Perú | La corrupción pone en peligro la vida de las mujeres – Por Parwa Oblitas

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Por Parwa Oblitas

Nuestro país afronta una crisis política, económica y social; la corrupción está enquistada en todos los poderes e instituciones del Estado, aquellos que tienen poder hacen mal uso de éste para obtener beneficios particulares, para ellos mismos, sus amigos y sus mafias, se trata de una compra y venta de favores. La corrupción no es simplemente un hecho que tenga que ver con la moral; su afectación es más profunda y tiene que ver con aspectos sociales, políticos, económicos y de derechos humanos de las poblaciones más vulnerables, entre ellas las mujeres y sus vidas.

Acaba de estallar un nuevo escándalo de corrupción, del estilo fujimontesinista, esta vez salió a la luz una serie de audios que comprometen a jueces del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y el Poder Judicial (PJ), todo el Perú escuchó claramente cómo el juez César Hinostroza, negociaba con la vida de una niña de 11 años que fue violada, sin importarle nada, pretendía influir para reducir o quitarle la pena al violador; lo peor es que no se trata de un único caso aislado, también salió a la luz una serie de casos del mismo tipo, en los que este mismo juez redujo y cambió penas de otros violadores. Imaginemos cuántos jueces cómplices de los agresores machistas operarán a nivel nacional en el Poder Judicial.

Con la corrupción, la vida de las mujeres corre peligro, porque a nivel judicial se negocia con la vida de las niñas y las mujeres, porque impera la impunidad, porque la justicia no nos protege, porque existe una justicia patriarcal que favorece a los agresores machistas y los deja en libertad; también corre peligro a nivel económico porque el 70% de la población en situación de pobreza somos mujeres (según PNUD), cuando hay corrupción se afecta materialmente las condiciones de la vida de las mujeres; además corren peligro nuestros derechos humanos porque son vulnerados, cuando impera la corrupción los derechos como la salud y la educación se precarizan y no son accesibles a toda la población, principalmente a las mujeres, afectando nuestros derechos fundamentales.

Sin embargo, a pesar de la terrible crisis, las mujeres somos las primeras en alzar nuestras voces, en denunciar estos hechos, en movilizarnos. Durante la semana pasada se realizó una serie de intervenciones en el espacio público, las mujeres del Movimiento Nuevo Perú realizaron banderolazos en los principales puentes de la ciudad de Lima, convocando a más mujeres a manifestarse juntas y recuperar el Perú; las obreras del Sindicato de Limpieza Pública (SITOBUR), con sus escobas fueron a las afueras del Palacio de Justicia de Lima, simbólicamente barrieron la corrupción del Estado; mujeres feministas vestidas de negro también realizaron una acción de protesta en el mismo lugar y muchas mujeres estuvieron en primera fila en la multitudinaria movilización nacional del día jueves 19 de julio y seguiremos manifestándonos; porque ya no queremos que nuestras vidas se negocien y que la corrupción siga poniendo en peligro nuestras vidas.

Diario Uno


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