Presidenciales uruguayas de 2024: pese a la corrupción sobran precandidatos – Por Luvis «Ho» Pareja

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Luvis “Ho” Pareja*

Las elecciones presidenciales y parlamentarias de Uruguay se llevarán a cabo el domingo 27 de octubre de 2024. Los partidos políticos ya comenzaron a lanzar sus precandidatos, mientras sigue la incógnita si se logrará conservar la Coalición Multicolor que llevó a Luis Lacalle Pou al poder y si la renovación del centroizquierdista Frente Amplio logrará la recuperación del gobierno.

El Partido Nacional (blanco) en el gobierno -junto a una coalición multicolor-, encara una renovación: Luis Lacalle está inhabiltado de presentarse pese a su imagen positiva. La renovación también la están haciendo los demás partidos de la su alianza de las elecciones pasadas, mientras la oposición mayor es la del centroizquierdista Frente Amplio, que cuenta con nuevas figuras.

Para el primer escalón de esta sucesión faltan aún seis meses: el domingo 30 de junio de 2024 cada partido defina en elecciones internas quiénes serán sus candidatos para la cita oficial, que será el domingo 27 de octubre del año próximo.

En las últimas elecciones (octubre de 2019), la derecha del Partido Nacional impuso como candidato de la Coalición Multicolor a Luís Lacalle Pou, quien resultó ganador con un 50,79% de los votos en un apretado balotage que terminó con el ciclo de 15 años de gobiernos del Frente Amplio. Lacalle Pou logró mantener una buena valoración (48% de aprobación)a pesar del clima de intensa polarización política.

A pesar de que falta un año para las elecciones, los resultados de las principales encuestas auguran un escenario disputado. Según Equipos, se mantiene la estabilidad de las preferencias entre los principales bloques políticos: el FA obtiene un 40% de simpatía frente a un 35% de la Coalición Multicolor (si se mantiene), y el 17% de la población dice estar indecisa, porcentaje que quizá sea decisivo en el resultado final.

¿Cómo logra Luis Lacalle Pou mantener los niveles de aprobación? Hay dos elementos que se repiten: la buena comunicación y publicidad del presidente y las escasas críticas de sus socios de la coalición. “Existe cierto consenso en que Lacalle Pou ha resultado ser muy buen comunicador. Se expone, aparece y da explicaciones, más o menos convincentes, pero tiene una buena capacidad de comunicación”, explica  el doctor en Ciencia Política Adolfo Garcé.

La última encuesta de Equipos dice que un 45% de los uruguayos aprueba la gestión del presidente y un 36% la desaprueba. El relevamiento, realizado luego del escándalo generado a partir de los audios de Carolina Ache sobre el caso Marset, muestra una leve caída en una imagen presidencial consolidada en altos niveles de aprobación.

Corrupción, clientelismo, narcotrafico

Alejandro Astesiano, el jefe de Seguridad del presidente fue detenido por una trama de corrupción política, venta de pasaportes, y la realización de inteligencia contra senadores opositores. El principal legislador del gobierno, Gustavo Penadés, fue acusado de hasta 22 casos de abuso sexual y explotación sexual de menores.

Mientras la prensa se pregunta cuáles son en realidad la relación del gobierno con el narcotráfico, en el año 2021 se le otorgó un pasaporte a Sebastián Marset, uno de los principales narcotraficantes de la región acusado de participar en el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, quien había sido detenido en Dubai. La entrega derivó en su fuga y en la renuncia de la exvicecanciller, Carolina Ache.

El 1 de noviembre Ache declaró ante la Fiscalía y presentó audios donde, en diálogo con el ministro de Relaciones Exteriores , éste le recomendaba borrar mensajes y desaparecer pruebas.

Allí se inició una semana intensa de crisis política y de gobierno que terminó con cuatro renuncias del círculo más íntimo del Presidente: el canciller Francisco Bustillo, los ministro y viceministro del Interior Luis Alberto Heber y Guillermo Maciel, y el principal asesor personal encargado de la comunicación, Roberto Lafluf. El presidente tendrá que declarar en los tribunales, lo que debiera dejar aún más tocada su imagen pública, un fenómeno que, paradójicamente, aún no se ha reflejado en las encuestas.

