“Sorprende” a Trump y Rubio condena a Bolsonaro; Petro y Luis Arce celebran el fallo
El presidente Donald Trump al conocer la sentencia condenatoria al ex presidente de Brasil, Jair Bosonaro, dijo: “he visto el juicio. Conozco (a Bolsonaro) bastante bien. Era un líder extranjero, un buen presidente de Brasil, y me ha parecido muy sorprendente que eso sucediera”.
Trump comparó el caso de Bolsonaro con su propia experiencia con la justicia estadunidense: “Es muy parecido a lo que intentaron hacer conmigo, pero no se salieron con la suya. Solo puedo decir que le conocí como presidente de Brasil y era un buen hombre”, agregó y calificó el juicio como “malo” y “terrible” para Brasil.
El republicano no dijo si aplicará nuevas sanciones a los funcionarios brasileños. Trump ya impuso aranceles de 50 por ciento a Brasil, medidas coercitivas contra el presidente del Supremo Tribunal Federal, y revocó los visados de la mayoría de los miembros del alto tribunal brasileño.
Más tarde, su secretario de Estado, Marco Rubio advirtió en X: “continúan las persecuciones políticas del sancionado violador de derechos humanos Alexandre de Moraes, quien junto con otros miembros del Tribunal Supremo de Brasil ha decidido injustamente encarcelar al ex presidente Jair Bolsonaro.
The political persecutions by sanctioned human rights abuser Alexandre de Moraes continue, as he and others on Brazil's supreme court have unjustly ruled to imprison former President Jair Bolsonaro.
The United States will respond accordingly to this witch hunt.
— Secretary Marco Rubio (@SecRubio) September 11, 2025
La verdad sale a la luz. Bolsonaro condenado.
4 de 5 jueces ya lo declararon culpable, se hace justicia. pic.twitter.com/9iZ5DwUMuQ— Grupo de Puebla (@ProgresaLatam) September 11, 2025
#ENVIDEO📹 | El presidente de #EEUU 🇺🇸, Donald Trump, habla sobre el juicio al exmandatario de #Brasil 🇧🇷, Jair Bolsonaro pic.twitter.com/1sdYRKiV7v
— teleSUR TV (@teleSURtv) September 11, 2025
Estados Unidos responderá como corresponde a esta cacería de brujas”.
“Todo golpista debe ser condenado. Son las reglas de la democracia”, escribió el presidente de Colombia Gustavo Petro en X, en respuesta a las declaraciones de Rubio.
Todo golpista debe ser condenado. Son las reglas de la democracia. https://t.co/2OuATUJcEG
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 12, 2025
Antes de que se conociera la sentencia, Bolivia rechazó las declaraciones “injerencistas” de Estados Unidos contra Brasil. “Amenazar con utilizar el poder económico y militar, en supuesta defensa de la libertad de expresión en favor de Bolsonaro, se constituye en una intromisión colonialista e inaceptable en los asuntos internos de una nación soberana y viola el Derecho Internacional. Brasil es un país libre y soberano, y América Latina es una zona de paz. ¡Todo nuestro apoyo al hermano (Luiz Inácio) Lula (da Silva)”, expresó el presidente Luis Arce.
Rechazamos las declaraciones injerencistas de Estados Unidos contra Brasil. Amenazar con utilizar el poder económico y militar, en supuesta defensa de la libertad de expresión en favor de Bolsonaro, se constituye en una intromisión colonialista e inaceptable en los asuntos…
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) September 11, 2025
El fascismo no pasó en Brasil 🇧🇷✊🏽
La condena de Jair Bolsonaro por el intento de golpe contra @LulaOficial es una señal clara: ningún intento por aplastar la democracia quedará impune.La verdad y la justicia siempre se abren camino.#Brasil #Lula #NoAlFascismo
— Daniel Jadue (@danieljadue) September 12, 2025
Mis respetos a la democracia Brasileña que resistió un intento de golpe de Estado y hoy juzga y condena a sus responsables. Trataron de destruirla y hoy termina fortalecida.
Democracia siempre. https://t.co/EfZnr3QpIn
— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) September 11, 2025
Bolsonaro condenado a 27 años de cárcel por liderar conspiración golpista en Brasil
En un fallo histórico, la justicia brasileña condenó este jueves al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro a 27 años de cárcel por liderar una conspiración golpista tras su derrota electoral en 2022, con el fin de impedir la asunción del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Esta decisión sucede luego de que cuatro magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil votaran a favor de la condena. Los jueces consideraron que Bolsonaro intentó una ruptura democrática con ayuda de miembros de su Gobierno, órganos de inteligencia e integrantes de las Fuerzas Armadas.
En la lectura de condena el juez Alexandre de Moraes, quien lideró el proceso judicial, subrayó que Bolsonaro perseguía “la perpetuación en el poder de su grupo político, independientemente de las reglas democráticas y las reglas republicanas”.
#Urgente | El juez Cristiano Zanin también vota por condenar a Jair Bolsonaro y a sus siete aliados por el intento de golpe de Estado.
