Entrevistas a Xiomara Castro y Nasry Asfura, principales candidatos presidenciales

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Es necesario que una mujer transforme la sociedad y el Estado: Xiomara Castro

“Tengo una propuesta de reconciliación nacional, porque una dictadura oprime al país y hay millones de personas sufriendo y miles de jóvenes emigrando, es necesario que una mujer transforme la sociedad y el Estado, combata la corrupción y el crimen organizado” dijo Iris Xiomara Castro Sarmiento quien  corre por el soleo presidencial en Honduras de cara al proceso del 28 de noviembre próximo.

Ella representa al partido Libertad y Refundación, tiene 62 años y una historia política vivida.

Xiomara Castro de Zelaya, como se le conoce en el ambiente político hondureño, fue primera dama del país de 2006 a junio de 2009. Fue entonces, tras el golpe de Estado que dejó a su esposo Manuel Zelaya fuera del poder, cuando salió a las calles para encabezar acciones de resistencia popular.

En 2013, fue la primera candidata presidencial del entonces benjamín partido político Libertad y Refundación (Libre). Desde entonces su recorrido en la vida pública ha sido constante.

Es una mujer de trato suave y cercano, con claridad para externar sus ideas y con una ruta definida en la búsqueda de la presidencia de Honduras. Ella dialogó con Proceso Digital y esto fue lo que dijo:

Proceso Digital (PD) – ¿Por qué aspira a gobernar Honduras?

Xiomara Castro de Zelaya (XC) – Porque tengo una propuesta de reconciliación nacional, porque una dictadura oprime al país y hay millones de personas sufriendo y miles de jóvenes emigrando, es necesario que una mujer transforme la sociedad y el Estado, combata la corrupción y el crimen organizado. Por mi experiencia democrática, por mi lucha en las calles, tengo el apoyo popular para hacerlo.

PD – ¿Cuál será su primera acción de llegar a gobernar el país?

XC – Cancelar las ZEDE, conformar un gobierno de reconciliación nacional que derogue la dictadura y establezca un Estado democrático y transparente donde impere la justicia y el Estado de derecho.

PD – ¿Cuáles son sus tres principales propuestas de Gobierno?

Hay 30 principales propuestas a ejecutar en los primeros 100 días. Entre ellas, las que van a beneficiar al pueblo de manera inmediata son, rebajar el precio de los combustibles, rebajar el costo de la energía eléctrica y que los pobres que son más de 700mil familias, no paguen energía eléctrica (150 Kva), matrícula gratis, merienda escolar, becas para los jóvenes y vacunación masiva al 100%. En materia económica readecuación de la deuda e incentivos inmediatos para la producción agrícola y pecuaria, medidas urgentes en seguridad, medio ambiente y Derechos Humanos.

PD – ¿De dónde saldrán los recursos para financiar esas iniciativas considerando que el endeudamiento y el gasto absorben más del 90% de los impuestos?

XC – El endeudamiento y el gasto no absorben el 90%, sino más del 350% de los impuestos anuales. El pago al servicio de la deuda y el gasto público absorben más del 150% de los ingresos anuales, es necesario readecuar la deuda, disminuir el sacrificio fiscal por los altos niveles de corrupción y evasión, asimismo, duplicar la producción para generar empleo y recaudar más ingresos, y es fundamental implementar una política de austeridad del Estado.

La candidata presidencial cree que es el momento para que haya un cambio el poder y dice estar lista para gobernar.

PD – ¿Como enfrentará el problema de la ENEE y en general del sector energético del país?

XC – Teniendo una gerencia de personas honradas y no de comerciantes que han llegado a corromper y destruir la ENEE. Disminuyendo las pérdidas, revisando y cancelando de acuerdo con la ley, los contratos leoninos y revisando el costo de los fideicomisos.

PD – ¿Cómo afrontar la violencia en el país?

XC – Combatiendo las causas que producen la violencia, como la desigualdad que se ha visto incrementada por la llegada de un Estado opresor, dictadura, cómplice de escuadrones de la muerte y de masacres. El principal estimulante de violencia es la impunidad que genera la ausencia de un Estado de derecho con una justicia tardía y parcializada.

PD – Dos millones de estudiantes han quedado excluidos del sistema tras la pandemia, ¿cómo hacerle frente a este rezago?

XC – Hay un millón de jóvenes y niños que no están recibiendo educación, no por la pandemia, sino por un sistema de gobierno basado en la violencia, la exclusión y la desigualdad. Con un programa masivo de vacunación para toda la población incluyendo maestros y maestras, en el segundo año tendremos resuelto gran parte de este problema de ausencia por la pandemia.

