Uruguay: anuncian que uno de los seis exreclusos de Guantánamo decidió irse del país

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El presidente José Mujica anunció ayer que uno de los seis exreclusos de Guantánamo, refugiados en Uruguay, decidió volver a su país. Según Mujica, tiene pasaporte palestino y puede irse en cualquier momento. Se trata de Mohamed Taha Mattam.

Además de este ciudadano palestino, llegaron a Uruguay a comienzos de diciembre cuatro sirios y un tunecino. Al respecto de la estadía en Uruguay de los seis exreclusos de Guantánamo, este jueves se supo que el PIT-CNT dejará de brindarles apoyo económico.

Eso estará a cargo del Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedhu). Mujica fue consultado al respecto y dijo que efectivamente cree posible que el Servicio Ecuménico se haga cargo de ellos. “Tienen el dinero para eso”, comentó el presidente. A través de este nuevo acuerdo los exreclusos recibirán una partida mensual de 15.000 pesos hasta que consigan trabajo.

Hasta ahora la partida no fue entregada, pero el PIT-CNT espera que se concrete la próxima semana. La central obrera no solo les ha proporcionado alojamiento (una casa en el barrio Palermo), sino también paga la alimentación y los cursos de español, entre otras cosas.

El sindicalismo organizado había dispuesto un vehículo para ellos y se costeó toda la atención médica que requirieron en estos dos meses. “Ahora estamos en retirada”, dijo a El Observador Fernando Gambera, uno de los coordinadores de la operación. Desde la semana pasada el programa de recepción pasó a manos de Sedhu que representa al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Lo llamativo es que la representante senior de Naciones Unidas para la región, Michelle Alfaro, dijo a El País que no hay planes de la organización para apoyar económicamente a los refugiados. La abogada del sirio Dihab, la estadounidense Cori Crider, explicó, a su modo, por qué hay problemas de adaptación.

“Hay gratitud por parte de todos al gobierno de Uruguay pero noté cierta frustración en algunos de ellos cuando estuve en la casa”, dijo Crider a Montevideo Portal. “La cuestión básica es que después de 13 años en Guantánamo todos nosotros estaríamos sufriendo, y no creo que sea sorpresivo que se necesite una adaptación de pasar como preso de la cárcel más notoria del mundo a vivir en sociedad, aquí o en cualquier parte”, agregó.

República

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