De esta forma, la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal de Brasil concluye la votación con un resultado de 4 a 1 a favor de la condena de… pic.twitter.com/uzfFoD4c6J
— André Vieira (@AndreteleSUR) September 11, 2025
“Pretendía aniquilar los pilares esenciales del Estado Democrático de Derecho mediante violencia, grave amenaza y ataques sistemáticos al poder judicial, buscando el retorno de la dictadura a Brasil”, agregó.
La votación se dividió de la siguiente manera, a favor de la condena votaron los jueces Alexandre de Moraes, Flávio Dino, Cristiano Zanin y Cármen Lúcia y en contra solo el magistrado Luiz Fux.
Específicamente, Moraes propuso la pena de 27 años y 3 meses para Bolsonaro por asociación delictiva armada, intento de abolición violenta del Estado de derecho, golpe de Estado, daños calificados y daño al patrimonio histórico.
Además, Mauro Cid, exayudante de Bolsonaro y denunciante, recibió dos años de prisión en régimen semiabierto por su cooperación.
Su defensa pidió absolución, pero Moraes rechazó la solicitud y criticó propuestas de amnistía. “Rechazo el indulto judicial, porque no procede el indulto, tampoco la amnistía. Son clemencia constitucional. No procede el indulto presidencial, ni la amnistía del Congreso, ni el indulto judicial por delitos contra la democracia”, afirmó Moraes.
Un golpe de Estado no es inmediato, ni fortuito. Es un proceso. Bolsonaro y su círculo lo activaron en el 2021.
Explica @AndreteleSUR desde Brasília. pic.twitter.com/zxagGvCHlb
— Nacho Lemus (@LemusteleSUR) September 11, 2025
El general Walter Braga Netto, exjefe de Estado Mayor y exministro de Defensa, fue condenado a 26 años y 6 meses de prisión, según la propuesta de Moraes. Fux sugirió siete años, pero quedó en minoría.
Anderson Torres, exministro de Justicia, recibió 24 años de prisión, con el voto de Moraes respaldado por Dino, Zanin y Lúcia. El excomandante de la Marina Almir Garnier también fue sentenciado a 24 años por apoyar el intento de golpe, según la acusación.
Augusto Heleno, exministro de Seguridad Institucional, obtuvo 21 años de prisión, con su edad de 77 años considerada en la sentencia.
Paulo Sérgio Nogueira, exministro de Defensa, fue condenado a 19 años, tras una reducción propuesta por Dino, quien argumentó que Nogueira intentó frenar las acciones golpistas de Bolsonaro. Moraes había sugerido 20 años.
El STF destacó la gravedad de los delitos, que incluyeron actos de violencia y daños al patrimonio histórico, luego de que miles de seguidores de Bolsonaro invadieran los edificios del Gobierno, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal durante el asalto del 8 de enero de 2023 en Brasilia.
«Democracia brasileira segue ameaçada apesar de condenação de golpistas»
Para cientista político Paulo Henrique Cassimiro, julgamento da trama golpista é «exemplar», mas não garante que o país estará livre de novos arroubos antidemocráticos no futuroO julgamento que selou a condenação de Jair Bolsonaro e de aliados, inclusive militares, pela tentativa de golpe do Estado após as eleições de 2022 é «histórico» e projeta o Brasil como um exemplo de defesa à democracia para o resto do mundo.
No entanto, a consolidação do processo jurídico contra a cúpula golpista não quer dizer que o país estará, no futuro próximo, livre de sofrer novos ataques às suas instituições.
Segundo o cientista político Paulo Henrique Cassimiro, professor da Universidade Estadual do Rio de Janeiro (UERJ) e um dos autores do livro O Populismo Reacionário (2022), a condenação abala o bolsonarismo, mas não o tira do jogo político.
«Para a extrema direita golpista, foi uma derrota substantiva», diz Cassimiro, em entrevista à DW.
«Mas isso não significa que esse grupo não possa se organizar para as próximas eleições em torno de uma liderança que vai ser menos vocal, do ponto de vista do seu radicalismo, mas ainda assim vai ser tão radical quanto o Bolsonaro, na prática – o que torna essa liderança ainda mais perigosa», complementa o pesquisador.
Vitrine para o mundo
A Primeira Turma do Supremo Tribunal Federal (STF) condenou Bolsonaro e ex-membros do seu governo – os militares Paulo Sérgio Nogueira, Augusto Heleno, Braga Netto, Almir Garnier, Mauro Cid; e os ex-ministros civis Anderson Torres e Alexandre Ramagem – de utilizar métodos golpistas para tentar impedir Lula de assumir a Presidência após vencer as eleições de 2022.
«É um julgamento histórico. Não é só a primeira vez que um presidente da República no Brasil é julgado por tentativa de golpe de Estado, como é também a primeira vez que militares envolvidos em tentativa de golpe estão no banco dos réus», afirma o pesquisador da UERJ.
Além disso, o país, diz Cassimiro, dá um exemplo internacional num momento em que o mundo assiste a Donald Trump avançar o projeto de extrema direita no seu segundo mandato à frente dos Estados Unidos. O republicano não foi punido pela invasão do Capitólio por seus apoiadores, em 2021.