PD – La carencia de empleo sigue minando la vida de las familias, ¿cuál es su plan al respecto?

XC – La generación de empleo pasa por sacar la dictadura, estableciendo un gobierno democrático que genere paz y Estado de derecho que garantice la inversión y genere empleo.

PD – ¿Cómo combatir la impunidad?

XC – La corrupción y la impunidad pasan por cambiar la forma en que se selecciona los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Aquí en Honduras los magistrados los seleccionan las corporaciones como el Cohep. Derogar la Ley de Secretos, ley del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, Ley de Escuchas y leyes habilitantes que formaron la dictadura, incluyendo el Código Penal de la Corrupción. Promoveré se reactive la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública aprobada desde el 2008.

PD – ¿Cómo se financia su campaña, puede dar nombre de los auspiciadores y cuánto cuenta?  

XC – Mi campaña se financia con voluntariado y todo se informa al CNE, a la Unidad de Política Limpia, al Instituto de Transparencia, todos los datos son públicos.

PD – ¿Cuál es su enfoque en el tema migratorio?

XC – La migración es el fenómeno más evidente del fracaso del Estado autoritario y antidemocrático del gobierno. El incremento y las caravanas de migrantes sólo se podrá resolver generando las oportunidades para los jóvenes, generando miles de empleos y lo cual está ligado al proyecto de transformación nacional y refundación de Honduras que propongo en mi plan de gobierno.

13 – Hay un estamento de leyes que minan las libertades públicas, principalmente la libertad de expresión, ¿Qué hará ante ello?

XC – Toda ley que limite el derecho a la protesta, el derecho a la libre expresión del pensamiento y a la libertad, deben ser revisadas, discutidas y derogadas. La libertad de expresión es el primer derecho de las libertades individuales y colectivas. (JP)

Proceso


“Tito” Asfura, candidato presidencial: “La realidad de Honduras no es la que pintan afuera”

Es media mañana, y el calor se hace sentir en todo el valle de Sula. Aquí, en el predio de la Asociación de Ganaderos y Agricultores Sula (AGAS), a 15 minutos en auto del centro de San Pedro Sula, al calor se le suma un clima de expectativa. Familias enteras de campesinos y productores rurales provenientes de diferentes localidades del norte y oeste hondureño viajaron desde bien temprano para asistir a una asamblea del sector. Pero, esta vez, el evento contará con un orador invitado especial: Nasry Juan “Tito” Asfura, alcalde de Tegucigalpa y candidato presidencial por el Partido Nacional.

Una vez que los asistentes se instalaron en las sillas dispuestas en la pista central, y mientras sonaban por los parlantes las alegres marimbas de la canción costumbrista El bananero, Tito –como todos llaman al candidato– apareció desde atrás y saludó a uno por uno. No, no es una forma de decir. Cada uno de los más de 300 participantes de la asamblea recibió un abrazó, estrechó manos o besó a Asfura. Tal es así que el acto empezó recién bastante pasado el mediodía.

Esa cercanía es la marca de la campaña de Tito Asfura. De hecho, el eslogan de su gestión en Tegucigalpa, y que continúa utilizando camino a la presidencia es: “Papi a la orden, para servirle”, una frase que, más que eslogan, hoy se convirtió en apodo, ya que lo llaman lo mismo “Tito” que “Papi a la orden”.

Familias enteras de campesinos y productores rurales provenientes de diferentes localidades del norte y oeste hondureño muestran su apoyo a Asfura (Foto: Fernando Calzada)Familias enteras de campesinos y productores rurales provenientes de diferentes localidades del norte y oeste hondureño muestran su apoyo a Asfura (Foto: Fernando Calzada)

Nasry Asfura se encuentra terminando su segundo mandato como alcalde de Tegucigalpa, donde llevó a cabo un importante proceso de transformación de la ciudad, y se posiciona como uno de los favoritos para ocupar la primera magistratura. Su gran contrincante es Xiomara Castro, del Partido Libre, esposa del expresidente Manuel Zelaya, derrocado en 2009.

Asfura se impuso en las internas del Partido Nacional, el partido del actual presidente Juan Orlando Hernández, con un contundente 72% de los votos. Con un perfil basado en la gestión y en las obras de infraestructura, “Papi a la orden” es percibido como un outsider de la política. De hecho, su ingreso a la arena pública fue a fines de la primera década del 2000. Previo a eso había desarrollado una importante carrera en el rubro de la construcción.

