10 tesis para explicar la ineficacia de los gobiernos de América Latina y el Perú – Por Germán Alarco

1.121

Por Germán Alarco*

Sin desconocer la permanente ofensiva política y mediática contra el gobierno actual, es indiscutible que luego de seis meses de gobierno la lista de errores cometidos y omisiones es amplia. Hay también algunos elementos positivos vinculados a la intensificación del proceso de vacunación de la población y la conducción económica del país, entre otros; además de librarnos de un régimen autoritario, patrimonialista, clientelar y con antecedentes de corrupción que hubiera significado el fujimorismo en el poder.

También debe quedar claro que los problemas que hoy tenemos a la vista no son exclusivos de este gobierno, ya que en muchos de los previos también se presentaron serias dificultades con independencia de sus diferentes líneas políticas. Tampoco soslayar que la ineficacia también se comparte con muchos gobiernos de América Latina (AL), aunque quizás en promedio no con la gravedad de lo que se observa en nuestro país.

Se equivocan quienes piensan que la ineficacia del gobierno actual se resolvería eligiendo un presidente del Consejo de ministros con mucha autonomía y un conjunto de ministros “técnicos”, y que en especial recicle figuras de otros gobiernos del pasado. El quinquenio anterior, en particular la primera parte a cargo de PPK desarrolló esta práctica y fue también ejemplo de una administración fallida.

Gobierno exitoso

Un gobierno exitoso requiere no solo de un liderazgo transformacional y un nuevo consenso social, sino de reformas institucionales, políticas y electorales que devuelvan la gobernabilidad del país. Asimismo, se requiere relievar el rol del planeamiento estratégico y el análisis prospectivo a la par de iniciar una reforma en la estructura del Poder Ejecutivo orientada a objetivos, más que a la división sectorial tradicional.

Carlos Matus (1987) nos recuerda que las prácticas de gobierno fallan por los pies y por la cabeza. El planeamiento directivo es la cabeza del sistema y la gerencia por operaciones son los pies. El proceso de gobierno no puede ser eficaz si su cabeza es débil y si tiene los pies pesados Sin gerencia por objetivos, las operaciones del plan son letra muerta y los programas presupuestarios, apariencias formales.

Matus nos plantea 10 tesis que comprenden los temas mencionados en el párrafo anterior. Se trata de una lista corta; ya que faltarían otras relativas a los procesos de formación y gestación de las políticas públicas, al diseño y formulación de políticas donde se filtran teorías y enfoques alejados de la realidad; a los errores en la gestión e implantación de las políticas o a la casi nula evaluación ex post y de reformulación de políticas públicas.

Un repaso rápido de los últimos gobiernos peruanos nos recuerda que nuestras máximas autoridades no han ejercido un verdadero liderazgo; que no se ha otorgado importancia alguna al planeamiento estratégico y operativo al nivel de lo que exigían las necesidades y circunstancias; sino que se han ceñido a una práctica formal y marginal dentro del gobierno, sin una visión integral ni prioridades. Que no han logrado el balance entre gobierno y el ejercicio de la política con p mayúscula; o que la micropolítica ha dominado por encima de la atención de los objetivos trascendentes del país. Que en el mejor de los casos solo se han enfrentado los retos de corto plazo olvidando los del mediano y largo y largo plazo.

Liderazgo transformacional

Durante las últimas décadas ha faltado en nuestras autoridades liderazgo transformacional. Este. según Egade del Tecnológico de Monterrey, es un estilo de liderazgo en el cual los líderes alientan, inspiran y motivan a los subordinados a innovar y crear cambios que ayudarían a crecer y dar forma al éxito futuro de la organización (en este caso del gobierno). Es un estilo de gestión diseñado que debe dar más espacio para ser creativos, mirar hacia el futuro y encontrar nuevas soluciones a problemas antiguos.

Tesis 1.- Nuestros métodos de planeamiento son primitivos, rígidos e impotentes para servir a una dirección política que gobierna un sistema complejo, dinámico, creativo, resistente y plagado de elementos de incertidumbre. El planeamiento estratégico normativo que fundamenta la práctica común en AL es una camisa de fuerza impotente para abordar la complejidad de los procesos sociales creativos y apoyar al hombre de acción situado en una realidad indivisible y cercado por múltiples recursos escasos. No distingue la existencia de actores sociales a los que confunde con los agentes económicos, señala Matus.

Tesis 2.- Los métodos de gobierno del Estado y de gobierno de los partidos políticos (más aún si son feudos) y las fuerzas sociales son igualmente primitivos e ineficaces. La democracia se desmorona y debilita si somos ineficaces para gobernar las organizaciones políticas, gremiales y empresariales, porque después reproducimos inevitablemente esa ineficacia en el gobierno del Estado.

La democracia flaquea si se acepta como males necesarios y naturales los problemas sociales que ofenden nuestra dignidad de hombres. Nada es más mortal para la democracia que la rutina inmovilizante y el sometimiento de sus líderes a los males que nos rodean en la vida diaria. Gobernar no es administrar las cosas, es resolver problemas actuales o potenciales.

Tesis 3.- La cultura política, dominada por el inmediatismo y el pragmatismo vulgar, vuelca su interés hacia los problemas intermedios del sistema político y abandona los problemas terminales del sistema social. La gran política y el planeamiento estratégico se refieren a la solución de los problemas terminales del sistema social.

