostiene que la marina operó en aguas internacionales, fuera de las 12 millas náuticas que son jurisdicción venezolana.

El Comando Sur informó que el ‘USS Pinckney’ junto con otros buques de la Armada operan en esta zona del Caribe en el marco de sus operaciones antinarcóticos.

«Vamos a continuar ejerciendo nuestro legítimo derecho a navegar libremente por aguas internacionales sin someternos a reclamos ilegales», indicó el almirante Craig Faller, que preside el Comando Sur.

El Universal


Duque insiste en presionar a Maduro para transición política

El presidente Iván Duque insistió en continuar con las presiones sobre Nicolás Maduro y “el cartel que dirige la dictadura” venezolana para una transición política en ese país.

El mandatario hizo las declaraciones durante una charla virtual en el Council on Foreign Relations (CFR), de Nueva York, en la que también habló sobre la evolución del proceso de paz.

“Todos tenemos que decir claramente que ninguna solución en Venezuela puede ser viable con Nicolás Maduro todavía presente. Necesitamos encontrar una salida para él, para que podamos poner en marcha la transición”, dijo Duque tras afirmar que “las cosas han durado más de lo que todos esperábamos, y tal vez han durado más de lo que todos queremos”.

Además, Duque señaló que en comparación al incio de su mandato, “cuando miramos donde estamos ahora, vemos que más de 50 países no reconocen a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, y reconocen la Asamblea General y a la Asamblea Nacional, reconocen al presidente interino Juan Guaidó”, expresó.

El presidente habló sobre el Proceso de paz, responsabilizó de los asesinatos de los exguerrilleros y lídres sociales a los disidentes, que para él son «puros criminales involucrados en operaciones de narcotráfico», como los clanes de los Pelusos y los Caparros: “Estos grupos de narcotraficantes son los que están tomando a los líderes sociales, y son también los que están matando a los excombatientes», dijo el jefe de Estado.

Estas declaraciones se dan un día después de que la ONU mostrara su preocupación por la inseguridad y los riesgos que se generan para el cumplimiento del Proceso.

La preocupación de la ONU ha sido reiterativa; este martes Carlos Ruiz, el jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia recordó que: «Sin duda, la violencia contra quienes dejaron las armas en el contexto del acuerdo y quienes defienden los derechos humanos y los derechos de las comunidades devastadas por el conflicto sigue siendo la amenaza más grave para la consolidación de la paz en Colombia».

Al respecto, Duque argumentó que su Gobierno ha aumentado la presencia de la seguridad, así como el número de hectáreas para el plan de reinserción y el número de proyectos activos para promover la reintegración de los exguerrilleros en la vida civil y poner fin a los cultivos ilícitos.

Por otro lado, el mandatario se mostró optimista sobre el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del país para el 2021 y no descartó que crezca «por encima o cerca del 6 %».

«Si volvemos a donde estábamos, en términos de la aceleración de la inversión y también de la estabilidad legal para los inversores, estoy bastante seguro de que sí alcanzaremos el objetivo de crecer por encima del 6 %, o cerca del 6 % el próximo año. Y eso se basará en una fuerte participación de inversores internacionales», dijo.

Finalmente, señaló que «Este enero y febrero crecimos en torno al 4 % (…) y cuando miramos el crecimiento de Colombia en el primer trimestre, teniendo en cuenta el impacto de la Covid desde mediados de marzo, crecimos un 1,1 %, fuimos uno de los pocos países de Latinoamérica que crecimos en el primer trimestre», apuntó Duque.

El Tiempo


Venezuela: tras condenar las violaciones de derechos humanos y políticos, el Gobierno niega un giro frente a Nicolás Maduro

Con una contundencia que no había exhibido hasta ahora en los foros internacionales, el Gobierno condenó al gobierno de Venezuela»por la situación de los derechos humanos» y «por la grave crisis política, económica y humanitaria».