Después de seguirlo varios días en campaña, y una vez finalizada la asamblea de campesinos –donde escuchó una serie de reclamos y firmó un compromiso de medidas si llega a la primera magistratura–, el candidato dialogó en exclusiva con DEF sobre la actualidad hondureña en materia de violencia y seguridad, sus planes para descentralizar el poder y reactivar la economía, las caravanas de migrantes a los EE. UU. y sus objetivos en torno a la agenda verde internacional.

-Está culminando su segundo mandato en la alcaldía de Tegucigalpa. ¿Qué balance hace de estos años?

-Me siento muy satisfecho porque comprobé que desde la parte pública también se pueden hacer cosas. Yo venía de 45 años de trabajo en la empresa privada, donde es mucho más fácil la administración. Lógicamente, en el sector privado, hay que cumplir con una serie de condiciones, reglamentos y leyes sobre contrataciones. Pero ahora, con ocho años de gestión pública que voy a cumplir, tengo una satisfacción enorme porque sé que desde la parte pública se pueden hacer bien las cosas, servir a la gente y ayudarla a resolver sus problemas. Todo radica en la actitud que nosotros los políticos, los administradores públicos, tengamos hacia la gestión.

-Si tuviera que plantearlo brevemente, ¿cuáles serían sus principales líneas de acción en su eventual primera magistratura?

-Estos ocho años de administración pública me han dejado un montón de ejemplos. Mi forma de administrar o gestionar ha sido estar muy cerca de la gente y cuidar el dinero del contribuyente para que pueda rendir y podamos hacer muchos cambios. Es lo que hemos hecho en Tegucigalpa. Entonces, con estos conocimientos, principios, valores, forma de trabajar, patrón de conducta, hemos armado equipo. Esos mismos principios y esas mismas formas caben en una presidencia de la República, que, en términos económicos, es 65 veces más grande que el municipio que represento hoy. Lo que yo no soporto es ver gente haragana, que no trabaje. El que no gana su dinero con mucho trabajo y esfuerzo, no trabaja conmigo.

-¿Cuál cree que va a ser el motor de la economía de su gobierno?

-Generar oportunidades de trabajo en infraestructura, agricultura y ganadería; y fortalecer la maquila. Todo eso nos va dar rápidamente oportunidades de trabajo. Así podremos resolver muchos temas simultáneamente. Por un lado, el tema de la seguridad ya que, al tener una oportunidad de trabajo, cambiará la vida de muchos. Y muy ligado a eso, la salud y la educación: llevar la salud lo más cerca posible a las comunidades y municipios; así como mejorar y fortalecer la educación. No podemos seguir de la misma manera en que el “papá gobierno” ha administrado el país por décadas. Nosotros tenemos que cambiar la forma de administrar el país. ¿Dónde se ve claramente la democracia en un país? En los alcaldes. Honduras tiene 298 alcaldes, distribuidos entre la mayoría de los partidos políticos que existen. Entonces, si enfocamos desde el punto de vista del municipalismo y de la descentralización y les damos los instrumentos, los ingresos y la oportunidad a los alcaldes, se va a empezar a ver el cambio y la mejoría en la calidad de vida de las personas desde sus comunidades.

"Mi forma de administrar o gestionar ha sido estar muy cerca de la gente y cuidar el dinero del contribuyente para que pueda rendir y podamos hacer muchos cambios", dice el candidato a la presidencia de Honduras (Foto: Fernando Calzada)«Mi forma de administrar o gestionar ha sido estar muy cerca de la gente y cuidar el dinero del contribuyente para que pueda rendir y podamos hacer muchos cambios», dice el candidato a la presidencia de Honduras (Foto: Fernando Calzada)

-¿Esa descentralización requiere de alguna reforma legal o lo permite la actual estructura del Estado?

Hoy el Estado hace una transferencia de alrededor de un 7,5% de todos los ingresos generales a todas las municipalidades, y se distribuye proporcionalmente a la cantidad de habitantes que tenga cada municipio. Hay una ley de descentralización, que no ha sido aprobada por el Congreso. Nosotros estamos trabajando en esa ley para que sea aprobada y que el “papá gobierno” no pueda seguir administrando el país de la manera como lo viene haciendo. Qué mejor que el alcalde pueda mantener las aulas o un centro de salud de su municipio. Él es la persona más cercana a la población. El Gobierno central debe empoderar a cada alcalde y darle el presupuesto para que pueda mantener las aulas y los centros de salud más cercanos al pueblo. Si no, la gente viene buscando resolver sus problemas de salud a las grandes ciudades y, a veces, no tiene dinero ni para el transporte. Tenemos que acercar la salud a las comunidades y la infraestructura de cada municipio debe ser responsabilidad del alcalde. Cuando hablo de la infraestructura escolar, hablo también de las calles, las carreteras, el saneamiento y el agua potable. Hay que darle a los alcaldes los instrumentos y los ingresos para que puedan ejecutar este tipo de trabajos.