Los cuatro del Frente Amplio

Si bien las elecciones serán competitivas, el FA es favorito en todas las encuestas. Se recompuso de la derrota: se embarcó en un proceso de autocrítica, expandió su estructura de base y procesó un recambio de liderazgos manteniendo la unidad.

El Congreso Nacional del Frente Amplio oficializó sus cuatro precandidatos para recuperar la presidencia de Uruguay en un Plenario Nacional:el intendente del departamento de Canelones Yamandú Orsi, la intemdemta de Montevideo Carolina Cosse, el intendente del departamento de Salto Andrés Lima y el senador Mario Bergara. Yamandú Orsi y Carolina Cosse son los dos precandidatos mejor posicionados.

El FA intenta recobrar las políticas de ayuda social para disminuir la pobreza y la indigencia hasta llevarla a los guarismos más reducidos posibles; políticas para combatir el narcotráfico, las estafas de cuello duro, bajar los asesinatos y terminar con tantos delitos menores que terminan sumando en las arcas de la droga. Paralelamente, desplegar políticas de recuperación de ciudadanos que quieran ingresar (o reingresar) al mundo del trabajo.

Muchos precandidatos: ¿se mantendrá la Coalición?

Si bien son conscientes de que la única forma de ganarle al Frente Amplio en las elecciones es conservando la Coalición Multicolor, los dirigentes insisten en lanzar precandidatos propios. El líder de Cabildo Abierto, Manini Ríos, alertó de cara al futuro que la unidad entre los partidos se dará «siempre que las circunstancias para que haya una nueva coalición se den» y se mostró en contra de un programa conjunto . “No sirve porque estrecha la base. Sería como adelantar el balotaje”, analizó.

El secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, confirmó que será precandidato dentro del Partido Nacional, con la esperanza de sortear la interna. Su principal contendiente será Laura Raffo, quien lanzó su propio sector (Sumar) y se propone «crear una segunda etapa de transformaciones que garantice mayor bienestar para todos los uruguayos».

También anunció su postulación el senador Jorge Gandini, quien planteó que viene “del tronco Wilsonista (del exsenador Wlson Ferreira Aldunate, quien se opuso a la dictadura cívico.militar), que hoy es minoría dentro del partido, pero que representa a mucha gente”. Otros dirigentes que se presentarían a internas son el senador Juan Sartori y el exdiputado Carlos Iafigliola.

Por su parte, el Partido Colorado contará con varios candidatos, entre ellos el ahora expresidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, a quien el propio Lacalle Pou le agradeció por “la transformación educativa”, al despedirlo en un acto público.

Lo propio hicieron quien era el presidente de la Admniunistración Nacional de Telecomunicaciones (Antel), Gabriel Gurméndez, quien destacó su gestión al frente de la empresa pública y valoró haber “cumplido con el mandato inicial de poner Antel al servicio de la gente” y el ministro de Turismo, Tabaré Viera.

Completan la nómina colorada el exedil departamental por Montevideo, Andrés Ojeda; el diputado Gustavo Zubía y el director de Telecomunicaciones del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Guzmán Acosta y Lara. Tampoco hay que descartar a Pedro Bordaberry, quien volvió a registrar su sector y contó con muestras de adhesión pública.

Con respecto a Cabildo Abierto, se perfila como precandidato el senador (general) Guido Manini Ríos, quien se presentó en las últimas elecciones y obtuvo más del 11% de los votos. Manini viene advirtiendo errores del gobierno, además de los desencuentros y tensiones en el Parlamento.

En el Partido Independiente, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, aseguró que está “disponible” para volver a presentarse como precandidato presidencial, luego de haber sido el postulante en 2019 y cosechar el 1,01% de los votos. Postuló que «el desarrollo programático del partido para 2024 implica elegir cuáles son los énfasis y desarrollar cuáles son las medidas concretas que el partido va a levantar como banderas propias».

En Uruguay, los problemas socioeconómicos y el descreimiento en el sistema partidario no tienen la profundidad que propició la victoria del ultraderechista Javier Milei en Argentina, pero algunos piensan que les conviene imitar características de su campaña, apelando a la descalificación insultante de los adversarios, la sustitución del debate programático por simplificaciones fantasiosas.

Lo que se trata es de esconder que en Uruguay persisten profundas desigualdades que requieren políticas públicas potentes. Cambios reales y no solo poses para la prensa y las redes sociales.

*Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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