Tales problemas son los frutos o resultados de la gestión de gobierno a lo largo del tiempo. La micropolítica se refiere, en cambio, a los problemas intermedios y más inmediatos. Esta es una sana división del trabajo, siempre que los recursos que se asignen a la solución de los problemas intermedios constituyan un requisito necesario para la solución de los problemas terminales. Lo que se presencia en AL, con raras excepciones, es el dominio de la micropolítica sobre la gran política, del pragmatismo coyuntural sobre la imaginación y voluntad del estadista, de la rutina sobre la creación. Se presencia la desarticulación de la táctica respecto a la estrategia de gobierno y esto conduce a la existencia de gobernantes gobernados por la fuerza de los hechos anota Matus.

Tesis 4.- Se tiene que reformar nuestros sistemas de planeamiento estratégico, modernizar las técnicas de gobierno y transformar la cultura política, para lograr que los programas electorales, tomados en serio, se conviertan en planes de gobierno; para que los planes de gobierno se conviertan en acción de gobierno y para que la acción de gobierno incida en los problemas nacionales, es decir, sobre los problemas terminales del sistema social. Entonces, la democracia se defenderá por sus obras.

La gran tarea de los partidos políticos es crear generaciones de líderes capaces de articular la micropolítica con la gran política, crear institutos de investigación y formación que los apoyen en las funciones de gobierno y oposición, constituirse en guías orientadoras para la elección entre las grandes opciones estratégicas nacionales y regionales y generar una clase de tecnopolíticos y gerentes públicos capaces de doblegar la maraña burocrática y moldear las organizaciones públicas a las necesidades de la acción de gobierno y la participación ciudadana.

Tesis 5.- La clave del éxito de un sistema de planeamiento estratégico radica en la articulación del planeamiento directivo con el planeamiento operacional. Si el planeamiento directivo al nivel del presidente de la República en Consejo de ministros no tiene vigencia, el planeamiento operativo no puede tener eficacia práctica al nivel de los ministerios y jefaturas de los organismos públicos.

Tesis 6.- La primera tarea es elevar la capacidad de gobierno de los gobernantes, modernizar a los modernizadores y reformar a los reformadores. Y eso sólo pueden hacerlo ellos mismos, tomando consciencia de sus debilidades, valorizando las ciencias y técnicas de gobierno y abriéndole paso a nuevas generaciones estimuladoras de los cambios.

Tesis 7.- El planeamiento estratégico debe convertirse en planeamiento de la acción de gobierno. Para ello debe abandonar su concepción arquitectónica que la lleva a identificar plan con diseño e ignorar el problema político de la escasez de recursos de poder. El diseño de lo que debe ser es apenas el comienzo del problema del planeamiento. El plan siempre se hace en un medio resistente o en un medio estimulante, pero nunca en un medio neutro.

Tesis 8.- El planeamiento en un medio resistente o en situaciones de poder compartido no puede concebirse simplemente como el planeamiento de las acciones que ejecuta una estructura jerárquica, sino como el planeamiento de una estructura conflictiva que se intersecta con una estructura jerárquica.

Tesis 9.- El programa de Gobierno, la gobernabilidad del sistema social y la capacidad de gobierno conforman un sistema de relaciones sobre las cuales descansa la eficacia del plan de Gobierno. Pero, a su vez, el plan de Gobierno sólo puede ser eficaz si se apoya en un planeamiento operativo político y económico, y la dirección superior del Gobierno ejerce activamente el liderazgo del proceso mediante directivas de planeamiento y un sistema incesante de seguimiento y evaluación de las situaciones. De esta forma, según Matus, gobierno y planeamiento se funden en la coyuntura cotidiana de las decisiones.

Tesis 10.- La gran debilidad de las prácticas de gobierno en AL radica en el planeamiento estratégico y en la gerencia por operaciones. Sin gerencia por objetivos, las operaciones del plan son letra muerta y los programas presupuestarios apariencias formales. El planeamiento estratégico es la cabeza del sistema y la gerencia por operaciones los pies del mismo.

Colofón

Se acaba de nombrar el cuarto gabinete del actual gobierno. Se han repetido los errores de otros anteriores, aunque hay que señalar que el portafolio de candidatos a la mano era reducido por su aislamiento y comportamiento previo. A nuestro juicio hay un par de nuevas caras prometedoras; aunque es obvio que la oposición no va a descansar un día en su propósito de vacar al presidente de la República. Ellos solo quieren a los técnicos del pasado que solo garantizan la continuidad, sin ajuste alguno, del modelo neoliberal.

El gobierno de ninguna forma debe abandonar su agenda, aunque limitada, de transformaciones en democracia que ofreció en la segunda vuelta de la campaña electoral. Debe abandonar el sectarismo y esa visión estrecha de la realidad. No estaría mal, aunque no me guste señalarlo, que fijara su atención en lo que viene haciendo nuestro vecino del sur. Efectivamente, faltan los cuatro atributos básicos para ser eficaz: Visión, planeamiento estratégico y operativo, capacidad de coordinación interinstitucional y liderazgo transformacional.

Es imprescindible abandonar el círculo vicioso de la mediocridad que nos acompaña desde décadas atrás. La lista de retos del presente y del futuro que se nos acerca día a día es demoledora y gigantesca. Hay que reconocer que esta situación es culpa de todos, no exclusivamente del Poder Ejecutivo como se enfoca exclusivamente en estos días. El Congreso, los otros Poderes del Estado, todas las fuerzas políticas y los ciudadanos somos corresponsables de la situación actual.

Es imprescindible la construcción de un nuevo consenso social, donde el Acuerdo Nacional, tiene en estos tiempos convulsionados la primera palabra, para poder conjuntamente concretar las reformas institucionales, políticas y electorales imprescindibles para dar estabilidad y gobernabilidad al país. No se puede esperar más; hay que dejar de lado los intereses particulares por el bien de todos y alejarnos del precipicio en que nos encontramos.

*Profesor de la Universidad del Pacífico. Publicado en Diario Uno

Más notas sobre el tema