-Ahora bien, esa descentralización puede derivar en que se le pierda el rastro al dinero. ¿Cómo piensa evitarlo?

-Para eso, yo propongo que el Tribunal Superior de Cuentas –que es el que nos supervisa y nos audita– no solo esté en Tegucigalpa, sino en muchos lugares regionales del país y que funcione en forma móvil para poder ir a los municipios. Tenemos que tener sucursales para que capaciten y ayuden a los alcaldes a tecnificarse y administrar mejor los recursos para las comunidades. También la Asociación de Municipios de Honduras (AMHO) juega un papel muy importante; hay que fortalecerla para que no solo tenga su oficina en Tegucigalpa, sino también oficinas regionales en distintos lugares del país.

VIOLENCIA, MIGRACIÓN Y ESTADOS UNIDOS

-Hace 12 años, Honduras sufrió un sacudón institucional grande. ¿Cómo ve el sistema institucional y político del país?

Cuando se habla de Honduras en el exterior, creen que acá estamos en una batalla, como si esto fuera una guerra. No es así. Es cierto que tenemos problemas, pero como los tiene cualquier país. Si recorres el país, se observa que la realidad no es la que pintan afuera. Necesitamos recuperar esa credibilidad. Tenemos una Honduras de gente buena, de gente trabajadora, y hay que trabajar por luchar y mejorar.

"Tenemos una Honduras de gente buena, de gente trabajadora, y hay que trabajar por luchar y mejorar", afirma Asfura (Foto: Fernando Calzada)«Tenemos una Honduras de gente buena, de gente trabajadora, y hay que trabajar por luchar y mejorar», afirma Asfura (Foto: Fernando Calzada)

-En el tema de la seguridad, DEF ha seguido el tema de las maras desde hace 15 años. ¿Cómo ve la situación actualmente?

El mejor remedio es darle oportunidades de trabajo a la gente para que pueda llevar el sustento a su familia. Y, muy ligado a eso, la salud y la educación. Tenemos que dar seguridad al ciudadano y brindar tranquilidad al país.

-EE. UU. siempre tuvo particular interés en esta región por su posición estratégica y como nexo con el resto del continente. ¿En qué estado está la relación con EE. UU.?

-A dos horas en avión de Honduras, EE. UU. es nuestro vecino cercano y es nuestro mayor socio comercial. El gran mercado mundial está concentrado ahí. Hoy el 68 o 70% de la producción de Honduras tiene como destino EE. UU. Necesitamos fortalecer esa relación y sentarnos a negociar qué le conviene a cada país para poder estrechar aún más esos lazos comerciales y esa relación que tiene más de 221 años. Tenemos más de un millón de hondureños en EE. UU. Para tener una idea, este año las remesas de hondureños van a representar algo más de 8000 millones de dólares, algo jamás visto en nuestra historia. Entonces, tenemos un socio comercial y un amigo cercano, y eso tiene mucho peso en la historia.

-Ya que nombra a los expatriados. ¿Cómo observa la actualidad de los migrantes después de ocupar titulares en los últimos dos años?

-Tenemos que analizar el instinto humano y cómo Dios nos ha creado. Nosotros podemos dar oportunidades de trabajo y crear mucho empleo, pero al final es imposible detener la migración. Voy a poner un caso bien claro: cuando fui a visitar la frontera entre Chula Vista (California) y Tijuana (México), la patrulla fronteriza me indicó que había allí un hondureño. Empecé a dialogar con él y me dijo que hacía nueve años que vivía en Tijuana, donde tenía su familia y sus hijos. ¿Qué pasó entonces? Me dijo: “Es que allá gano 100 dólares a la semana y en EE. UU. me ofrecieron 800 dólares a la semana”. Es difícil detener ese tipo de migración, por el instinto humano de superación y de buscar un mejor futuro para nuestra familia y nuestros hijos. Pero sí tenemos que crear oportunidades para poder reducir la migración y que todo ese talento y esa gran fuerza laboral pueda quedarse en el país. También necesitamos tecnificarnos; o sea, darle a la gente que no terminó su escuela o no fue a la universidad la oportunidad de trabajar. Hay que buscar profesiones para poderlos tecnificar y buscar niveles de trabajo. Tenemos una maquila bastante robusta en Honduras. Una maquila más tecnificada y más sofisticada nos puede dar oportunidades para las personas con cierto nivel técnico y así evitar que se vayan hacia otros países. Asimismo, Honduras conserva el primer lugar en toda Centroamérica de personas bilingües (inglés-español). De manera que también hay muchas oportunidades para que call-centers y centros financieros operen desde aquí.