En el entorno de Alberto Fernández afirmaron que ese pronunciamiento no implica un giro en la postura hacia el régimen venezolano, debido a que la Argentina seguirá rechazando una intervención externa a Caracas.

El portavoz de la postura oficial fue el representante del Gobierno ante la ONU, Federico Villegas, que debió pronunciarse sobre un nuevo informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la organización Michelle Bachelet, un duro escrito que alertó sobre «numerosas violaciones de los derechos» y ataques a la oposición del régimen de Nicolás Maduro.

«Solo el orden constitucional, la democracia y el Estado de Derecho harán posible garantizar el pleno respeto y ejercicio de todos los Derechos Humanos en Venezuela», pronunció en Ginebra Villegas, un diplomático de carrera designado por el canciller Felipe Solá y valorado en el Gobierno por su trayectoria en materia de Derechos Humanos.

Villegas instó al gobierno de Maduro a «una negociación política inclusiva basada en los Derechos Humanos y en la restitución de los derechos políticos» y a cooperar con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

El pronunciamiento de Villegas fue llamativo por su contundencia, luego de que la Argentina se abstuviera de suscribir a una condena de la Organización de Estados Americanos (OEA) por una decisión de la Justicia venezolana que podría afectar las capacidades electorales de los partidos de la oposición. Además, desde la asunción de Fernández, la diplomacia argentina viene cuestionando a las sanciones contra el régimen de Maduro y le retiró el apoyo político a la embajadora designada por el presidente encargado Juan Guaidó.

«No hay un giro porque este Gobierno tiene como política condenar todo atropello a los derechos humanos», señalaron fuentes oficiales a LA NACION, y agregaron que la Argentina se pronunció en el mismo sentido en la ONU por la situación en Siria, en el territorio palestino ocupado y en los Altos del Golán, así como también cuando instó a Nicaragua a cooperar con la ONU y la OEA.

Fuentes de la Cancillería acotaron que, además, en el Consejo de Derechos Humanos donde se trató el informe de Bachelet sobre Venezuela, la Argentina se diferenció del Grupo de Lima, que tuvo un postura más radical en contra del régimen chavista.

Postura intermedia
«No adheriremos a ninguna salida política desde afuera para Venezuela sino que consideramos que deben conducirla los propios venezolanos, así como tampoco avalaremos la proscripción del chavismo», resaltaron fuentes de la Cancillería. Tampoco la Argentina viene avalando las sanciones contra Venezuela, al considerarlo una «estigmatización».

Agregaron que por ese motivo, la Argentina se abstuvo de participar de la resolución de la OEA para condenar las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela de suspender a las directivas de dos partidos opositores para reemplazarlas por cúpulas acusadas de ser afines al gobierno de Nicolás Maduro. «Abstención no es estar en contra. Argentina no participó de la redacción de ese documento y no concordaba con algunos elementos, es por eso que se abstuvo de votar», señalaron las fuentes diplomáticas.

En la OEA, el Gobierno designó como embajador a Carlos Raimundi, un político de buena aceptación en el Instituto Patria que este año se pronunció por la «no injerencia externa» en Venezuela. La Argentina, además, no apoyó la reelección de Luis Almagro como secretario general de la OEA.

De esta manera, el Gobierno sostiene un camino intermedio para abordar la cuestión de Venezuela, que contempla una condena a las violaciones a los derechos humanos pero no se pliega a los pronunciamientos de los países de la región para forzar las elecciones en ese país y rechaza las sanciones económicas impulsadas por los Estados Unidos. Se pronuncia a favor de una salida electoral que incluya al chavismo como alternativa política.

Durante la campaña electoral, Fernández había manifestado que «en Venezuela se han vivido un sistema de abusos y arbitrariedades del Estado que no pueden pasar desapercibidos», al tiempo que proclamó: «La solución venezolana no es llenar el país de marines o que alguien se autoproclame presidente en una plaza pública».

La Nación


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