«O Brasil é um caso que está sendo visto internacionalmente como exemplar, de tentativa de manutenção das instituições democráticas diante do assédio de lideranças autoritárias», diz Cassimiro, citando também países como Hungria e Polônia, que estão há anos tendo que lidar com governos antidemocráticos.
O problema, no entanto, é que a própria sobrevivência política de Trump e da extrema direita internacional pode reverter o processo brasileiro de impedir novos golpes.
«Isso pode beneficiar eventualmente um novo presidente autoritário [no Brasil] que tenha ambição de suprimir as instituições, de usá-las para impedir a competição política, por dentro, e que tenha apoio político, que é o que faltou ao Bolsonaro. O Bolsonaro não conseguiu um consenso entre as elites políticas. Mas isso pode acontecer no futuro», acrescenta Cassimiro.
Bolsonaro e anistia
Antes da condenação pelo STF, Bolsonaro já tinha sido considerado inelegível pelo Tribunal Superior Eleitoral (TSE) e colocado em prisão domiciliar pelo ministro Alexandre de Moraes, que preside o inquérito das fake news no Supremo.
De acordo com Paulo Henrique Cassimiro, o ex-presidente está enfraquecido, mas não impedido de influenciar os rumos da extrema direita brasileira.
«O Bolsonaro tem capital eleitoral, mobiliza voto. Então ele vai estar no poder de alguma forma. Claro que não com a mesma capacidade de influência, mas ele pode, por exemplo, forçar a indicação de um vice na chapa do Tarcísio [de Freitas]», diz o cientista político, que vê o atual governador de São Paulo como o principal substituto de Bolsonaro na briga pela Presidência em 2026.
Há ainda a possibilidade de o Congresso votar uma anistia aos condenados pela tentativa de golpe e, dessa forma, reverter o processo jurídico de forma política, lembra.
«O apoio do Bolsonaro a um candidato de extrema direita com uma coalizão de partidos do centrão, que é algo que está se desenhando para 2026, vai ter esse custo. Qualquer candidato que sair com apoio do Bolsonaro, vai precisar assumir esse compromisso da anistia», afirma.
Caso isso aconteça, continua o pesquisador da UERJ, poderá haver um acirramento ainda maior dos conflitos entre Legislativo e Judiciário, principalmente se o STF considerar um indulto aos crimes do 8 de janeiro como inconstitucional.
«Aumentaria muito a tensão entre Congresso e Supremo e a chance de os partidos do Centrão, que eventualmente votarão pela anistia caso ela seja aprovada – porque não dá para aprovar nenhum grande projeto no Congresso brasileiro sem o Centrão – se reunirem em torno de uma candidatura única e com um discurso antagonizando com o Supremo», observa. «Isso pode levar a um risco ainda maior da nossa democracia.»
Já para Lula (PT), tendo em vista o embate do ano que vem nas urnas, a estratégia é tentar melhorar a imagem do governo e seguir com o atual presidente como candidato, já que o petista tem liderado as pesquisas.
«A direita tem chance de ganhar eleição, mas o Lula, pelos números, ainda é favorito, o que não significa que a eleição não será competitiva», pontua.
Militares
Segundo Cassimiro, diferentemente de 1964, quando os militares derrubaram o presidente João Goulart para instaurar uma ditadura, a tentativa de golpe do núcleo bolsonarista não teve o apoio institucional das Forças Armadas.
«Bolsonaro e os outros golpistas só puderam ser condenados, entre outras coisas, porque há testemunhos dos próprios comandantes das Forças Armadas que disseram que realmente houve um pedido do presidente da República que eles interviessem», diz ele.
«Mas eles não assumiram esse custo. Então não dá pra dizer que o período entre o final de 2022 e 2023 foi uma articulação de golpe que envolveu os militares na sua integridade ou pelo menos a cúpula deles», complementa o cientista político.
Ele sublinha, no entanto, que esse movimento não elimina a cultura institucional antidemocrática existente nas Forças Armadas, a qual alimenta a ideia de que cabe aos militares arbitrar «conflitos políticos».
Para Cassimiro, o país perdeu a oportunidade, nos governos Fernando Henrique (PSDB) e nos dois primeiros mandatos de Lula (PT), de aumentar o controle civil sobre os militares.
Isso inclui a Polícia Militar (PM) que, segundo o pesquisador, é uma «caixa-preta da violência política brasileira».
«O problema é que para enfrentá-las, é preciso um consenso político muito grande para promover mudanças constitucionais na legislação. Isso não vai ser construído no horizonte brasileiro dos próximos anos», diz Cassimiro.
«[FHC e Lula] talvez tivessem tido essa oportunidade por terem construído um governo popular e com grande consenso no Congresso. E eles não enfrentaram não porque não as julgassem importantes, mas porque as julgavam resolvidas. Foi um erro estratégico dos dois. Elas não estão resolvidas. Estão vivas e candentes e continuarão ameaçando a democracia brasileira», prevê.