"Tuvimos que invertir en infraestructura. Nunca hemos tenido en nuestros viveros municipales la gran cantidad de árboles que hoy tenemos: más de 200.000", comenta con orgullo el candidato (Foto: Fernando Calzada)«Tuvimos que invertir en infraestructura. Nunca hemos tenido en nuestros viveros municipales la gran cantidad de árboles que hoy tenemos: más de 200.000», comenta con orgullo el candidato (Foto: Fernando Calzada)

HONDURAS Y SU AGENDA VERDE

-Honduras está bendecida por una naturaleza frondosa, muy rica y, al mismo tiempo, muy castigada y puesta al límite por fenómenos naturales que escapan al control humano, como los huracanes o los sismos. ¿Qué se puede hacer desde un gobierno nacional frente a estos fenómenos?

Honduras es inmensamente rica, pero si uno observa la geografía de toda Centroamérica, desde Guatemala hasta Panamá, somos un hilo rodeado de dos mares. Estamos en un istmo. Entonces, un huracán categoría 5 cubre tres países, como nos sucedió con el Mitch, que golpeó a El Salvador, Nicaragua, Honduras y parte de Guatemala. Entonces, somos muy vulnerables. Yo voy a hablar del cambio climático por Tegucigalpa, que es mi única carta de presentación. Hoy Tegucigalpa ejerce la presidencia de la CC-35 (Ciudades Capitales de las Américas Frente al Cambio Climático) y también la vicepresidencia de la ICLEI – Local Goverment for Susteinability para México, Centroamérica, Panamá y el Caribe para temas de cambio climático. Para el año 2050 debemos lograr “cero emisiones” y la “descarbonización” del planeta. Sería un desastre que la temperatura subiera medio grado. Tenemos que reducir nuestras emisiones de gases invernadero. ¿Y qué hemos hecho en Tegucigalpa? En 2014, cuando entré a la Alcaldía, nuestro inventario de gases invernadero se calculaba sobre 400.000 autos y 110.000 motos. En 2021, sobre 600.000 autos y 240.000 motos. Entonces, en Tegucigalpa hemos invertido en una infraestructura de mayor movilidad, de manera que la persona tenga menos tiempo encendido un motor para poder ir a trabajar todos los días. Conseguimos que la ida al trabajo y el regreso a casa en las horas pico hoy tome entre 20 y 25 minutos. Al evitar tener encendidos miles de motores por hora en la ciudad, eso significó una reducción enorme de gases de efecto invernadero. Eso le valió a la ciudad el certificado internacional de reducción de gases en alrededor de 15.000 toneladas al año. Todo eso, como señalé antes, con 200.000 autos y con 130.000 motos más que cuando empezamos la gestión.

-Su gestión en Tegucigalpa estuvo marcada por grandes obras en una ciudad que históricamente creció desordenada y en la que es difícil construir por su orografía intrincada. Sin embargo, muchos señalan un impacto negativo en el plano ecológico con la pérdida de superficie de arbolado público…

-La ciudad de Tegucigalpa está rodeada de montañas y tiene una topografía preciosa. La ciudad cumplió 443 años y no fue planificada. Cuesta mucho la inversión en infraestructura y mantenerla. Entonces, nosotros tenemos que ver cómo podemos mejorar el tema vial de la ciudad, cómo podemos hacer de Tegucigalpa una ciudad competitiva, amigable y que no complique el día de trabajo de cada habitante. Entonces, para hacerla una ciudad más ágil, tuvimos que invertir en infraestructura. Nunca hemos tenido en nuestros viveros municipales la gran cantidad de árboles que hoy tenemos: más de 200.000. Con el tema constructivo, nos ha tocado trasplantar 2300 árboles, de los cuales solo hemos perdido 100 o 200 porque sus cortezas no han soportado. Por otro lado, lo que la gente a veces no comprende es el gran efecto que generan al ambiente los motores encendidos. Si nosotros comprendemos eso y hacemos un balance, hemos ganado mucho. Si lo vemos globalmente, las grandes ciudades no se detienen. Hoy Tegucigalpa representa el 17% de la población nacional. Son 1.700.000 personas, a las que hay que brindarles servicios públicos. Es un compromiso enorme la migración que hay desde el interior del país hacia las grandes ciudades. Por eso, yo hago mucho énfasis en la municipalización y en el empoderamiento de los alcaldes, justamente para que esa migración no se dé en la forma en que se da y que la gente tenga oportunidades de trabajo en su municipio.

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